Gouthama Siddarthan (India, 1968) es un poeta, cuentista, ensayista y crítico literario que desempeña una activa vida literaria en Tamil Nadu (India). Tiene 15 libros publicados, que incluyen series de historias y ensayos. 10 de sus libros se han publicado en 8 idiomas (tamil, inglés, español, alemán, búlgaro, portugués, italiano y chino). Dirige la revista literaria ‘UNNATHAM’, que se enfoca en literatura del mundo moderno y cuyo próximo número especial sobre «narrativas latinoamericanas» se encuentra en preparación.


Tres flores

Tres tazas emanan su aroma con el té espumoso,
Tierno, vaho gris ondulante
He estado esperando por esto
En un paisaje sin espacio ni tiempo.

Una taza está destinada para mí;
¡La otra, para ti, Parra!
Es decir, para tu antipoesía.
Que define la poesía como
‘Refinar un papel vacío’

Y otra taza más para
Andal que proclamó
«No cambiaremos nuestro amor lujurioso».

¡Las flores de acacia han brotado, Parra[1]!
La frialdad de la casa de té.
Transporta la fragancia de las flores.
Mezclada con el aroma del té.

La temperatura de la frialdad cambia,
Gira y sale.
Flota la fragancia de las flores de mullai[2]

Por allá viene en Andal.

La flor maitreya[3] florece en mi bolsillo
Resplandece, emite un olor dulce.
Ahora el té se vuelve un brebaje almibarado y caliente.

 

Notas de verano

Ahora las brasas del sol ardiente florecen
Es un momento mágico para susurrar en poesía.
Deja que las palabras ardan,
Pero, Sol, esta no es la nota de verano.

Las últimas hojas caen de las plantas que se mecen.
Es el instante mágico para tocar música.
Que griten las cuerdas del deseo.
Pero, Músico, esta no es la nota de verano.

Girasoles en el suelo rojo están ardiendo
Es un momento mágico para derramar.
La infusión del suelo rojo
Deja que la manivela de agua oscile,
Pero, Girasol, esta no es la nota de verano.

La fragancia del cuerpo se destila en el sudor.
Es un momento mágico para abrazar a la amada.
Que los cuerpos se enlacen entre sí.
Pero, Mi Llama, esta no es la nota de verano.

Si la música del verano ardiente.
Trae el sabor de la tierna fruta de la palma.
Para nuestros labios cautivos en la unión quemante
Cuando las brasas arden por ti
Se desbordan como palabras por todo mi cuerpo.
Que se ha ahogado en ti con deseo.
Voy a escribir las notas de verano
A lo largo y ancho de tu cuerpo.

 

Flor amarilla

Salgo de la oficina por una taza de té.
El verano golpea mi cráneo
Camino a través de las sombras de los rascacielos.
La sombra de un trabajador que cuelga precariamente.
Desde la cúpula de un edificio pasa por encima de mí.
El olor de su cuerpo se asemeja al de la tierra arada bajo un sol ardiente.
Ráfagas y besos en mi cráneo
Luego, las sombras de la jungla de concreto se desvanecen,

En un instante una flor amarilla estalla.

 

Naranja

Por la mañana
Surge mi avidez
Por comer el fruto de la naranja.

El sabor de los segmentos de la pulpa.
Ordenados con elegancia en su interior.
Como semillas
Estimulan mi lengua.
¿Por qué floreció este deseo hoy?

Mi amor,
La pulpa de la fruta
Pelada con tu mano
Aumenta
El deseo insaciable y
El sabor de la fragancia.
Que se esparció por toda la cama
Después de nuestra primera unión.
En aquel día.

Cubro tu cuerpo
Con la cáscara pelada
De esa naranja
Tu cuerpo se convierte
En una naranja magnífica.

Al punto de la extenuación
Habiendo extraído
La fragancia de
La naranja
En el dormitorio que se convirtió en bosque.
Y después de mirar en tu cuerpo.
La naranja señala.
Otro cuerpo

De una fruta a otra
De un cuerpo a otro.

Hoy
La luz del sol me envuelve
Con la fragancia de
La naranja.
La naranja  madura.
Y oscila sobre mi cabeza.


Notas

Traducción: Mariela Cordero. 

Agradecimiento especial: Gustavo Osorio (Ita Letter), traductor.

[1] El poeta chileno Nicanor Parra tuvo una ruptura amorosa cuando estaba disfrutando de las fragantes flores de acacia. Cada temporada en que florecían dichas flores, tristes recuerdos de separación inundaban su mente.

[2] Flores nativas de Tamil Nadu. Andal, una antigua poeta tamil, que tenía una devoción teñida de amor por el Señor Perumal (deidad hindú), compuso un corpus de canciones que se aproximan a la idea de poesía romántica. La vista de las flores de «mullai» en abundancia le recordó a su amante, es decir, a lord Perumal. La leyenda dice que ella tejió las flores en una guirnalda y se la regaló a Él, solo después de haberla usado ella misma.

[3] Alternativa poética a la flor de caléndula llamada «sevvanthipoo» en Tamil, que le presenté a ella cuando nos separamos en el estilo dramático clásico.


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