En el silencio de la madrugada

Me derramo irremediablemente.

Estas palabras de Luisa Chico, incluidas en el poemario Exs, 50 escalones hacia el olvido representan, acaso, un paradigma del conjunto del libro; porque de silencio omnipresente, de madrugadas solitarias, de fatalidades vestidas de pérdida y de llantos derramados está impregnada hasta la médula de la última letra esta obra de Luisa. La escritora brinda en estas páginas el regalo de la conciliación desde la ausencia a los hombres que han significado algo importante en su vida. Sus palabras son un canto cadente de concordia para aquellos que escribieron pasión y vida en sus días. Y también lo son para ella misma, puesto que verbalizar su dolor, su sentir de pérdida, de engaño, de añoranza o de ocasos del corazón la eleva a un estado de bienestar que solo alcanzan los espíritus en calma.

Leer a Luisa Chico hoy es escuchar una voz reposada que mira atrás desde el sosiego que recuerda con afecto y alguna lágrima díscola las andanzas vitales en las que el amor la hizo vibrar de pasión. No es común este ejercicio. Cantar en primera persona aquello que te ha dejado vacío o abandonado es propio solo de almas libres, libres de pensamiento, libres de acción y sobre todo libres de rencor. Hacer las paces con el pasado, por muy aciago que haya sido, puede ser una gran lección de vida y este libro nos lo ofrece danzando en una métrica a veces con olor a romance popular y otras con un verso libre y anárquico que pretende romper fondos y formas. El léxico preciso y lúcido se mueve por expresiones apelativas llenas de incertidumbre, decepción o añoranza. Es su manera de leerse a sí misma en la memoria y escribirse poniendo sin miedo el dedo en la llaga, su llaga. Y nada de esto es casual, es todo absolutamente deliberado porque lo que ella quiere es esculpir un punto y final lírico a un tramo de su trayectoria vital que se le antoja necesario cerrar. 

Los versos de Exs, 50 escalones hacia el olvido manan serenos entre efluvios de amores pasionales (“eres el único ser que hace que mi diapasón vibre hasta el infinito y más allá”), y maguas incurables (“yo te pienso envuelta en esta tristeza en la que me dejan tus recuerdos cuando no consigo desprenderme de ellos”). Los escalones hacia el olvido que la poeta traza en estas líneas no dejan indiferente a nadie. Sus versos gritan como gargantas desgarradas que buscan por un lado el sonido del portazo a un pasado que duele y por otro el abrazo afable de un adiós sin dramas. Toda una lección de sinceridad, sentimiento a toda vela y cordialidad sin ambages la de Luisa chico en estas páginas. Una hoja de ruta envidiable para cualquiera de nosotros, una ventana abierta a la paz con ella misma y con el mundo en la que ahora podemos entrar. Pasen y lean.

Luisa Chico, nacida en Santa Cruz de Tenerife, es una escritora, etnógrafa, folclorista y gestora cultural de largo recorrido. Fundadora de Acte Canarias (Asociación Canaria de Escritores/as) en 2018, donde ejerció como presidenta hasta el año 2020. En la actualidad es Presidenta-fundadora de Tamasma Cultural, asociación cultural y literaria canaria.

Si vives en Gran Canaria puedes asistir a la presentación de su libro el 24 en Las Palmas y el 25 en Arucas. Más información aquí: