Ha-seok Lee 이하석 Nació en 1947 en Goryeong, Gyeongsangbuk-do. En 1954, poco después de la guerra de Corea, se trasladó a Daegu con su familia y creció cerca de un pueblo de refugiados en Daemyeong-dong. Las ruinas de la posguerra se convirtieron en el patio de recreo de su infancia, y esta experiencia se convirtió más tarde en un tema central de su poesía, dando forma a lo que se conoce como la estética de los «paisajes en ruinas». Debutó en la literatura en 1971 con una recomendación poética en la revista Hyundai Sihak(Poesía Moderna). Entre sus poemarios figuran Transparent Inside, Mr. Kim’s Profile, We, Strangers, Cypress Fence, On Fridays, I Look Far Away, Drawing Goryeong, Rust, Things, Correspondence, Between Love, Roots of Thunder, Rhapsody of Hyangchon-dong y The Future of Memory. También publicó el poema épico Haewol, Song of the Road. Lee ha recibido numerosos premios literarios, como el Premio Literario Kim Soo-young, el Premio Literario Docheon, el Premio Literario Kim Daljin, el Premio Literario Kim Gwang-hyeop, el Premio de Poesía Lee Yuk-sa y el Premio Literario Budista Moderno.

Paisaje trasero 1

En el callejón trasero, junto al depósito de chatarra,

la puesta de sol se rompe en fragmentos de vidrio desechado,

y la hierba siente un pulso asesino a través de las esquirlas de vidrio.

Cae la noche, las gotas suspendidas en el aire

se aferran a las frías superficies metálicas, resplandecientes –

sus interiores transparentes quedan al descubierto en la oscuridad.

Algunas sucumbiendo a su propio peso,

gotean y se filtran en el suelo,

llegan a las raíces y se mezclan con óxido rojo,

tornándose en charcos de agua oxidada.

otras se evaporan, desapareciendo en la oscuridad.

Bajo la tierra, trozos de metal enterrado bloquean el camino de las raíces,

con el tiempo se entrelazan con ellas, se vuelven lánguidas.

La hierba cubre las pocas historias impresas en un periódico,

sorteando el camino del metal, domándolo cómodamente pero de manera constante,

antes de que se extiendan hacia el próximo destello de rocío.

El mar de parto

El Mar del Oeste nutre toda vida, incluso las humildes algas marinas,

constantemente agitadas y revueltas por el implacable oleaje.

Raspando sus bordes con olas que surgen de sus profundidades en ebullición,

obligando a los bañistas a retroceder, jadeando:»¡Oh, Dios!»

pero borrando nuestras huellas en capas en un instante,

arañando sin cesar sus propias fronteras,

hirviendo como una olla de sopa de algas,

circula constantemente alrededor de la costa distante.

Como una nueva madre que llora, agitando sus extremidades,

pero finalmente, con alivio, da a luz a su hijo,

El mar, burbujeante como una sopa de algas,

nunca deja de sacar algo de sus húmedas profundidades.

Un hombre, dirigiendo cuidadosamente su barco de pesca,

nervioso por el parto de su esposa en casa,

siente el tirón de las olas, como los dedos de su esposa que lo instan a regresar,

pero todo lo que saca de la olla del mar hirviente

es un arco iris ondulante.

Más allá del horizonte, las nubes se elevan como vapor,

y por fin, sobre el techo de las olas,

resuena el llanto de un recién nacido: «¡Wah!».

Piedra

1

Como la piedra es hueca en su núcleo,

su grano desigual, como el agua.

Así me quedé, como olas que nunca alcanzan la orilla.

Mi mirada desesperada sólo crea

una grieta en tu dirección.

2

¿En qué tipo de piedra

me estoy condensando?

Lentamente, me hundo en tus profundidades.

Cuando te arrojo una piedra

sólo queda la mirada de la piedra que se va.

Traducción al inglés por Joo-Hyun Song 송주현

Traducción al español por Mariela Cordero


Las colaboraciones en Poémame no son remuneradas, así que si disfrutaste de este artículo nos gustaría invitarte a apoyar a nuestra colaboradora Mariela Cordero en Ko-fi. ¡Muchas gracias!

Buy Me a Coffee at ko-fi.com