L’ocell matiner i altres poemes es la primera traducción del inglés al catalán de una selección de treinta y un poemas de los dos libros más significativos de Ted Kooser (Iowa, 1939): Delights & Shadows (2004) y Splitting an Order (2014) publicada en 2017. Tanto la selección como la traducción ha corrido a cargo de los poetas y traductores Miquel Àngel Llauger (Palma, 1963) y Jaume Subirana (Barcelona, 1963).
L’ocell matiner i altres poemes es una traducción hecha a cuatro manos, tal como nos informan los traductores en la introducción. Eso significa que no es una suma de versiones, lo cual nos asegura el éxito del resultado final. La editorial que se ha arriesgado a tal empresa es El Gall Editor, con sede en Pollença, Mallorca, una de esas pequeñas editoriales a las que queremos dar voz desde las páginas de la Revista Poémame. Editoriales que, de manera pausada y silenciosa, van ofreciendo pequeños grandes tesoros en forma de poesía que los grandes medios ignoran.
Con Jaume Subirana, ya tuve el placer de trabajar en otra traducción al catalán de una selección de poemas de Gary Snyder, Les muntanyes són la teva ment, de Tushita edicions y no tengo la más mínima duda de su categoría como traductor. A Miquel Àngel Llauger no lo conozco personalmente, pero he leído parte de su obra poética y es de lo más interesante que se puede encontrar hoy en día en las islas Baleares.
Ted Kooser representa al escritor arraigado a su pueblo, a su tierra. Es un poeta local y está orgulloso de ello. Nació en Iowa, como sus padres, donde pasó su infancia antes de trasladarse a Nebraska. Vive en Garland dedicado a sus libros e impartiendo todavía algunas clases universitarias. No ha viajado nunca a Europa. Desde Nebraska, y escribiendo sobre Nebraska y Iowa, Kooser hace poesía universal, sin fronteras. Vive en esa zona de los Estados Unidos que los norteamericanos solo conocen por verla desde la ventanilla del avión, los estados flyover. En la zona donde vivieron, antes de ser exterminados, los indios sioux y lakota.
Kooser es el decimotercer poeta laureado por la Biblioteca del Senado de 2004 a 2006 y premio Pulitzer en 2005 con su poemario Delights and Shadows, que ha llegado a vender más de 100.000 ejemplares.
La poesía de Ted Kooser está hecha de pequeñas historias accesibles al lector. Versos que nos hablan del amor, de la familia, del paso del tiempo con un lenguaje aparentemente sencillo, sin exceso de palabrería o de páginas innecesarias. Algunos lectores pueden llegar a creer que su poesía es fácil por esa aparente sencillez, pero nada más lejos de la realidad porque a veces un poema pasa, hasta darlo por terminado, por 40 o 50 borradores.
Ted Kooser es el permanente asombro frente a lo aparentemente pequeño o insignificante: las cosas de la casa que nos hacen amable nuestro día a día o las personas sencillas que son el universo que nos rodea.
La malalta mira sota la seva divertida gorra de llana com cada peu s’arrossega endavant, un darrere l’altre sota el seu pes.
The sick woman peers from under her funny knit cap to watch each foot swing scuffing forward and take its turn under her weight.
Los lectores de Kooser se encontrarán con poemas como ‘Tattoo/Tatuatge’, ‘Mother/Mare’, ‘A Jar of Buttons/Un pot de botons’, ‘Applesauce/Compota de poma’, ‘Mother/Mare’, ‘Father/Pare’… entre otros, que se mueven entre la anécdota contada, el ínfimo detalle y el golpe directo a la emoción del lector. Por ejemplo, los poemas dedicados a su madre y a su padre, el de ella escrito al mes de su fallecimiento y el del padre a los veinte años de su pérdida son de una intensa y contenida emotividad que me han transportado a la tierna canción de Pare Meu/Padre Mío de Silvia Pérez Cruz.
Aquest dia, cada any, t’encantava contar
que just quan vas néixer
la teva mare va mirar per la finestra
i va veure lilàs florits. (Pare)On this day each year you loved to relate
that at the moment of your birth
your mother glanced out the window
and saw lilacs in bloom. (Father)
La naturaleza también juega un papel importante en la poesía de Kooser; en el poema Mans que preguen / Praying hands es capaz de ligar detalles mundanos como el de unas manos que rezan con la imagen de una mariposa cerrando sus alas en el momento de descansar entre flores.
D’aquesta forma tanca les ales una papallona
quan descansa entre flors.A butterfly presses its wings like that
as it rests between flowers.
En otros poemas, Kooser ha visto historias de gente anónima, con una imagen de vulnerabilidad y de dignidad que ha querido plasmar en sus poemas para que no pasen desapercibidas y olvidadas por el paso del tiempo.
Una dona jove en cadira de rodes,
amb un ponxo de niló negre esquitxat de pluja,
avança empenyent-se pel matí…
Has vist els pianistes
corbar-se de vegades endavant per tocar les tecles…
És així com aquesta dona
toca les rodes,i alça els dits blancs i llargs,
els deixa flotar… (Un matí de pluja)A young woman in a wheelchair,
wearing a black nylon poncho spattered with rain,
is pushing herself through the morning…
You have seen how pianists
sometimes bend forward to strike the keys…
Such is the way this woman
strikes at the wheels, then lifts her long white fingers,
letting them float… (A rainy morning)
El universo de Kooser son los sesenta metros cuadrados del local, una antigua tienda, donde trabaja: libros de poesía, fotografías de familia en blanco y negro, un caballete con pinturas, objetos de su entorno rural, todo en su sitio, como sus poemas. Mirando a través de la ventana se puede ver escrito: “Poetry made and repaired”. El sentido del humor que no falte.
Lean a Kooser, merece la pena, denle una oportunidad. Lean a Kooser porque es un poeta oculto en el mundo rural, alejado de las élites literarias y que gracias a Jaume Subirana y a Miquel Àngel Llauger hemos descubierto y hemos disfrutado. Pero antes de acabar, les quiero dejar dos regalos por haber llegado hasta aquí, la voz de dos poetas:
- El poeta Biel Mesquida recita el poema Pearl traducido por Subirana y Llauger que no figura en esta edición.
- El poeta Ted Kooser presentándose a sí mismo.
Pareciera fácil pero escribir no lo es. A este texto le falta una introducción contundente, porque la introducción funciona para preparar al lector sobre lo que se viene. No es lo mismo tirarle un balde de agua fría, sin prepararlo, que al que se asoma a la puerta o ventana, con la intención de que el agua fría que le va a caer encima, por lo menos valga la pena. Y lo otro, no hacer de esto una «casa de citas», porque entonces se entiende que
se mete el relleno para engordar el texto.