En la madrugada del 28 de junio de 1969, el Escuadrón de Moral Pública de la Policía de Nueva York llevó a cabo una redada en el pub Stonewall, uno de los pocos lugares de la ciudad para personas transexuales, travestis y transgénero  donde se permitía bailar.

Estas redadas eran comunes y contaban con el beneplácito de las autoridades. Sin embargo, la resistencia de las personas arrestadas aquella noche derivó en una serie de manifestaciones espontáneas de protesta que actualmente se consideran el catalizador del movimiento moderno pro-derechos LGBT en Estados Unidos y en todo el mundo. En el primer aniversario de los disturbios de Stonewall se celebró la primera marcha del orgullo gay de la historia, que recorrió 51 manzanas de Nueva York hasta Central Park.

En Poémame hemos querido recordar y reivindicar los derechos de las personas LGTB con esta selección de textos que nos hablan de luchas y de sueños, de incertidumbres, de amor y de diversidad y, sobre todo, de libertad.


Reconquista – @Cruithne

Salgamos del desguace
y agarrémonos los sueños.
Proclamemos como nuestro este incendio.

Gritemos nuestra historia
para pintar hasta el viento
de todo lo que os falta en vuestro centro.

Somos más que la palabra del que no entiende.
Venimos a la reconquista de nuestro verde.

Echa abajo la puerta – @Srta.Rothil

Cuanta gente no se atreve a salir.

A salir de sus inseguridades.

A abrir la llave del armario.

A salir de sus miedos.

A sobrepasar sus capacidades.

Gente que no se atreve a atreverse.

Gente que no cree en
sus propias posibilidades.

Gente que no abre la puerta por
miedo a equivocarse de llave.

Gente que no decide expresarse.

Gente que le aterra el rechazo,
no ser aceptado o desorientarse.

Gente.

Vuestra vida no es un desastre.

Romped con vuestras inseguridades.

Abre el armario y que todos
vean lo que vales.

Los miedos sólo existen en los sueños.
Así que no dejes que te ataquen.

Que seas diferente no significa
dudar de ti.
Disfruta de tus capacidades.

Atrévete a querer.
Cualquier cuerpo, sexo ,mente.
Distintas edades.

Conseguirás todo si crees
en tus posibilidades.

Abre la puerta.
Usa tu llave.
Hay muchas cerraduras y
tarde o temprano,alguna se abre.

Exprésate.
No tengas miedo a manifestarte.
Di que quieres y lo que quieres.
Aceptate y así nadie tendrá que aceptarte.

Ten en cuenta que quien te quiera cómo yo,
nunca va a rechazarte.

Llovizn(ana) – @alasyversos

Contacto de pupilas y mi apocalipsis
se congela.
Las agujas del reloj se atrancan,
mi invierno se para
y me plantas primavera en la tierra de mis lunares.
Floreces de antemano en mis semillas
más estériles y muertas;
previenes mi sequía.

Pintas paisajes sobre mis hojas de otoño
apunto de resquebrajarse
y así das color a una estación que creía perpetua.
Mientras tanto nuestras raíces se entrelazan,
una arrebolada nos abraza
y me siento inefable.

Yo intento compensar tus chubascos
llevándote unos cuantos sobre mis hombros
—como tú con los míos—,
ya que el fuego compartido causa menos incendio.
Te escribo poesía desde los tallos
hasta los pétalos;
lluvia de ósculos,
poco a poco,
aún con ese reloj estático,
dejando que la tormenta truene lo que quiera
porque ahora mandan más nuestras fuerzas.

Amor, gracias por ser llovizna en plena ola de calor.
Juro que siempre seré rocío en cualquiera
de tus desiertos.

Orgullo – @raulrib2

Ni lo sabes ni te importa,
si me acuesto o me levanto
con el manco de Lepanto
o con una que es muy corta.

No eres juez para este juicio,
ni para expandir murmullos,
que yo vivo con Orgullo
el amor sin el prejuicio.

