Stefan Bohdan vive en Orlando, Florida, EE. UU. Está retirado del mundo de la arquitectura / ingeniería / construcción. Ahora se dedica a escribir poemas y novelas. Sus poemas han sido incluidos en múltiples libros, antologías, revistas, publicaciones electrónicas a nivel internacional. Su poesía ha sido traducida al persa (farsi), árabe, urdu, nepalí, hindi, bengalí, estonio, francés, español, japonés antiguo y holandés.
Mariposa
El vino y el hachís
abren mis ojos
me muestran señales en el cielo:
ella es como una mariposa
revoloteando por todos lados
sin cesar
la perseguimos, pero no podemos atraparla
va de jardín en jardín todos los días
para visitar sus flores predilectas
va de fuente en fuente todos los días
y sumerge sus alas en muchas aguas
nos habla en la lengua del amor
nos devora como néctar
y nos esparce como el polvo
ella enciende nuestras almas
y nuestros cuerpos se incendian
nuestro deseo por ella
es desmedido
sólo somos locos
tratando de capturar
algo tan libre:
Creo que
Dios y sus ángeles
pueden ver todo
incluso a la mariposa
y la aman
sin principio ni fin.
El amanecer se convierte en el atardecer
Cuando tu alma se canse
de lo que fue y de lo que es
y tus viejas alas ya estén demasiado débiles para volar
cuando las flores de tus jardines agonicen
cuando las aguas de tus fuentes se sequen
cuando tu amanecer se convierte en atardecer
cuando el calor se vuelva frío
cuando la felicidad se vuelva desconsuelo
cuando quieras algo real, no imaginario.
cuando desees amor verdadero, no lujuria
cuando quieras descansar en tu nido
busca a tu pobre hombre
cuyos ojos florecen en tu sol
cuya única posesión es la luz de Dios
y cien mil ángeles resplandecientes para tu goce.
Cuando quieras ser ilimitada, libre
y feliz
ven a mí, mi mariposa
yo soy
el último grano de arena
en tu reloj
esperando por ti
para siempre.
Me parto en dos.
No existe el día
o la noche
solo la Luz acechando a las tinieblas
solo la Luz dispersando a las tinieblas
como el agua refleja el sol
como las estrellas giran en llamas
como una visión cegadora de Dios
veo sombras infinitas
cercando eternamente
a una llama perpetua
hay cosas dulces de otro mundo,
detrás de ese velo de fuego
más sutil que un sueño
en un espacio de alma blanca
vacío de ruido y sombra
donde los ángeles bailan y hablan musicalmente
mi herido corazón vive
sintiendo ambos lados
sintiendo ambos reinos
mi corazón se ha roto
para este mundo poseído
mi corazón se ha perdido
no hay cielo sin ella
mi corazón late lánguido
tan frío y vacío
sin ella
tengo sed
grito
rezo
sin ella
y me parto
en dos.
Estos poemas pertenecen al libro bilingüe To my muse
Traducción al español por Mariela Cordero.
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