Conocí a Jordi Cubiró en la librería Alibri de Barcelona cuando participé en un recital poético y posteriormente intenté organizar una presentación de un libro. De entrada me sorprendió su trato afable y cómo intentaba encontrar soluciones simples y acertadas a las dudas que le planteaba. Eso es muy de agradecer.
Jordi Cubiró, es Diplomado en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Barcelona. Graduado en la primera promoción de la Escuela de Librería de la UB (2012-2013). Ha trabajado como bibliotecario en varios museos (MNAC, Museo Etnológico, etc.), en empresas de gestión documental (DOC6, etc.), en la Biblioteca Episcopal del Seminario de Barcelona (BPEB) y en la librería Díaz de Santos (Barcelona) . Actualmente es librero en Alibri desde 2008 y desde 2012 ejerce, entre otros, de responsable de eventos y difusión. Actualmente ocupa el cargo de vocal en el Gremio de Libreros de Cataluña.
Le propusimos iniciar un nuevo apartado, Sábado con un librero, en la sección de entrevistas de la revista y aceptó. Aquí tenéis sus respuestas.
– ¿Cómo decidiste hacerte librero?, ¿acaso eres un romántico sin esperanza como el protagonista de Farenheit 451?
Siempre he sentido cierta devoción por los libros y la lectura y por ello estudié Biblioteconomía y Documentación. Afortunadamente acabé ejerciendo de librero , lo que me ha permitido estar rodeado de libros.
– Cuéntanos brevemente la historia de tu librería, ¿qué tiene de especial?
Alibri fue fundada el 1925 bajo el nombre de Herder. Por diferentes motivos en 1999 se cambió el nombre a Alibri pero se mantiene bajo la misma propiedad fundadora de la librería.
La librería fue fundada el año 1925 por una iniciativa de la editorial Herder de Freiburg (Brisgovia, Alemania). La librería fue desarrollando su actividad a lo largo de los años con total normalidad, hasta que estalló la Guerra Civil Española(1936). En aquella época, la librería tuvo que interrumpir su actividad cuando una organización republicana la expropió. Superada esta etapa, empezaron de nuevo los problemas dado que la librería era de propiedad alemana, los conflictos con la Comisión Interaliada eran constantes, sufriendo además las dificultades propias de la posguerra de la Guerra Civil, y de la Segunda Guerra Mundial.
Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial la librería recuperó su estabilidad lo que permitió ir creciendo y evolucionando constantemente. Así en el 1941 la Universidad de Barcelona da a la librería el título de Librería Universitaria como reconocimiento a la calidad de su fondo editorial y al servicio que ofrecía al mundo de la docencia y la cultura.
1999 fue un año importante pues fue entonces cuando la librería cambió su nombre pasando a llamarse Alibri Llibreria en vez de Herder, y desde entonces hasta ahora.
– ¿Cuántos títulos tenéis aproximadamente?
Aproxímadamente 100.000 ejemplares, unos 80.000 títulos diferentes.
– ¿Cómo es el cliente tipo de la librería?
La mayoría de nuestros clientes son universitarios (docentes o alumnos) y clientes asiduos con un alto nivel cultural y adquisitivo.
– ¿Cuánto tienes de comerciante y cuánto de agente cultural?
Me gusta pensar que tengo las dos almas a partes iguales.
No se puede olvidar que la librería es un negocio al mismo tiempo que vendemos y difundimos cultura.
Sin leer y sin cultura no se puede ser un buen librero y sin vender tampoco se es buen librero.
– Dime tres requisitos imprescindibles para ser librero.
Leer, tener varios intereses culturales y saber gestionar, económica y administrativamente, un negocio (estoc, novedades, selección, etc.)
– ¿Cómo haces para recomendar libros?, ¿tus gustos?, ¿la vestimenta de quien te pregunta?, …
Pregunto cuáles han sido las lecturas que más les han gustado y marcado. También que libro desearían o les apetece leer y cual es el último que han leído y disfrutado, Una mezcla de todas estas preguntas.
– ¿Tienes alguna receta para incentivar la lectura?
Dependiendo del libro si la sinopsis no les atrae seguro que no leerán el libro, que no tengan prisa y se dejen seducir por un argumento o sinopsis. Cada libro tiene su lector y viceversa, el secreto y dificultad está en encontrarse y descubrirse mutuamente.
– ¿Crees que los libros digitales están cambiando el mercado?
No mucho, tanto es así que nosotros no vendemos libro digital.
Lo que creemos que cambia el mercado son las nuevas formas de ocio (TV, Internet, telefonia móvil, plataformas multimedia (Netflix, etc..) y de compra (Amazon, etc.)
– ¿Cuál es el rasgo diferencial de tu librería respecto a otras de la ciudad?
La calidad de nuestro fondo y el trato y atención de las compañeras. Sin olvidar nuestra situación privilegiada en el centro de la ciudad y frente a la Universidad durante más de 95 años.
– ¿Cuál ha sido tu momento más dulce o la anécdota más divertida que has vivido como librero?
El día de Sant Jordi (23 de abril). Mi trabajo de coordinación en la firma de autores de este día me permite el contacto directo con autores, editores y público en un ambiente festivo y de felicidad.
Quizás como anécdota recuerdo con especial cariño el día que un cliente me confundió con un escritor y me pidió que le firmara su libro. Intenté hacerle entrar en razón pero creyó que estaba bromeando y no cesó en su empeño por lo que
finalmente tuve que firmarle el libro como si yo fuera el escritor. A veces todavía viene a la tienda y me comenta cada novedad que saca el «auténtico» escritor sin yo poder llevarle la contraria.
– ¿Qué es lo que más odias de un cliente y de tu profesión?
Qué digan, con mala cara, que un libro es carísimo (la mayoría son de menos de 20 euros) sin dar valor a su producción (editor, impresor, etc..) y al tiempo de uso y disfrute.
Muchas gracias Jordi por habernos dedicado un rato a contestar las preguntas y te deseamos mucha suerte en el futuro. Y a vosotros, lectores, esperamos que hayáis disfrutado y gracias por haber llegado hasta aquí.
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