Enrique Morente Cotelo (Granada, 1942- 2010) fue un cantaor considerado como uno de los grandes renovadores del flamenco.

Foto: John Levin. Flickr/CC.

Desde un inicio Morente sorprende por su vuelta a los viejos cantes y por las selecciones de temas de sus primeros discos, donde destaca una sensibilidad poética y musical que surge de la poesía popular andaluza.

En 1971 Morente sacó a la luz su tercer disco: Homenaje flamenco a Miguel Hernández. El poeta de Orihuela sacrificado por el franquismo (para buscar algún familiar víctima del franquismo, haz click aquí: ihr). Esta pieza discográfica transformó  el flamenco.

El Homenaje flamenco a Miguel Hernández coincide con el acercamiento de Morente al Partido Comunista español. Algunos años después, cantó una canción republicana frente al rey Juan Carlos.

De Hernández, Morente pasó a la poesía de San Juan de la Cruz: de cantar la libertad del hombre a cantar la libertad de su alma.

Aparte de su interpretación de versos de Alberti y de Nicolás Guillén, Morente busca la fusión del flamenco con las músicas de África y el Caribe.

En su disco titulado Omega colaboró con el grupo de rock granadino Lagartija Nick y numerosos artistas del flamenco, como Vicente Amigo, Tomatito Cañizares, para experimentar y crear adaptando poemas de Federico García Lorca y temas del cantautor canadiense Leonard Cohen. Este disco ha sido todo un referente en la revolución del flamenco.

Foto: Alterna2. Flickr/CC.

Su afición por la poesía le abrió un nuevo horizonte. También su búsqueda de letras en el habla popular o en los cancioneros antiguos.

Con Morente, además del gran innovador del flamenco que revolucionó este arte, se marchó  en 2010 un notable lector de poesía y un gran cantaor de poetas.  Su hija Estrella cantó delante del féretro una estrofa de «Habanera imposible» de Carlos Cano y el poema de Federico García Lorca «El llanto de la guitarra».

Esta nueva temporada de artículos vamos a estrenar una nueva forma de finalización de los mismos: un poema.

Hoy nos vamos del llanto de la guitarra al llanto por Europa.

Europa oscura

La mañana refleja en el Mediterráneo
momentos oscuros de vida,
luminosos como el sol.
Europa, ¿no temes la oscuridad?
La luna escupe una mínima luz:
ella se aferra al cuerpo del niño muerto; él llora.
Iluminados.

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