Carlos Asensio (Mallorca, 1986) pasó de considerarse un artista total frustrado a un artista total “en construcción”. Aquello le convenció de que todavía tenía la oportunidad de conseguir todo lo que se propusiera.
Licenciado en sociología y ciencias políticas al que la vida le ha llevado por otros caminos como el marketing, la literatura y el mundo editorial, Asensio es un escritor principalmente de poesía si bien también escribe relato, teatro, ensayo y novela y reparte su tiempo entre diversos proyectos: un libro de relatos ilustrado, una colaboración en un fanzine, su nuevo poemario, y terminar la novela en la que lleva trabajando desde 2010.
Ahora, vamos a conocer un poco más íntimamente al Asensio poeta a través de esta entrevista.
¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria?
Me llamo Carlos Asensio, trabajo en el mundo editorial y soy escritor, principalmente de poesía. Llevo más de 15 años escribiendo, pero desde hace un par de años lo hago de una forma más “profesional”. Mi primer libro de poesía, Dejar de ser, va a ser publicado y presentado el 15 de diciembre y un par de proyectos más vienen detrás en 2018; proyectos que aúnan poesía, relato e ilustración. Me gusta definirme como artista total en construcción y obseso de la belleza.
¿Cuáles fueron sus primeras lecturas poéticas y qué autores le influyeron?
Recuerdo que los primeros libros de poesía que leí durante mi adolescencia en Mallorca fueron los de Antonio Machado, Pablo Neruda o Lorca (en castellano), y los de otros poetas como Miquel Martí i Pol o Joan Alcover (en catalán). Poco a poco, se abrió la puerta y entraron los grandes poetas franceses (Baudelaire, Rimbaud, Verlaine) y los norteamericanos (Emily Dickinson, Walt Whitman). De esa primera mezcla nació mi primera poesía; poesía que ha evolucionado con el tiempo gracias a la continua lectura de otros poetas tanto del pasado (Alejandra Pizarnik o Miguel Hernández), como contemporáneos (Yolanda Castaño o Luis Artigue).
¿Cómo definiría a su poesía?
Creo que es una poesía muy simbolista, con un aire más bien melancólico, poco optimista. Siempre escribo en prosa, sin rima, sin forma, sin métrica… básicamente porque nunca me ha encajado el verso para expresar todo lo que sobreviene cuando escribo. Pero sería más útil que la definiera alguien más objetivo que yo, desde luego.
¿Cree que el poeta “evoluciona” en su escritura? ¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
Creo firmemente en ello. De hecho, antes de intentar publicar Dejar de ser me lo pensé mucho, porque es un texto que comencé a escribir hace 4 años y que lleva un año más que terminado y mi estilo ha variado –no sé si evolucionado– desde entonces. Diría incluso que me cuesta sentirme al cien por cien identificado con él ahora mismo; forma parte de un “yo” anterior.
Un poeta sigue leyendo, aprendiendo, experimentando, formándose durante toda su vida por lo que es imposible que su estilo se mantenga estático. Incluso diría que es deseable que esto ocurra. En diferentes épocas vitales leemos a determinados poetas o escritores, e indudablemente, estos y más tarde otros dejan una impronta en nosotros. También vamos sintiéndonos más cómodos con el lenguaje, nos conocemos más a nosotros mismos y finalmente encontramos nuestra “voz literaria”.
¿Cómo siente que un poema está terminado y cómo lo corrige?
La creación poética es un proceso complicado, donde influye tanto la inspiración como el trabajo continuo. Hay veces en que los poemas surgen a modo de revelación, de súbito, y se escriben casi solos. Hay otras en que sólo hay una idea, que se trabaja de forma incesante hasta que se convierte en algo enseñable. Hay veces en que se releen y se reescriben versos hasta el hartazgo. Y hay algunas en que ya habías creído terminar con un texto y éste no soporta una relectura meses o semanas después. Siempre digo que un texto “bueno” es el que aguanta con cierta dignidad el paso del tiempo.
¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?
El fin de escribir poesía, imagino que casi para todos los poetas, es expresarse. Quizá haya quien escriba pensando en la notoriedad, el reconocimiento o –más extraño aún– el dinero, pero creo que no suele ser así. En mi caso, es una cosa que, primero, hago para mí (para soltar lastres, exorcizar culpas, expresar sentimientos) y, segundo, para el resto. Me gusta la expresión a través del arte, y también me gusta la idea de que alguien sea capaz de leer un texto escrito por mí y sienta algo, le remueva, le genere algún tipo de sensación. Como si “le levantaran la tapa de los sesos”, que diría Emily Dickinson.
Huracán (fragmento)
A pesar de que yo siempre preferí jugar a la improvisación, a tirarme al vacío sin mirar lo que podía haber allí abajo.
Y ahora lo entiendo todo:
Tú eres el huracán que amenaza con destrozar mi confortable hogar con su pasión y su renovado ímpetu, y yo soy el necio que no se pone a resguardo cuando te ve acercarte.
¿Qué lugar ocupa, para un poeta como usted, las lecturas en vivo?