Bollera la pelicorta,
maricón ese maganto,
no les importa el quebranto,
la gente no se comporta.

No les impongas cilicios,
ni les condenes al trullo,
por la fiesta y el barullo,
por el sexo y el fornicio.

Admite diversidad,
la clave está en el respeto,
aunque uno sea discreto
quiere visibilidad.

Ya pasó la oscuridad,
que haya leyes y decretos
cuyo afán y cuyo objeto
mejore esta sociedad.

Mariposa – @_marcoabraham

Vivo sencillamente porque el amor tiene formas y colores
Porque en silencio somos muchos
Y porque en la vida cabe más que un solo reino y un solo discurso
Yo soy la manifestación de algo especial
Y así de especial es mi orgullo y lo que siento
Un hilo de carne viva que por ser de carne, se arrastra con miedo en el suelo
La esencia de mis deseos formando algún tejido
Para envolver mi mente, para envolver mi cuerpo
Para cuidarme mientras miro al sol a través de la seda
Respiro poco y sueño
Que soy valiente y conquisto el cielo.
Quiero preparar un acto a través de lo que a veces quiero decir y no puedo
Porque me gusta vestirme extraño, simple
Desnudarme frente al espejo y saber qué quiero
Para cuando la crisálida o el clóset a mi alrededor se abran
Y me pose en la ventana viendo el reflejo de mis alas
Cuando encuentre el momento exacto en el viento
Para saber qué tan fuerte es mi pulso y el corazón que llevo dentro
Para cuando me precipite desde las alturas
Para cuando ya no tenga miedo
Para cuando pueda probarme, y probarles
Que no tenía una mejor opción que el vuelo
No somos distintos a las mariposas
No somos un misterio
La carne puede ser débil o bastante fuerte
Los cromosomas pueden ser como los de ellas o como los nuestros
Pero la magia, la metamorfosis
Lo que mueve tus alas y el sentimiento
No tienen genero
No tienes por qué saberlo y por qué entenderlo
Pero las mariposas nacieron para conquistar el cielo
Nacieron para conquistar el arte y nuestras paredes
El mismo tiempo si nos detenemos
A verlas
Desde el instante en que se atreven, hasta el instante en el que mueren
Después de tanta belleza
Buscando la luz, o de las flores el nectar
Llevando sus cuerpos quién sabe a dónde, y dejándonos el regalo de sus alas
Sus colores, y el recuerdo de su amor, que como cualquier otro amor, es perfecto.

Luna – @IreneNakamoto

Los convencionalismos más arraigados se hicieron inertes
Ante tu presencia, Luna, que te llenas de sueños
Y te borras como un milagro que no encuentra su lugar
Entre tantos desperdicios que se humillan para lograr lo imposible

Quise contar hasta dos momentos con ella, Luna
Pero solo pude reunir los tres octavos de un beso
Todo por permanecer ajenas al único reproche
Que miles de voces quisieron cargar a nuestras espaldas

Tan enamorada estaba que dejé que se exprimiese de gusto
Con las tres últimas gotas de mi saliva
Me envolvió con una manta hecha con las guerras
++++++++++++++++++++que acabamos ganando
Y juntas construimos otra realidad para vivirnos más libremente

Llevaba tanto tiempo sin dividirme en cuatro estrofas
Que me desangré por completo al verme tan hermosa, Luna
Pese a haber sido atravesada por quienes quisieron acallarnos

Es hora de volver a levantarnos y romper con los límites

Luna, tú sabes que la cruz grabada en mi espalda
Adquirió finalmente la forma de sus iniciales
Su nombre es mi único Testamento
Y nadie lloraría si yaciese entre espinas, profundamente dormida
Ante tu mirada compasiva, llena de azucenas que tratan de abrirse
Para nosotras, para seguir luchando, para desgastarnos entre ellas…

Ante tu luz superlativa, Luna
Ante tu figura, tan altiva como serena.

