Quince años lleva el Círculo Cultural Valdediós avivando la llama de la poesía en Asturias, convocando entre los sagrados muros de “El Conventín” tanto a poetas de larga trayectoria, como dando voz a jóvenes promesas aún por publicar.


Cartel del acto.

El pasado viernes, 14 de julio, tenía lugar la presentación y lectura de poemas del libro “FESTINA LENTE” en el salón de actos del Monasterio de Valdediós (Villaviciosa, Asturias), organizado por el Círculo Cultural Valdediós.

Lo primero que me gustaría destacar es la belleza del lugar donde este ya mítico acto se celebra: el Monasterio de Santa María de Valdediós, un conjunto medieval que surge en torno a San Salvador de Valdediós y es una de las joyas del prerrománico asturiano. Es un lugar realmente mágico, donde la asociación Círculo Cultural Valdediós celebra sus actividades centradas en diversas artes, entre ellas la poesía.

Otro hecho que me gustaría hacer notar es que se regaló una copia del libro a todos los asistentes al evento, lo que a mi parecer fue un gran detalle por parte de los autores y la asociación.

Presentación del poemario «Festina Lente».

El acontecimiento, año tras año (y van quince, con cerca de 70 autores), gira en torno a una antología poética de varios autores, publicada por la propia asociación. Este es el año de “FESTINA LENTE”, un libro que reúne tanto a poetas de larga trayectoria, como a otros que no han cumplido aún los veinte años. Los autores del libro, todos con una poética muy distinta, son: Francisco Álvarez Velasco (Cimanes del Tejar, León, 1940), Isabel Marina (Avilés, 1968), Sara R. Cabeza (Oviedo, 1990), Borja Martín (Navia, 1994), Amanda Granda (Navia, 1998), todos ellos asistieron al evento.

El acto fue presentado y moderado por el poeta y escritor José Luis García Martín, quien tras una breve presentación dio voz a los poetas, que fueron recitando algunos poemas incluidos en el libro y otros inéditos. Me gustaría señalar que el recital fue extraordinario: el buen hacer de los poetas, los poemas y lo mágico del lugar hicieron una maravillosa combinación, para mi difícil de olvidar, y que hicieron del acontecimiento algo fascinante. Después tuvo lugar un breve coloquio donde los asistentes realizaban preguntas a los autores y estos las contestaban. Finalmente, cada poeta recitó un último poema, y se dio paso a la firma de libros y charla con los autores y organizadores, acompañada de un aperitivo.

Tuve la suerte de estar de vacaciones con mi mujer y mis hijas en Asturias y ser invitado al evento por el poeta Mario Vega (Ediciones Maremágnum). Este ha sido en mi opinión un gran acontecimiento que no puedo dejar de recomendar y al que espero poder volver a asistir.

Objetos (Isabel Marina)

Aún existe un mayor resplandor,

el de ciertos objetos

en el centro de un cuarto,

las cosas que alguien usó,

los amados objetos de un muerto.

Ellos transmiten el calor

de su antigua presencia,

como un faro,

nos ilumina su estela,

su canción entre la niebla.

 

A Nuria (Borja Martín)

Cuando mañana caiga

prisionero del tiempo,

tú me verás sentado en mi escritorio;

la taza de café cada mañana,

las hojas esparcidas.

Ese será el recuerdo que te habite.

Entonces llorarás. Serán sinceras

tus lágrimas. No temas,

coge un poema y léelo en voz alta.

Recordarás entonces,

cuando mañana llegue y yo no esté,

que habitaré en los versos que te dejo.

 

Ofelia en el agua (Sara R. Cabeza)

Los peces del estanque

ven como Ofelia se mece

en los escalofríos del agua.

La más sonriente, la más grácil,

congénitamente hermosa y pura.

Y, terriblemente desconcertados,

bailan despacio a su alrededor,

bailan hasta el amanecer,

entre las flores desperdigadas,

mientras, incierto, el mundo,

los rige a todos en la sombra.