Ellas cuentan la guerra. Las poetas españolas y la guerra civil.(Antología 1936-2013). Edición de Reyes Vila-Belda. Ed. Renacimiento, 2021
Ellas cuentan la guerra es una antología, coordinada por Reyes Vila-Belda, de diversas escritoras españolas represaliadas y olvidadas del siglo XX. Una selección de poemas que intenta ser un eslabón más en la recuperación de las escritoras olvidadas y sus obras. Mujeres poetas discriminadas por el hecho de ser mujeres libres que se oponían a la concepción paternalista que creía que escribir sobre la guerra era cosa de hombres. Sus vidas se vieron afectadas por la guerra civil y sufrieron muertes, penurias y, algunas de ellas, exilio. Algunas tuvieron que utilizar pseudónimo para poder publicar, e incluso durante la posguerra, sus poemas fueron censurados.
Un ejemplo de esta invisibilización nos la cuenta Vila-Belda en el prólogo: Entre quienes acompañaban a Antonio Machado en su exilio “figuraba la poeta catalana Clementina Arderiu. Ella y su familia integraban el grupo que cruzó a pie la frontera francesa con Machado la noche fría y lluviosa del 27 de enero de 1939. Arderiu ya había publicado tres colecciones de poesía. Viajaba con su marido, Carles Riba, también poeta y republicano comprometido (…) Pero mientras que los nombres de otros acompañantes de Machado, como Tomás Navarro Tomás o Corpus Barga, figuran en los relatos que narran el éxodo del poeta español, el de Arderiu apenas aparece en las listas de quienes integraban esta dolorosa marcha”.
Ellas cuentan la guerra es una recopilación dividida en dos grandes secciones: Las poetas del destierro y Las poetas que permanecieron en España con un poema, a modo de preámbulo, de una poeta desconocida, Isabel. Publicamos la reseña en dos partes, que coinciden con las secciones del libro. Presentaremos brevemente a cada poeta y os dejamos a vosotros y vosotras la libertad de elegir el poema o poemas que más os gusten, una vez hayáis comprado y leído la antología.
Mención especial hay que hacer a Reyes Vila-Belda, compiladora de esta antología y catedrática de Literatura Española Contemporánea en Indiana University (EEUU). Autora de diversos libros, entre los que destacamos aquellos dedicados a las figuras de Antonio Machado y Gloria Fuertes.
El año 1936 marca el inicio de la guerra y también el de la publicación del poema ¡Alarma! de Rosa Chacel sobre los bombardeos, el primero que se conoce sobre el conflicto.
Sus alas, rojas o negras,
veloces el cielo surcan
con maléficos destellos,
son claras estelas puras.
Sus fragorosos alientos
con ira pasando zumban.
Lanzas de fuego se arrojan,
que encendidas se entrecruzan;
meteoros de la tierra
brotan, siguiendo su ruta.
(Fragmento de ¡Alarma! de Versos prohibidos)
Las poetas del destierro
Clementina Arderiu (1889-1976). Barcelona. Cruzó la frontera con el grupo de Antonio Machado en 1939. Escribió siempre en catalán poemas que idealizan la vida cotidiana. Se casó con el poeta catalán Carles Riba.
Rosa Chacel (1898-1994). Valladolid. Más conocida como novelista. Ayudó como enfermera los primeros meses de la guerra. Su poesía se puede catalogar como intelectual, clásica y neoclásica. Se casó con Timoteo Pérez, responsable del traslado de los cuadros del Museo del Prado a Suiza.
Concha Méndez (1898-1986). Madrid. Mujer moderna, deportista, independiente y creadora de su identidad. Trabajó como maestra en Londres. Su poesía es directa, sincera, sensual, perdurable y romántica. Se casó con el poeta y editor Manuel Altolaguirre en 1932, quien la abandonó en 1944.
Ernestina de Champourcin (1905-1999). Vitoria-Gasteiz. Única mujer incluida en la antología de Poesía Española Contemporánea de Gerardo Diego, pero en su segunda edición, por lo que su nombre se ha ninguneado como parte de la Generación del 27. Trabajó como enfermera en la retaguardia. Se casó con el poeta Juan José Domenchina, secretario personal de Manuel Azaña.
Ana Mª Martínez Sagi (1907-2000). Barcelona. Deportista, independiente y feminista luchadora por el voto femenino. Primera mujer miembro de la junta directiva del FC Barcelona en 1934. Corresponsal en la columna Durruti. Poeta calificada como heredera de Rosalía de Castro. Mantuvo una relación con la escritora Elisabeth Mulder.
María Enciso (1908-1949). Almería. Maestra y delegada del gobierno republicano para recoger niños españoles en los campos de concentración franceses. Poesía que reivindica la libertad e interés por mantener viva la memoria histórica. Divorciada de Francisco del Olmo en 1937. Pareja de Ramón Costa, izquierdista catalán.
Concha Zardoya (1914-2004). Nacida en Chile de padres españoles. Hablaba en catalán con su madre, a pesar de no ser catalanas. Traductora del inglés, crítica literaria y la poeta que más ha escrito sobre la guerra civil española. Poesía con tono propio basado en la poetización de las cosas sencillas, como forma de indagación en los problemas de la condición humana.
Es mi única patria la palabra.
Es el único pan que como a diario.
¡Corteza dura masco, miga blanda,
Dorado candeal que besa el labio!
(Fragmento de Corral de vinos y muertos)
Mada Carreño (1914-2000). Madrid. Escritora, periodista y ensayista. Su poesía muestra la voz inconfundible de una mujer libre. Se casó con el periodista y editor Eduardo de Ontañón.
Julia Uceda (1925). Sevilla. Se exilió en 1959 cuando, viajando a París, se dio cuenta del ambiente opresivo de la posguerra. Ganó el Premio Nacional de Poesía 2003. Sus poemas nos conducen a la reflexión sobre el origen y a la búsqueda en el presente de la herencia del pasado remoto. En la actualidad reside en el valle ferrolano de Serantes.
Nuria Parés (1925-2010). Barcelona. Poeta, ensayista y traductora. Su poesía, de corte intimista, muestra los problemas de la cuestión identitaria y el reproche hacia sus adultos por no asumir un destierro definitivo, lo que dificultó la plena integración de los más jóvenes en el país de acogida. Se casó con el médico exiliado Carlos Parés.
Aurora de Albornoz (1926-1990). Luarca (Asturias). Poeta, crítica literaria, profesora y ensayista. Sus poemas insisten en referirse a un pasado infantil marcado por el conflicto civil y las penurias de una posguerra vivida. Su tío abuelo, Álvaro de Albornoz, presidió el gobierno republicano en el exilio.
Algunas de estas poetas fueron conocidas como Las Sinsombrero, mujeres que, al quitarse el sombrero, símbolo de libertad y de rechazo al papel de esposa y madre que se esperaba de ellas, participaron de tú a tú en la vida intelectual española entre los años veinte y treinta del siglo XX.
De todas las poetas que se exiliaron se puede destacar un rasgo común, la dificultad de adaptación al volver a España por los cambios políticos y culturales sufridos a consecuencia de la dictadura.
Espérame en tu cruz, España mías.
Yo volveré cuando las hojas caigan.
Espérame en tu blanca luz de nardos,
y en tu viento amarillo de retamas.
Que si yo no volviera, como sueño,
El mar, te llevaría mi esperanza.
(Fragmento de De mar a mar, María Enciso)
Si quieres consultar la base de datos de víctimas de la Guerra civil española y el franquismo de la asociación sin ánimo de lucro Innovación y Derechos Humanos, haz click aquí
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