Miguel Ángel Díaz Hernández, nació en 1952, en Icod de los Vinos, Tenerife.
Forjó su futuro simultaneando sus estudios con el trabajo, realizando su carrera universitaria como psicólogo en la Universidad de la Laguna.
Tesorero de Acte Canarias desde febrero de 2024. Coordinador de la Tertulia Escribamos, y conductor del programa de Acte Canarias «Letras que hablan», en Onda Aguere-Radio Geneto.
Lange es el nombre con el que comienza a escribir desde muy joven y que mantiene a lo largo de su vida literaria, sin embargo, en el mundo social y profesional es más conocido como Miguel Díaz.
Muchos poemas sociales y de denuncia fueron escritos por él en los años difíciles de la dictadura, formando parte de periódicos clandestinos. También publicó en la desaparecida Tarde, periódico vespertino más importante de Tenerife durante décadas, vieron la luz algunos de sus versos. Otros poemas, más intimistas, filosóficos o religiosos, formaron parte de obras de teatro y montajes poéticos en su pueblo, o en las diferentes organizaciones en las que militó durante muchos años.
Lange Aguiar, como escritor, evoluciona, dejando atrás su silencio de años y ahora nos ofrece unos poemas libres rompiendo toda norma y estructura. Sus últimos poemarios Ser de luz, hijo de la tierra y Retazos del ser son una expresión máxima de este sentir.
En 2024 le fue concedido el Premio Pablo Neruda del instituto panamericano de las letras, el premio Mundial Smart Lion Gold a la excelencia literaria de Ecuador
Acostumbrados a leer la emoción de su poesía, Lange Aguiar nos sorprende en esta novela con la intensidad de su narrativa.
Este libro nos acerca mucho más al autor, a su vida, a sus emociones, aparte de su pasado que creemos intuir entre líneas en la historia que nos cuenta.
Una historia que juega con nosotros, obligándonos a danzar entre el pasado y el presente de su protagonista, Leguin, a saltos entre capítulo y capítulo, sin poder abandonar la lectura en ningún momento.
Bandazos que nos van acercando a la verdad de la historia que Lange ha querido contar. El autor, en esta historia, nos acerca a su vida como él mismo dice en el primer capítulo:“Esa parte de mi vida emocional, corporal, terrenal… que me marca y me hace ser tan humano, tan loco, tan visceral o pasional”.
Doy las gracias por la invitación a escribir este modesto prólogo porque la lectura intensa de la novela me ha llevado a conocer, un poco más, a su autor. Alguien que admiro y aprecio por el trabajo incansable que hace en pro de ayudar a los demás. Yo tampoco sé si es un ser de luz o simplemente refleja las luces de los demás, en todo caso, yo me siento feliz por acercarme a su luz y poder acompañarle en un tramo de este camino incierto que es la vida.
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