L’automàtica, fundada en 1963 por José Fandos bajo el nombre de IFA talleres gráficos y más tarde dirigida por Ferrán Fandos, es una imprenta ubicada en el núm. 89 de la calle Grassot en Barcelona. Se convierte en la asociación cultural L’automàtica en 2011 y ahora es un espacio dedicado a la experimentación, la autoproducción, el diálogo y la autoedición.
Un colectivo de diseñadores gráficos, artistas e ilustradores que han recuperado una imprenta tipográfica en Barcelona y la han convertido en una asociación cultural autogestionada.
En este entorno se sitúa Sonhoras, un grupo que nace para reivindicar el retorno a ciertos formatos de propagación para la poesía. sin renunciar a la vocación experimental. Se quieren hacer cargo de la edición de voces radicales que se vienen escuchando desde hace tiempo en formatos de escritura alejados de la página y hacerlo precisamente en forma de libro: más allá de nociones y lenguajes, y siempre en su idioma original.
Sonhoras publica un mínimo de 3 libros por año, proponiendo un mecanismo compartido de edición, en el que cada poeta será editado por otro poeta de sus mismas coordenadas. Libros bicéfalos, escrituras de a dos.
Los números-libro serán un trabajo compartido entre escritura, plástica y materia. Su elaboración, así como su realización física, se hará con técnicas lentas. Rechazan las antologías, y apuestan por el libro como objeto artístico per se. Sus mecanismos de impresión no son masivos: combinan las técnicas artesanales con la mecánica pura. Se alejan todo lo posible del desierto de lo digital. Quieren abrir y reivindicar la pluralidad lingüística y de lenguajes. Por ello cuentan con el apoyo inestimable de papeleros, encuadernadores, serigrafistas, y sobretodo pivotan sobre el eje entintado de L’automàtica como centro neurálgico de construcción.
Sonhoras intenta dibujar una estrategia de distribución, adquisición y fabricación imaginativa y nada nueva a la vez, contra una realidad cada vez más homogénea. todos los libros-números de Sonhoras se imprimirán de la forma más artesanal posible, alimentando un saber-hacer que implica intensamente al cuerpo y sus capacidades, tanto propias como extendidas. Esto les permitirá un mayor control de los procesos afectivos de impresión, una actitud de complicidad con tecnologías marginales, y una ampliación de las variantes materiales. Producir con cuidado, con fuerza, con complicidad, a favor del trabajo bien hecho y con una misma importancia entre el autor y el productor material.
Sonhoras se estructura como un espacio de afinidades, de encuentro y de resistencia. Por ello entienden que debe funcionar de forma compartida y no se podrán comprar ejemplares sin convertirse en suscriptor. La suscripción, acompañada o no por la compra de números sueltos, será por un periodo anual renovable y solamente será posible obtenerla personalmente en las acciones eventos donde estén presentes, o a través de la página web de la revista. El precio por ejemplar es único y siempre el mismo, ya inicialmente fijado en 25€.
Sonhoras está integrada por Gerard Altaió y Eugenio Tisselli con la confabulación de muchos más.
El tiraje inicial de cada número se limitará a 30 ejemplares, y se imprimirán nuevos ejemplares a demanda. No hay almacén, como tampoco hay distribución al uso. Sonhoras no se encontrará en librerías, ni en otros espacios comerciales. Sonhoras no tiene ninguna voluntad de negocio. Los libros-número se reciben de mano en mano en las acciones Sonhoras de L’automàtica que sucederán cada mes; así como en eventos puntuales, encuentros fortuitos, espacios que den lugar a la poesía experimental, o por correo postal en el buzón de casa. Aquí podéis ver las acciones Sonhoras hechas hasta ahora.
Y ahí es donde el 30 de junio pudimos disfrutar del espectáculo poético de David Transhumante, al cual ya entrevistamos hace unos meses en la revista.
David Trashumante hizo un espectáculo similar al que ya había hecho en Santander en diciembre del 2015 con algunas variantes que lo actualizaron.
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