Sobre el Autor:

Luis Ángel Luzardo Castellanos, “El Ángel,” nació en Caracas un 24 de Agosto de 1950. Se define como un pasajero de la vida que ocupa el puesto de la ventanilla.  Es Perito Agropecuario de corazón a la que ha dedicado cada espacio de su vida desde 1969 en su Gloriosa Escuela Práctica de Peritos (EPA) de Maracay. Abogado egresado de la Universidad de Carabobo en 1991. En ese ejercicio profesional y gremial, ha sido distinguido con la Orden Arminio Borjas en su Segunda Clase, expedida por la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela en el año 2008;  Orden Cristóbal Mendoza  en su segunda clase expedida por el Colegio de Abogados del Estado Carabobo del 2006; Condecoración Ciudad de Guigue en su categoría Botón de Honor en el año 2005; entre otros. Ha cursado estudios complementarios sobre materias agrarias a la que nunca se desvinculó. Cuentista por necesidad. Todavía insiste en reiniciar los archivos de su mente con realidades y fantasías traducidas en cuentos, autor del libro “Huellas de Juventud”, también de “Mundos Distintos” “Senderos Escritos” y el libro para niños “Pastel de Sueños”.

   El Cuarto Mágico.

A simple vista parece un cuarto cualquiera. Pero en realidad es un cuarto mágico.

El closet para los zapatos está lleno de juguetes enteros y por partes. Ellos componen una gran reserva de ideas de cómo iniciar un juego.

Los adultos no comprenden que no es un simple cuarto lleno de juguetes descompuestos y desordenados. No, es un mundo mágico donde se pueden contar muchas historias y hasta vivirlas, cada vez que su dueña se disponga a inventar alguna.

Tina Martina Patilla, es una niña de lo más bonita. Su pelo largo y ondulado cae como una cascada desde la pollina hacia su espalda. Se sospecha que viene del mar, puesto que todavía le quedaron en sus ojitos dos gotitas azules que se ven de lo más lindo en su cara. También sospechamos que viene de la Colonia Tovar porque una fresita roja y dulce alegra el color de su boca.  En definitiva ya sabemos que viene del cielo porque parece un ángel vestido de colores.

La gente no comprende porque no le gusta que personas extrañas entren en su cuarto. Las personas de más confianza tienen que ser invitadas por ella cuando así lo decida, y en cada invitación hay un juego que inventar y una aventura que vivir.

—¡Hola abuelo! ¿Quieres jugar conmigo?

—¡Si mi niña! ¡Cómo no! ¿Qué vamos a jugar hoy?

—Nos vamos de viaje para Dubái. Preparemos las maletas y acomodemos las niñas —Le dice a su abuelo mostrándole las muñecas desvestidas—. Tú vas a vestir las niñas y hacer las maletas de viaje, mientras yo, voy para Arabia vestida con este turbante y esta bata de mi mamá que me queda muy bien. También llevaré los pasaportes nuestros y se los presentaré a la policía del aeropuerto de una vez —le dice a su abuelo que está sentado en la cama haciendo lo que se le mandó.

Tina Martina, abre la puerta de su guardarropa que es de rejillas de madera, y se encuentra con una larga alfombra roja que la conduce hacia un inmenso carruaje de cristal que es tirado por seis ponis chiquitos y gorditos.

Unos señores muy amables y bien vestidos con casacas doradas y medias de seda hasta las rodillas, le preguntan para dónde quiere ir la princesa en su carruaje; a lo que Tina Martina contesta:

¡Lléveme primero a Mayami para visitar a mi tío, luego me lleva para Dubái  a visitar a mis primos, mi tía  y mi abuela que están allá, mientras mi otro abuelo viste y les da de comer a mis niñas. Luego nos regresamos a buscarlos para volver a hacer el mismo viaje pero con ellos.

Hecho lo propio, despega el carruaje hacia el cielo y en un momentico llegan a Mayami. El paje le abre la puerta de cristal del carruaje y ella se baja a visitar a su tío para luego ordenar seguir viaje hacia Dubái vestida para la ocasión con su turbante y el vestido de mamá.

Luego de visitar a sus primos, tía y abuela en aquel lejano país, Tina Martina Patilla decide regresar a buscar a sus niñas y a su abuelo, no sin antes despedirse con cariño de sus familiares queridos  y  prometerle otra pronta visita.

El gran carruaje de cristal, aterriza en la parte mágica del closet y ella se baja hacia la alfombra roja que la conduce hacia la puerta de rejilla a buscar a su abuelo y sus niñas.

¡Su abuelo estaba dormido con las muñecas abrazadas! Seguramente esperándola para emprender el viaje con su nietecita hacia todos los sitios del mundo donde ella quiera llevarlos.

—¡Tendrá que aprender a jugar conmigo! Eso debe ser porque está muy viejito…. Será mejor despertarlo. ¡Abuelooooooooooooo!!!!!!!!!!

  Y colorín colorado, el abuelo se quedó dormido.     


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