Leyendo La España vacía. Viaje por un país que nunca fue de Sergio del Molino, Turner publicaciones, 2016, encuentro esta cita y unos comentarios suyos que me hacen reflexionar.
¿Os acordáis de la película Perros de paja de Sam Peckinpah? A mí me impresionó cuando la vi y nunca la he olvidado. Una historia de violencia rural contra el de fuera, el de la ciudad que se queda con la chica guapa del pueblo.
Una violencia como la que se puede encontrar en toda pequeña comunidad, lejos del romanticismo que le damos desde la capital. Una violencia nacida del aburrimiento, de la moral de vía estrecha, de la envidia, de la falta de futuro y expectativas; técnicamente se llama heterofobia o miedo al otro. El nosotros versus el ellos como amenaza: el pueblo vs la ciudad, el blanco vs el negro, el hombre vs la mujer, la región vs el estado, el hetero vs el homo, …
¿Sabemos vivir fuera de nuestra tribu, del nosotros?, ¿quién es nuestra tribu?, ¿sabemos aceptar al diferente, al ellos?
La ironía es que todos nosotros en algún momento de nuestra vida somos el nosotros amenazado; y también el ellos, la amenaza.
Pienso que esa doble moral de violencia nacida del aburrimiento, de la moral de vía estrecha, se da en la ciudades también, que están descompuestas en tribus sociales, de idioma, inclinaciones políticas o sexuales, infinidad de tribus que se miran de reojo.
El ser humano, históricamente siempre recela de quien discrepa y sobretodo de quien no comprenden.
Tienes razón, pero en mi caso ya daba por supuesto que también se daba en las ciudades. Gracias por comentar.
El hombre es el peor enemigo del hombre.
Por cierto, viajé, lleva acento.
Un abrazo para ti…
Depende … Si es verbo en pasado tienes razón, pero si es un nombre, un sustantivo, ‘el viaje’, no lleva acento.
En este caso, el autor del libro no se equivocó… Un abrazo.