Ya hemos hablado de la importancia de las estrofas de 4 versos en la poesía hispana, no sólo en la
historia de la poesía clásica, sino en la actualidad.
Anteriormente analizamos las estrofas de 4 versos de Arte Menor (8 sílabas métricas o menos) y
de Arte Mayor (más de 8 sílabas métricas), ahora hablaremos de las estrofas de 4 versos Mixtas.
Con “Mixtas” queremos hacer una recopilación de las estrofas más significativas y ampliamente
utilizadas de 4 versos que combinan versos de arte menor y versos de arte mayor.
Como suele suceder con las otras estrofas pueden ser un poema en sí mismas, o pueden formar
parte de un poema mayor, ya sea del mismo tipo de estrofa, o combinadas con estrofas diferentes.
¡Comencemos!
El Cuarteto Lira:
Es una estrofa de cuatro versos que combina heptasílabos y endecasílabos. Es una de las formas
“aliradas” introducidas en España desde la literatura italiana.
Tiene la particularidad de que la manera de combinar los versos es variable; pero la disposición
de rimas, sigue dos esquemas fundamentales:
– O riman primero y tercero y segundo y cuarto; o,
– riman primero y cuarto y segundo y tercero.
Es una estrofa de rima consonante. Sin embargo, algunos poetas han utilizado el mismo esquema
con rima asonante.
Los esquemas posibles serían: AbBa, aBAB, AbAb.
Veamos un típico ejemplo AbAb:
¡Cuán solitaria la nación que un día (A11)
poblara inmensa gente, (b7)
la nación cuyo imperio se extendía (A11)
del Ocaso al Oriente! (b7)
José de Espronceda
Ahora veamos ejemplo de su aplicación asonante:
¿Adónde voy? El más sombrío y triste (X11)
de los páramos cruza, (b’7)
valle de eternas nieves y de eternas (X11)
melancólicas brumas. (b’7)
Gustavo Adolfo Bécquer
Pueden notar, un uso común en Bécquer, que su esquema deja libres los versos 1 y 3, y rima en
asonante los versos 2 y 4.
El Cuarteto Lira Suelto:
Es una combinación de tres heptasílabos seguidos de un endecasílabo que no llevan rima, ni
asonante, ni consonante (todos son versos libres).
Veamos un ejemplo:
A la orilla del mar,
en una hermosa acera
de una gran avenida,
nos sorprendió un suceso prodigioso.
Jorge Guillén
La Seguidilla Gitana:
Cuando analizamos las estrofas de arte menor, hablamos de la “seguidilla simple”, dado que
aunque combina versos de diferente métrica (heptasílabos y pentasílabos) ambos son de arte
menor.
Cabe decir que la “familia” de las seguidillas es amplia.
La Seguidilla Gitana es una estrofa que alterna hexasílabos (primero, segundo y cuarto versos)
con un endecasílabo (tercero verso).
Riman en asonante el primer verso con el tercero y el segundo con el cuarto (6a’6b’11A’6b’).
Algunas veces sólo riman en asonante el 2 do con el 4 to versos.
Se afirma que el mayor cultivador de la seguidilla gitana es Manuel Machado. Veamos un
ejemplo:
Las que se publican
no son grandes penas;
las que se callan y se llevan dentro
son las verdaderas.
Manuel Machado
Otra de las variantes es que el último verso puede ser decasílabo, quedando la estructura
(6a’6b’11A’10B’).
La Seguidilla Real:
Es otra variante de la seguidilla simple. Creada por Sor Juana Inés de la Cruz.
Utiliza comúnmente rima asonante en los versos pares, quedando el primer y el tercer versos
sueltos.
El primero y el tercero son decasílabos, y el segundo y el cuarto hexasílabos, quedando la
estructura original (10X 6a’ 10X 6a’).
Veamos un ejemplo:
Sin farol se venía una dueña
guardando el semblante,
porque dice que es muy conocida
por las Navidades.
Sor Juana Inés de la Cruz
Posteriormente algunos autores la utilizaron con rima consonante en los pares, dejando los
impares sueltos. Veamos un ejemplo:
Apreciar el brillo de la aurora,
bella bienvenida,
la interconexión entre los seres
en alta medida.
La esencia misma de la bondad
dulce y agradecida,
luces, flores, aves, mariposas…
¡Gracias a la vida!
Alda Pascuzzo-Lima
La Endecha Mixta:
Es una variante de la Endecha que alterna versos hexasílabos con versos heptasílabos y
pentasílabos. En general, riman en asonante el segundo con el cuarto, mientras el primero y el
cuarto quedan libres, quedando la estructura (6/7x 5a’ 6/7x 5a’).
Río de Sevilla 6x
¡cuán bien pareces 5a’
con galeras blancas 6x
y ramos verdes! 5a’
Lope de Vega
La Endecha Real:
Es una estrofa variante de la Endecha formada por tres versos heptasílabos y un endecasílabo.
Esta estrofa fue inventada por Pedro de Espinosa en su poema “Los montes que el pie se lavan”.
