Expoesía Soria: ¿Qué es Expoesía?
Ya el año pasado la edición tenía que ser dedicada a a Portugal, pero por diversos motivos no pudo confirmarse la invitación y se redirigió hacia el subtítulo poetas para un mundo nuevo. Este año, con más tiempo para preparar la decimotercera edición de Expoesía, se confirmaba sí o sí que había de ser el país vecino el invitado.
Programa compensado…
Comparado con las otras ediciones, el programa de la edición de 2020 ha sido el más potente con diferencia de los que he podido disfrutar de primera mano. Además de las editoriales que han estado presentes – la mayoría un valor seguro – también por todos los factores portugueses que han participado de una manera u otra: la conferencia inaugural con Antonio Sáez (profesor de la Universidad de Évora, traductor de escritores como António Lobo Antunes o José Luis Peixoto) y Filipa Soares, coordinadora de estudios de portugués en España en el Instituto Camões; la presencia de la editorial Texto Sentido (la única editorial portuguesa del encuentro) y los poetas Renato Filipe Cardoso, Olga Santos o Catarina Santiago Costa o la presentación de antologías con gusto portugués de fondo editadas por Liliputienses y Vaso Roto, por no hablar ya de los espectáculos nocturnos, que han dado un salto de calidad a la programación (Napoleón, de O Chapitô) o la lectura de textos de los editores de Texto Sentido y la conferencia de Gonçalo M. Tavares.
Todo eso se añadía una programación ya potente, a partir de la asistencia de poetas muy interesantes. Pongo dos ejemplos: la colección El Rayo Azul (dependiente de Huerga y Fierro Editores), que ha conseguido llevar a Soria a primeros espadas de la poesía estatal como Isabel Bono, Alejandro Céspedes (y su representación de El Aliento de Klai, brutal) o José Manuel Lucía Mejías y la llegada de Ángel Guinda, sonriente especie de Gamoneda aragonés, junto con el crítico Antón Castro de la mano de Olifante. O Nacho Escuín de mano de Bala Perdida editorial.
…pero ¿qué hubiera pasado sin el COVID19?
Posiblemente, sin el COVID y con un poco más de tiempo para manejar relaciones con autores, editoriales y delegaciones, habría quedado el festival de poesía más interesante de todo el estado este año. Con un par más de editoriales portuguesas, acompañando a sus autores de cabecera y la recuperación de alguna que ha quedado descolgada -ay, Polibea… -, añadida a una ligera optimización de horarios y actividades, el resultado habría sido brutal. No somos pocos los que pensamos que Valter Hugo Mãe, Jose Luis Peixoto, Ruy Ventura, Inês Fonseca… habrían dado el espaldarazo definitivo a la edición, pero el tiempo y la pandemia se han llevado muchos proyectos por delante, lamentablemente.
Aun así, Expoesía 2020 ha sido notable, un ejemplo de cómo con una optimización de recursos y ganas puede ofrecerse una oferta cultural variada y de calidad. Expoesía y Soria están pisando la golosa línea del paso adelante: hacer las cosas como se están realizando es para quitarse el sombrero, pero si se va más allá, el resultado puede ser espectacular. Sin embargo, ese paso no se podrá dar únicamente con ganas y buena voluntad.
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