Jamal E. Benhyaoun es un poeta marroquí. Es profesor titular de literatura inglesa y estudios culturales en la Universidad Abdelmalek Essaadi de Tetuán, Marruecos, y es autor de numerosas publicaciones en árabe e inglés, incluyendo Narración, Navegación y Colonialismo (Peter Lang 2006). Es profesor de poesía clásica y moderna y editor jefe de Poems on the Edge, una revista de poesía en línea y próximamente una antología de poemas. Su poesía tanto en árabe e inglés ha sido publicada en antologías y periódicos. Actualmente está traduciendo al árabe la obra de los aclamados poetas chinos Tian He y Meier. También es conocido por sus artículos de opinión y actualmente es director del grupo de investigación sobre literatura y traducciones interculturales. Ha participado en numerosos y prestigiosos festivales literarios, entre ellos LIFFT, cuya última edición tuvo lugar en Bakú, Azerbaiyán, en 2019.
Libertad
Mientras marchábamos con los dedos entrelazados… a veces
las sombras oscilaban bajo los pinos y ramas colgantes
¿recuerdas cómo tropecé y salté como un niño
y me dijiste
«una rana no podría hacerlo mejor”…y nuestras risas chocaron con nuestros ecos
nuestros egos se elevaron y nos volvimos suaves y ligeros.
embalsamados en la luz del sol, luciendo frescos con nuestras sonrisas etéreas por todas partes
¿recuerdas cuánto odiaba el chicle pero siempre deseaba oler el sabor azucarado de tu palma?
¡qué maravillosa fue la coincidencia entre tu cinta para el cabello y el color de mis ojos!
los cielos se multiplicaron en cielos una y otra vez y nos sentimos libres…
con las manos en los bolsillos, y los hombros echados hacia atrás
la respuesta estaba lista: perfectamente envuelta entre hojas marrones.
sabía que la cena estaba sobre la mesa y que la tenue luz de la cocina proyectaba mi imagen sobre la pared, traicionando mi ausencia.
por si acaso volvía a tropezar…
por si acaso no tomo el tren aunque corra, corra y corra.
“estaba contando las nubes que flotaban por encima de la casa»
«miraba el cielo expandirse…»
«¡qué poco convincente!», decía mi madre
«estaba por aquí…»
dije.
Todo azul.
Pinta el sol de azul
por una vez
planta algunos olivos al lado de la luna
no dejes que las nubes sean solo nubes
tu morada está entre el cielo y el océano
a partir de ahí se empieza
y le cuentas la historia de la creación a tu hijo
en un sueño menos que un sueño
sigue mi consejo
¡escúchala, escúchala!
mientras ella se escapa corriendo en la distancia
todavía puedes escucharla e implorarle
permanecer tan cerca de ella como de la luna
si yo fuera tú la coronaría con raros capullos de jazmín antiguo
me gustaría que Orfeo gobernara a los pájaros
y hacerla olvidar estas historias terrenales de vez en cuando
aclararé mi voz dos veces y le cantaré por la tarde
hasta que los ecos de mi canto tornen salvajes las aguas del Bósforo
tu cielo debe seguir siendo azul
sin una nube, ni una sola nube.
La vida
Mis esperanzas
cuelgan de las ramas de olivo para contribuir por una vida mejor
una vida como un río rápido
refresca las rocas secas y los campos remotos
brinda alegría a las mujeres que quieren sumergir sus pies en aguas espumantes
invita al niño que todavía espera por un barco que lo lleve a navegar por los océanos de la fantasía
un espejo cristalino
para que una chica contemple su belleza más allá del tiempo
el circo Maximus para ver la carrera de los gorriones
y una pista de baile para exuberantes mariposas
reinventa estrellas rutilantes en la superficie del agua
mis esperanzas cuelgan en el armario
entre una chaqueta y una camisa blanca
esperando el momento, humedezco cada minuto como el rocío en las primeras horas
fresco, perfumado y vivificante.
son el botín que se guarda en el último cajón de la memoria del tiempo
que se libera con cada suspiro, cada paso
y con cada sueño anhelado que pinté en mi sueño que se despliega
mis esperanzas son ilimitadas
un imperio que se expande más allá de las fronteras
envolviendo aguas antiguas y cielos sagrados.
Traducción por Mariela Cordero.
Comentarios Recientes