¿Qué es Expoesía? 

Un encuentro de este tipo tenía que realizarse sí o sí en Soria. Asociada a perpetuidad con nombres como Bécquer, Antonio Machado o Gerardo Diego, no es descabellado pensar que la única feria del libro dedicada a la poesía en todo el estado se celebra en Soria desde hace trece años. A lo largo de los próximos días intentaré mostrar por qué son necesarios encuentros como Expoesía; por qué se tienen que proteger y potenciar acontecimientos como este. Para que eso suceda hay que poner nombre a las cosas: a los editores más sensibles, verdaderos picapedreros que transmiten saber hacer desde la sensibilidad. Hacer una feria del libro de poesía puede parecer sencillo, pero desarrollar dicha idea en el momento actual, tan incierto y débil es una tarea realmente compleja, sobre todo si uno tiene que valorar la cantidad de tangibles que coexisten en el firmamento poético (editoriales, autores, colecciones…) y la idea que tienen muchos gestores de ver la cultura como un gasto más y no como una inversión al mismo nivel que la sanidad, la educación, los servicios sociales y de atención a las personas o la conservación del patrimonio natural y monumental.

Expoesía, además es poner cara a los nombres y desvirtualizar las relaciones digitales desarrolladas desde la red y los intereses comunes. En cada edición aparecen nombres interesantes a los que seguir, leer, tomar nota. Un año es Juan Carlos Mestre; al siguiente Maribel Andrés Llamero o Carlos Catena. O Luisa Miñana (llegué tarde: un descubrimiento del año pasado. Una poeta que hay que seguir bien de cerca) y Alejandro Céspedes en la edición de este año.

Expoesía ofrece al lector (porque todos los poetas somos lectores de poesía) una oportunidad única para descubrir realidades que se escapan de nuestra mirada cercana. Este año, el país protagonista de la edición es Portugal: el país fronterizo que olvidamos a menudo. Vecinos que parecen siempre meditar, atentos y sonrientes: hasta Soria ha llegado la editora Texto Sentido con una golosa propuesta de la que habrá tiempo para hablar, pero también con la actitud con la que se tiene que afrontar Expoesía. Con el entusiasmo de quien llega para disfrutar y ofrece su complicidad en forma de sonrisa. Disfrutaremos.