3:33 – @Logan

Sonríes y te humedeces el labio:
Mi estómago se revuelve y comienza a arder
porque formas la revolución en mi cuerpo
y prendes todas mis necesidades a la vez.

Y despierto con el verso
alimentándose de mis ganas de ti
entre mis labios.

Llevas toda la noche atormentándome
gritando que te escriba,
pero para ello debo desvelarme
sin ti.
Y no estoy dispuesta.

Vuelves a reír
como un destello entre mis párpados
cerrados
y el nudo en mi garganta crece
y mis manos sostienen el papel.

Otra noche más soñando contigo
y mi poemario pertenecerá a las estrellas
y a los deseos más incandescentes.

Tu suave piel,
tu tacto tan cálido,
y tu sonrisa
son todo a lo que abarca mi mente
y no soy capaz de respirar
sin recordarte.

Ahora te acercas a mi y me abrazas
y no sé si sueño
o vivo
pero sea lo que sea,
lo prefiero.

Los pequeños rizos de tu pelo
y el rocío que parece posarse sobre ellos
después de mojarlo,
te molestan.
Así decides ponerte mi gorra
impregnarla de tu olor
y cogerme de la mano,
para asegurarme que no sueño
cuando caen delicadas gotas
de tu pelo a mi piel.

Y produces otros cientos de noches más
desvelándome a las tres y media
de la mañana
recordando todo lo que hemos pasado
y lo que volvemos a pasar
porque los primeros amores no se olvidan,
y cuando vuelven,
joder cariño,
cuando vuelven son un sueño
del que no quiero despertar.

Pares – @bluemids

Un día, le dijeron que aquello era inconcebible y que nunca sería feliz. Luego la llamaron puta y se rieron de su interior desarmado y lleno de luces apagadas. Lloró hasta que no le quedaron lágrimas, hasta que se le despellejó la nariz de sonársela. Siempre a escondidas, para no preocuparlos a todos, porque todos la querían, pero nadie la entendía.

Ella sentía tanto, que sentía doble. Le gustaba experimentar y poner a prueba sus propios sentidos. Le encantaban las personas, conocerlas, observarlas, pero lo que realmente adoraba era dejarse llevar por los sentimientos. Se subía en el barco de las emociones y dejaba que las olas provocadas por el/la otrx la llevaran a cualquier puerto.

Llevaba cuatro años de relación con él. Se querían, se adoraban. Se hacían fotos a cada rato, riendo, comiendo, besándose en cada estación y en cada despedida. Su vida era un contínuo de despedidas agridulces. Y ponía de nuevo el reloj a contar hasta la próxima.

Un día lo conoció. Conoció a aquel huracán que provocó olas de hasta 10 metros de amor y la hizo encayar en la orilla de un sitio en el que nunca antes había estado, pero del que siempre había oído hablar. Y se enamoró. Como una niña pequeña, sin sentido ni percepción de su propia realidad.

En su vida, todo era doble. Se comía dos tostadas para desayunar, las plumas de su agapornis eran bicolor, se ponía dos pinzas en el pelo para arreglarse, miraba dos veces hacia atrás antes de subir al autobús y, cómo no, estaba enamorada de dos personas.

Todxs criticaban sus decisiones, pero nadie se preocupaba por su estado de ánimo. Y la flor que navegaba al son de la vida se marchitaba día tras día, sin freno, arrastrada por la corriente de la incomprensión.

Aquellas dos personas estaban en puertos diferentes, muy alejados entre sí, tanto que no podían ni verse. Ella intentó acercarlos, pero la obligaron a autoconvencerse de que tan solo se puede remar en una dirección.

Pero ella sabía que había desarrollado la capacidad de dividir su corazón, de entregar un pedazo a cada uno de ellos, para que comprendiesen su forma de entender el amor o, como ella lo llamaba, el poliamor.

Desde entonces, cada noche coge su barca y rema hasta llegar primero a una orilla y luego a otra. Y así termina ella, cansada de direcciones, de confusiones y de encontrar dificultades donde todas las personas le cortan las alas que la convierten en ángel.