Jeong-lock Lee이정록
Nacido en 1964 en Hongseong, Chungcheongnam-do, Corea del Sur, Jeong-lock Lee estudió educación literaria china en la universidad, y literatura y artes en la escuela de posgrado. Debutó como poeta al ganar el Concurso Literario de Año Nuevo del Daejeon Ilbo en 1989 y del Dong-A Ilbo en 1993. Ha publicado 11 poemarios, entre ellos «»There Are Times When Things Happen That Way,» «Dictionary of Childlike Language,»» y «»A List of Things That Don’t Hurt Even When Put in the Eye». Sus poemarios para adolescentes incluyen «»To the Me Who Has Not Yet Come» » y «»Whatever». Sus colecciones de ensayo incluyen «If I Can’t Write Poetry, I Take the City Bus» y «The Poet’s Drawer». También ha escrito tres libros infantiles, entre ellos «Father and Son», cuatro colecciones de poesía infantil, entre ellas «Being Nine Is Tough», y ocho libros ilustrados, entre ellos «Chair». Lee ha recibido varios premios literarios: el Daejeon Ilbo Literary Award, el Kim Soo-young Literary Award, el Kim Dal-jin Literary Award, el Yun Dong-ju Poetry Award, el Park Jae-sam Literary Award, el Han Seong-gi Literary Award, el Dica(foto-poema) Poetry Award, el Cheon Sang-byeong Children’s Literature Award y el Wildflower Literature Award.
Amor lento
El Buda de piedra
se convierte en un montículo de arena mientras cierras y abres los ojos una vez.
Lo hace incluso antes de que puedas parpadear.
Querida mía,
no digas que todo fue fugaz.
La luna perdura un mes entero por un solo guiño.
Hay veces en que las cosas suceden así
Incluso en una suave carretera,
hay veces en que el volante da una sacudida
Es cuando alguien al otro lado de la Tierra roza su pie con lágrimas.
Hay veces en que el vaso de Soju sobre la mesa tiembla por sí solo.
Es cuando los ojos llenos de lágrimas se muerden los labios jóvenes y se golpean el pecho
tras una larga mirada al atardecer en un lugar donde el fuego de las armas ha cesado.
Hay veces en que las cosas suceden así.
Empiezo a golpearme el pecho para reventar una bolsa de suspiros,
pero bajo el puño cerrado en silencio.
Es porque temo perturbar el sueño profundo de un bebé en algún lugar
que es lactado por primera vez en tres o cuatro días.
Hay veces en que una vela parpadea, mostrando su mecha negra,
y luego vuelve a la vida.
En ese momento,
ha pasado sus brasas a un lugar oscuro y lejano.
Azalea
Nos las arreglamos, de una forma u otra.
Si ese Buda de piedra en el acantilado
hubiera guardado todos los sonidos de los martillazos
¿cómo podría sonreír tan serenamente?
Viviendo así, un día, incluso
una azalea florecerá en su cabeza.
Traducción al inglés por Joo-Hyun Song 송주현
Traducción al español por Mariela Cordero
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