Su propuesta es consonante, rimando el primer verso con el segundo y el tercer verso con el
cuarto, quedando la estructura (7a 7a 7b 11B).
Veamos un ejemplo:
¡Oh, perdido primero
tras un jabalí fiero!:
no te pierdas ahora
tras esa que te huye cazadora.
Pedro de Espinosa
Sin embargo se fueron sucediendo posteriores variantes, entre las cuales destaca la rima asonante
entre el segundo verso y el cuarto, dejando libres al primer y tercer versos, quedando la estructura
(7x 7a’ 7x 11A’).
Por ejemplo:
Rompe el volante leño
los cristales turquíes,
burlándose del Euro,
que más cojea cuanto más le sigue.
Francisco de Trillo y Figueroa
La Estrofa Alcaica:
Estrofa alcaica se entiende una estrofa compuesta de dos endecasílabos alcaicos, un eneasílabo
alcaico y un decasílabo alcaico. Atribuida al célebre poeta Alceo de Mitilene.
La estrofa alcaica fue ampliamente usada en el mundo latino, especialmente por Horacio, en sus
Odas, y renovada por Carducci, consta de 4 versos sueltos, el primero y el segundo son
decasílabos, formados por dos hemistiquios de 5, y terminados en palabra esdrújula, el tercer
verso es un eneasílabo, comúnmente dactílico, y el cuarto es un decasílabo simple, quedando la
estructura, sin acusar el ritmo, de la siguiente forma (10x 10x 9x 10x).
Veamos un ejemplo:
Tuve al mirarte cariño súbito,
máximas ganas de estarme próximo
a ti como sombra imantada,
¡como noche que abraza su luna!
Alberto Salas
Variante de la Estrofa Alcaica:
El poeta Francisco de Medrano modificó la Estrofa Alcaida original en sus Odas.
Creó dos propuestas, ambas consonantes, formadas por endecasílabos y heptasílabos.
En la primera variante el primero y el segundo versos son endecasílabos y el tercero y el cuarto
heptasílabos, y riman el primero con el cuarto y el segundo con el tercero, quedando la siguiente
estructura (11A 11B 7b 7a).
Veamos un ejemplo:
Llégate al fuego, y quítame delante
esos leños mayores. ¡Oh, qué brasa!
¡Y qué a sabor las asa
Nise! ¡Y el Alicante
qué tal es! Come bien, que están suaves
las batatas, y bebe alegremente:
que no serás prudente
si necio ser no sabes.
Francisco de Medrano (Oda V)
(Nota: Cabe señalar que era de uso común considerar consonante el uso de la “v” y la “b”, por
ejemplo, en el primer verso de la segunda estrofa “suaves” y el cuarto verso de la misma
“sabes”.)
En la segunda variante los tres primeros versos son endecasílabos y el cuarto heptasílabos.
Igualmente riman el primero con el cuarto y el segundo con el tercero, quedando la siguiente
estructura (11A 11B 11B 7a).
Veamos un ejemplo:
Sosiego pide a Dios en su desierta
y alta mar, el piloto a quien la luna
nubes robaron tristes y ninguna
le luce estrella cierta.
Francisco de Medrano (Oda XXIV)
La Estrofa Sáfica:
Es una estrofa de cuatro versos, originaria de Italia, que trata de imitar los metros clásicos. Se
compone de tres endecasílabos sáficos y de un verso pentasílabo, normalmente con acento en la
primera sílaba (verso adónico).
Es muy parecido a un cuarteto lira.
Apareció en España como muchas otras estrofas de origen francés e italiano, en el siglo XVI. Al
principio sin rima, pero en el XVIII, pasaron a rimar el primer verso con el tercer.
Esa es la estrofa sáfica que utilizamos hoy en día.
Esteban Manuel de Villegas y Miguel de Unamuno utilizaron mucho esa estrofa. Éste último
introdujo variaciones y esquemas alternativos, en cuanto al orden y a la rima. Por ejemplo: 11A
11B 11C 5b, nótese que riman el segundo y el tercero. 11A 11B 11A 5b, nótese que en este caso
riman el primero con el tercero, pero también el segundo con el cuarto; 11A 11B 7c 5b, nótese
que riman el segundo con el cuarto, pero hace la introducción de un heptasílabo en el tercer
verso.
Veamos un ejemplo:
Tú me levantas, tierra de Castilla,
en la rugosa palma de tu mano,
al cielo que te enciende y te refresca,
al cielo, tu amo.
Miguel de Unamuno
Existe una variante de la estrofa sáfica conocida como “Estrofa de Francisco de la Torre”, de la
que se diferencia sólo por tener el cuarto verso heptasílabo; sin rima, y quedando la métrica 11X
11X 11X b7.
Veamos un ejemplo:
Escuchad vos mis quejas, que mi llanto
no es indicio de no rabiosa pena;
no vayan tan perdidas como siempre
tan bien lloradas lágrimas.
Francisco de la Torre
En una próxima entrega, hablaremos de las principales estrofas de 5 versos y de 6 versos.
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