Ahora mismo ocupa un lugar muy minoritario, es algo que apenas he hecho. Me gusta mucho la relación con la gente, y trabajando en el mundo editorial he aprendido que el contacto directo con los lectores es algo útil, necesario y enriquecedor, pero personalmente me da algo de apuro. Una cosa es escribir algo, lanzarlo al mundo y esperar una respuesta desde la comodidad de mi casa… y otra muy diferente exponer de cuerpo presente ante los demás algo tan personal y visceral como la propia poesía ante una horda de ojos escrutadores. Pero estamos trabajando en ello.
¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs etc?
Me parece algo genial. Cualquier forma, medio o herramienta que ayude a difundir el arte y la cultura, forzosamente tiene que parecernos bien. Nada resta en realidad, y todo tiene su público. Creo que internet y otros medios han ayudado mucho a dar a conocer a poetas y escritores que de otra forma no habrían tenido ningún tipo de reconocimiento. Ya no podemos confiar en un canon literario universal, ni en que el mundo editorial, que al final también es un negocio, se mueva exclusivamente por razones de calidad literaria. Es cierto que, como en todo, esta “democratización” de las comunicaciones ha dado lugar a modas y a la aparición de cosas de muy mala calidad, pero no lo veo como algo necesariamente negativo.
¿Podría recomendarnos un poema de otro autor que le haya gustado mucho?
Por supuesto. Uno de mis descubrimientos este año ha sido Meridianos de tierra de Hasier Larretxea (Harpo libros), del que os dejo por aquí uno de mis poemas preferidos:
Escribir es habitar los silencios. Escribir para dar forma a la historia interminable del pasado y sus fronteras sin cicatrizar. Escribir para esclarecer los nudos, liberar alambradas. Soltar a los gorriones. Escribir es caminar descalzos sobre la tierra y su bendición de rocío. Escribir para recoger con el rastrillo la hierba que cortaron a tiempo. Volver a aprender a saborear las cerezas recién recogidas. La textura de la lechuga, la pulga del tomate que brilla ante el cuchillo recién afilado. Escribir como si fuéramos a limpiar las tripas del cerdo que mataron para alimentar durante el invierno a toda una familia. Escribir es otra manera de alargar el vacío. El tirachinas con el que aprendieron a lanzar piedras en terrenos vedados.
¿Qué libro está leyendo en la actualidad?
Estoy leyendo varios. Siempre leo varios géneros a la vez, así voy cambiando en función del momento del día y del ánimo. Ahora estoy leyendo Preciosa sangre, los diarios íntimos de la poeta chilena Teresa Wilms Montt editados por La señora Dalloway, el poemario Ciclo austral, de José Vicente Sala (Visor) y Sexismo cotidiano, un ensayo feminista de Laura Bates editado por Capitán Swing.
¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la poesía?
Es difícil dar consejos, porque creo que el camino de cada poeta o escritor es único y personal, pero creo que hay un consejo básico, universal e imprescindible: leer y escribir sin descanso. Cuando digo leer me refiero a leer libros de todos los géneros, de todos los estilos y de todas las temáticas. Poesía, relato, ensayo, novela. Ciencia ficción, historia, sociología, biografías, arte. Y luego escribir, escribir y escribir un poco más. Hasta que te encuentres a ti mismo.
Napoleón (fragmento)
Uno siempre debe decidir entre luchar y rendirse, entre sucumbir o vencer. Pero el que piensa, el que escribe, el que aguarda, no quiere conocer el fracaso.
¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
Es bastante complicado responder a esta pregunta, incluso trabajando dentro de la industria. Creo que, como he respondido en otras ocasiones a preguntas similares, hay muchos indicios de que la cultura, y con ella toda la estructura de negocio que la rodea, agoniza. Cualitativamente, cada vez siento más que los objetos editoriales son más un producto creado para la venta masiva –como cualquier otro producto–, que bienes culturales y artísticos en sí mismos. Y esto es una pena. Por otro lado, en términos cuantitativos, parece que hay algunas razones para el optimismo: cada año se publican más libros y de momento no hay una tendencia clara de descenso en las ventas, lo cual es positivo. También se publica y se vende (y lee) más en digital. En general, creo que estamos en una época de transformación y adaptaciones, y cómo lo hagamos será clave para el futuro del sector.
¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiera hecho y no se la he hecho?
Pues… me apasionan todas las preguntas sobre la interrelación entre las diferentes artes: la poesía y la música, la narrativa y la ilustración, la fotografía y la danza… Creo que todo el mundo que se dedica a una de ellas, en el fondo también destaca en alguna de las otras. Y la libertad de experimentación es siempre la clave de los mejores descubrimientos.
Una vez hemos conocido un poco más la persona de Carlos Asensio, vamos a verlo recitar uno de sus poemas.
Y a vosotros, lectores, esperamos que hayáis disfrutado la entrevista y gracias por haber llegado hasta aquí.
ÚLTIMA HORA: Carlos Asensio presentará Dejar de ser el viernes 15 de diciembre a las 19h en La Escalera de Jacob (c/ Lavapiés, 9, Madrid). Para inscribirse a la presentación, aquí os dejamos el enlace: http://www.
¿Cúal es el primer poema y el más reconocido de Arturo Borja?
¿Cúal es el primer poema y el más reconocido de Arturo Borja?
no c pues