Hoy vamos a charlar con Carola Martínez Arroyo, formadora de lectoras y lectores, librera, editora y escritora. Nació en Santiago de Chile en 1972. Estudió Psicología y trabaja como especialista en literatura infantil y juvenil. Autora del blog www.dondevivenloslibros.com, recibió el Premio Pregonero a Publicación Digital en 2012. Es una activa promotora del libro y la lectura y coordinó el Plan de Lectura de la ciudad de Buenos Aires durante seis años.
¿Cómo decidiste hacerte librera?, ¿acaso eres una romántica sin esperanza como el protagonista de Farenheit 451?
Decidir, creo que no decidí. Me pasó. Y fui siguiendo ese destino. Cuando llegué a Argentina mi segundo trabajo fue hacerme cargo de una librería pequeña en Palermo. Así que casi diría que me ocurrió. De todas maneras es un oficio que me fascina.
Cuéntanos brevemente la historia de tu librería, ¿qué tiene de especial?
La librería Donde viven los libros nació naturalmente de un recorrido personal. Fui librera y luego comencé a trabajar de mediadora, más tarde empecé a trabajar en gestión de políticas públicas, tenía un blog y un grupo con el que reflexionamos sobre los libros para niños y niñas y naturalmente necesité poner a disposición de otros esos libros que seleccionaba y recomendaba todo el tiempo.
Nació como una librería online en el 2016, una de las primeras que era en la nube y que por el público al que estaba orientada necesitó tener un lugar físico para que las clientas (son mayoritariamente mujeres y mayoritariamente docentes, maestras, bibliotecarias) pudieran tocar el material. Así que físicamente está en el garaje de mi casa. Y es por eso que no publicamos la dirección por todos lados y hacemos citas con las clientas. Pasamos por momentos en los que creímos que no daba para más. Comercialmente las librerías tienen muy poco margen de ganancias. Pero la pandemia nos dio un nuevo aire. Al contrario de las librerías físicas que se tuvieron que adaptar a las nuevas condiciones, teníamos la expertis de la venta online, de la virtualidad, del envío a domicilio, así que rápidamente pudimos ponernos a trabajar.
Y ¿qué tiene de especial? Es hermosa (y no solo porque es mía) es hermosa y tiene un acervo muy cuidado, elegimos cada libro. Es una librería especializada en libros para niños, niñas y adolescentes. Tenemos mucho material para docentes y bibliotecarios/as y mucho material para pensar la didáctica y la pedagogía de la lectura. Todo el tiempo estamos pensando en lo que Genevieve Patte llama “los libros imprescindibles para crecer”.
¿Cuántos títulos tenéis aproximadamente?
Es una librería mediana, tenemos unos 1500 títulos. Y manejamos mucho material de fondo de las editoriales. No ponemos especial atención en las novedades.
¿Cómo es el cliente tipo de la librería?
Acá va a responder Javiera que es quién hace esta tarea cotidianamente.
Con el tema de que es online tenemos muy claro cuál es el perfil de nuestras clientas. Son mujeres de entre 30 y 50 años. Por un lado nuestras clientas son docentes, bibliotecarias, mediadoras de lectura. Y por otro, somos la librería de la familia que acompaña a los niños y niñas mientras crecen. De hecho conocemos a los niños y niñas y guardamos sus preferencias que cuando llega un libro que puede que les guste les escribimos. Son esas clientas a las que todo el tiempo les estamos hablando.
Hay un montón de librerías especializadas que surgieron con la pandemia y que están pensando en otros públicos. Nosotros con el tipo de curación que tiene nuestro material podemos llegar a una clienta que quiere comprar los regalos para los cumpleaños y también a una biblioteca escolar que necesita libros para ampliar su acervo.
¿Cuánto tienes de comerciante y cuánto de agente cultural?
0% comerciante. Creo que haría todos los cursos que existen que puedan convencerme de que esto tiene que ser un negocio.
Dime tres requisitos imprescindibles para ser librera.
Imprescindible solo uno: Leer. Y ¿puede ser uno más? Leer críticamente.
Más allá de las dotes comerciales lo más importante es conocer el material que estamos ofreciendo.
¿Cómo haces para recomendar libros?, ¿tus gustos?, ¿la vestimenta de quien te pregunta?, …
Hago una pregunta que para mí siempre ilustra qué tipo de lectora es la persona: ¿Qué fue lo último que leíste y te gustó mucho?
Y yo hago de recomendar una parte de mi trabajo. Yo recomiendo lo que me gusta y dejo de recomendar lo que me parece olvidable. Creo que no recomendar también es decir algo al respecto.
¿Tienes alguna receta para incentivar la lectura?
No hay recetas para incentivar la lectura. Tampoco es un hábito. Si me siguen en Instagram van a encontrar varios post sobre el tema. Lo mismo si leen mi último libro que es sobre selección de libros que publicó la Biblioteca Nacional del Perú. Porque otra de mis tareas es trabajar con políticas públicas de lectura y escritura.
Pero volviendo, no hay recetas. Quizás forzándome a decir algo al respecto pueda señalar que lo más importante es el acceso. Poner a disposición.
¿Crees que los libros digitales están cambiando el mercado?
Sí, totalmente. Y somos lentísimas para entender el cambio. Creo que lo único que realmente me preocupa es que los libros en papel se conviertan en un lujo. El resto que cada uno encuentre el soporte que lo acomode.
¿Cuál es el rasgo diferencial de tu librería respecto a otras de la ciudad?
Mi librería es especial porque es fruto de un trabajo que vengo haciendo desde hace más de 20 años. Porque me dedico a esto desde muchos lugares. Soy escritora, formadora de lectoras y lectores, me dedico a las políticas públicas de lectura, estudio bibliotecología y la librería es un lugar natural en el que vuelco todo eso que hago. Es una librería donde quien la visita va a encontrar libros que realmente amamos y que estamos convencidas que pueden hacer una diferencia.
¿Cuál ha sido tu momento más dulce o la anécdota más divertida que has vivido como librera?
Los más dulces cuando nos piden elegir el primer libro para un/a bebé. O cuando en medio del aislamiento de 2020 nos mandaban los videos de las reacciones cuando llegaban sus libros.
¿Qué es lo que más odias de un cliente y de tu profesión?
Lo más difícil ahora es el impacto de los precios de los libros. Lo que más odio es el problema del acceso y cuántas personas, cuántos niños y niñas se quedan sin libros. No me gusta nada cuando el cliente o la cliente asume que los libros deberían tener descuento. Los descuentos están prohibidos por la ley del libro. Y cuando hacemos descuentos especiales estamos entregando al cliente nuestra ganancia. Y eso muy poca gente lo entiende.
Y ya que me estoy quejando, aprovecho de quejarme de la carga administrativa que tiene una librería, entre ingresar, guardar, contar y devolver libros nos pasamos gran parte del tiempo.
Para terminar me gustaría que nos recomendases los tres libros que más te han apasionado y el que nunca volverías a leer.
Los que más me han apasionado y que puedo decirle a todo el mundo que los niños y niñas deben leer son:
Donde viven los monstruos
En el arca a las ocho
El verano que mi madre tuvo los ojos verdes.
El que menos:
El monstruo de los colores y las antiprincesas. No los vendemos en la librería y sí nos perdemos muchas ventas. Pero es así, tengo que ser fiel a lo que predico.
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