Las diosas que hay en mí de Amalia Sanchís es una poderosa reivindicación de la memoria ancestral femenina a través de madres, hijas, hermanas y diosas. No se trata de una colección de poemas sueltos. La poeta construye un corpus narrativo unificado donde la voz poética se asienta en la estirpe de “mujeres que han rehusado a sus hombres”, guardianas de una herencia hecha de resistencia, dolor y esperanza.

Sanchís establece una línea de continuidad entre las guerreras, paridoras y cuidadoras del pasado y las mujeres del presente que, desde la invisibilidad, siguen sosteniendo el mundo. Las diosas que hay en mí se articula como un renacer, donde lo sagrado femenino recupera su lugar perdido frente a la hegemonía patriarcal. El tono es elegíaco, pero nunca resignado. Cada poema es una invocación a una Diosa: a Artemisa, a Vesta, a Yemayá, a Idun; símbolos de la independencia, el hogar, la sabiduría y la renovación. 

En versos como “nos morimos, hermana, / pero seguimos en pie”, late una afirmación que convierte el dolor en impulso. La muerte, la pérdida y el silencio se transfiguran en energía, en una metamorfosis constante del alma femenina. La musicalidad del verso libre, junto a las imágenes de la tierra, el fuego y la sangre, construyen un lenguaje ritual, donde la poesía se vuelve acto de sanación y conjuro.

A su vez, hay una conciencia histórica y política: la denuncia de la exclusión (“ellos escribieron la historia —que no es la tuya—”) convive con la voluntad de reconstruir un nuevo relato colectivo desde la experiencia femenina (“las mujeres de casa construimos el mundo cada día y lo destruimos por la noche para ponerlo a salvo”).

La voz lírica se mueve entre lo mítico y lo íntimo. Desde los campos y ríos donde las hembras paren solas, hasta las ciudades modernas donde el barro impide avanzar, el poemario traza una geografía simbólica del cuerpo y del espíritu. 

En su conjunto, Las diosas que hay en mí puede leerse como una odisea femenina contemporánea, donde la narradora transita del silencio a la revelación, del sometimiento a la conciencia de su poder. Al final, la mujer-poeta se reconoce incompleta, pero en construcción, cosiendo sus heridas “con hilos de oro”, lista para llegar “vestida de reina / al palacio de la Luz”.

Este poemario es más que una lectura; es una experiencia. Es un viaje a través del dolor y la belleza de ser mujer en una historia escrita por otros. Es un reconocimiento a las «mujeres de casa» que, a escondidas, «cosen alas / a nuestros pies encadenados«, y un homenaje a todas aquellas cuya huella intentó ser borrada.

Con una voz poderosa, Amalia Sanchís nos entrega una valiosa contribución a la poesía contemporánea en castellano que aborda la experiencia femenina desde una perspectiva de recuperación ancestral y empoderamiento. Una poesía combativa, cargada de imágenes épicas y una profunda resonancia con el poder de lo femenino.

Un apunte editorial: Las diosas que hay en mí, editada por in-VERSO ediciones, ofrece una excelente edición bilingüe (castellano/catalán), con la magnífica traducción al catalán a cargo de Anna Aguilar-Amat.