China es todavía un país desconocido por occidente más allá de sus tópicos. Desde las páginas de la revista de Poémame hemos intentando acercarnos a su cultura poética a través de la caligrafía con dos entrevistas a las poetas calígrafas españolas: Tere Vila Matas y Paloma Fadón; esta última saldrá próximamente.  Hoy lo hacemos a través de la poesía escrita contemporánea gracias a la valentía de la editorial Kriller71 de Barcelona.

‘Solsticio de invierno’, Han Dong

Alguien quema fajos de papel en la calle:
es solsticio de invierno otra vez
Las llamas iluminan los árboles de las veredas
los vivos se transforman en sombras
para acercarse a los muertos
Al costado de la calle, al pie de un muro,
en el patio donde vivieron los seres queridos
la pérdida y la culpa nos dejan presentir otro mundo
tan oscuro como este mundo
tan flexible y cálido como las llamas

Un país mental reúne 108 poemas de 19 poetas chinos contemporáneos, entendiendo por contemporáneos a los autores nacidos al menos una década después de la fundación de la República China y cuya producción está marcada, en relación a la milenaria tradición anterior, por nuevas maneras de expresar lo poético. Si bien el tema del budismo continúa apareciendo, se manifiestan en sus obras características esencialmente nuevas como el hermetismo, el absurdo, un marcado surrealismo, los modos coloquiales, y las tradiciones extranjeras.

La magistral selección y traducción ha corrido a cargo del poeta y traductor Miguel Angel Petrecca (Buenos Aires, 1979), autor de los libros de poesía El gran furcio (Buenos Aires, Gog y Magog, 2004), El Maldonado (Gog y Magog, Buenos Aires, 2007), La voluntad (Bajo la luna, Buenos Aires,  20011) y El recuerdo de una pared (n direcciones, Buenos Aires, 2011). Es autor asimismo de un libro de ensayos y crónicas sobre Pekín (Pekín, Pre-textos, 2017). Como traductor de literatura china ha publicado, además de esta antología,  Murciélagos al atardecer (Xi Chuan, Bajo la luna, 2017),  El invisible (Ge Fei, Adriana Hidalgo, 2016) y Después de Mao. Narrativa china de hoy (AAVV, Adriana Hidalgo, 2015), entre otros. Un país mental se publicó primero en Gog y Magog (2011), y luego en Lom (Santiago de Chile, 2013). Actualmente vive en París, donde lleva adelante la librería Cien Fuegos, especializada en literatura hispanoamericana en castellano. Aquí os incluimos una entrevista con el traductor.

Fragmento del poema ‘Consecuencia’, Sun Wenbo

¿Es lícito escribir poesía insípida?
Podéis decir que no, pero yo digo: ¿por qué no?
Y declaro que el canto no es ninguna obligación.
Este poema es un método; su significado: el más superficial posible.

Esta colección nos muestra una serie de poemas que no apelan a ningún mundo interior, a ninguna escuela poética específica; simplemente son poemas tiernos, simples, urbanos, humanos y terrenales.  Poemas con una pátina de poesía budista clásica y de realismo marxista sazonados con algo lejano de literatura occidental. De hecho lo maravilloso de estos poemas debe de estar en su lectura en el idioma original, teniendo en cuenta la sonoridad rítmica y tonal del chino: eso sí que debe de ser una experiencia poética.

De los veintitrés poetas, destaco a Luo Fu, Duo Duo, Han Dong, Bai Hua, Zhai Yongming, Xiaoo Kaiyu, Sun Wenbo, Yang Jian, Lan Lan, Meng Jiasheng y Xi Chuan.

La humildad es la única virtud incapaz de conquistar el amor. La paciencia termina por convertirse en un edificio deshabitado.

Fragmento de ‘K01704’, Xi Chuan.

Para finalizar, cabe destacar que esta antología consigue que podamos leer poesía china actual sin caer en el ‘chinerío’ del ‘Todo a 1€‘. Porque, tal y como dice Miguel Luis Álvarez, crítico de la revista literaria Oculta,  ‘la poesía china no necesita nada de eso para deleitarnos‘.