La poeta venezolana Dira Martínez Mendoza es Licenciada en Estudios Internacionales por la Universidad Central de Venezuela y Especialista en Estudios Avanzados en América Latina por la Universidad Complutense de Madrid.

La artista y poeta, Dira Martínez Mendoza.

Autora del libro (N)aves (Pirata Cartonera), ha participado en múltiples antologías como «Mi país es un Zombie – Antología postmortem» (Editorial Casamanita, México), «Prometeo 97 – La paz se escribe sobre lava» (Revista Prometeo, Colombia), Antología Literaria Internacional «Poesía Hembra» (Perú, 2014), «102 poetas Jamming» (Oscar Todtmann Editores, Venezuela) o la Antología del Festival de Poesía «A voz limpia» (Australia, 2016), así como colaborado en diferentes revistas culturales y fanzines.

Su propuesta poética destaca por la incorporación de intervenciones de cuerpos con poemas, propuesta con la que participó en White Street Project en Melbourne (Australia) en el 2014.

Charlamos con ella sobre su visión de la poesía y descubrimos algunos de sus trabajos.


¿Cómo nació tu afición por la escritura? ¿Cuándo comenzaste a escribir?

Comencé a escribir cuando estaba en edad escolar; en mi casa me regalaron un libro de rondas infantiles que todavía conservo. Quizá en aquel momento quería un juguete y llegó en forma de libro; rondas, canciones infantiles, palabras rimando lúdicamente: en medio de esa sonoridad apareció la escritura.

Te gusta combinar tus poemas con imágenes creadas por ti misma. ¿Tiene algún significado especial para ti?

Algunas imágenes que realizo representan una lectura transversal del mundo y de los poemas. Voy experimentando y mezclando; es un proceso alquímico entre la palabra escrita y todo lo que se puede transmitir a través de una composición visual: collages, fotografías, abstracciones geométricas, etc. En algunas ocasiones las imágenes sin el acompañamiento de la palabra; no todo es pronunciable y va de la mano con un proceso de transformación interno, un fuego transformando en mi todo lo que toca. Algunas expresiones visuales sin la presencia de la palabra hablan por si mismas. En el lenguaje visual, símbolos para ser sentidos sin necesidad de racionalizar; muchas veces la palabra escrita sugiere límites, un margen, es en la expresión visual donde es posible encontrar un espacio de comprensión no definido e ilimitado, libre interpretación.

¿Cómo definirías tu poesía?

Considero que en este momento no puedo ni quiero definir mi poesía, tampoco quisiera hablar de mi poesía como tal; lo que yo pensaba que era la poesía se desintegró y ahora está en un proceso de comprensión y también de asimilación de otra realidad completamente distinta. La raíz del verbo no la percibo en este momento como antes lo hice, ha sido entender que no comprendemos todo y una de esas cosas es precisamente el origen de la palabra mucho más allá de una definición formal. 

No me encuentro en este momento en un esquema formal de la escritura, todo lo que estoy haciendo, lo visual y lo escrito está siendo atravesado por una espada que desvanece cualquier idea fija o preconcebida, me estoy dando esa oportunidad de entregarme a todos los asombros, al servicio de otro propósito menos individual, en pro del trascender colectivo. 

Es un tránsito en medio de esta transformación que estamos viviendo todos, estamos viviendo una transición hacia otro nivel de conciencia; una visión y ampliada de nosotros mismos y de todo aquello que nos rodea.

Con esto te quiero decir que no se puede limitar algo que todavía no ha concluido.

La noche es un diluvio columpiándose en las entrañas 
La noche es en el soñante una esfera deshaciéndose vociferando en el silencio su canto.
Fallecimos como astros,
violentísima radiación sideral.


Hay una prolongación de madrugada
de atmósfera, de cuarto
de jardín nocturno 
de estrellas dando vueltas en su mano
como si yo fuese su bosque, su luz y su isla
cómo si yo fuese este campanario líquido en sus ojos 

Como si yo fuese Tokio en su mapa
como si una mano ambigua y antigua
como si una mano turbulenta y serena
late al unísono conmigo
al otro lado del mundo
y me despeina con la voracidad de su viento

Él arde, yo lo sé. Él arde.
Y me toca desde sus edificios con isla
en la orfandad de su canto.

¿Qué es el cosmos? ¿Qué representa para tu poesía?

El cosmos es todo lo que somos, un sistema totalmente integrado. El hombre es un ser universal con capacidades inmensas, degradado a ser esclavo de sus propios límites: raza, género, dogmas. Somos micro y macro cosmos, el universo lo llevamos dentro, somos fractalidad en movimiento. Me preguntas por el cosmos en mi poesía y te puedo decir que abarca todo lo que puede ser una palabra, un campo sonoro de acción creando realidades hasta lo invisible que ha sido, es y permanecerá como inexplicable e inexpresable. 

I can say reef and it transforms itself into a song
I look for you in this accumulation of heavenly bodies
in all of their raggedness surrounded by their own auroras
We are drawing a new old-sky in our veins
a heart beat of indecipherable geometry
a striking display of colours in the eyes.

¿Qué valoración tiene para ti actualmente la poesía escrita en Venezuela?

Siento respeto por la poesía escrita en Venezuela y en cualquier otro lugar; son muchas voces intentando comunicar su propia visión del mundo, esté de acuerdo o no con esa visión. En algún momento sentí inconformidad en Venezuela por considerar que la poesía tenía necesariamente que abarcar otros espacios en medio de un contexto hostil de adoctrinamiento político; un acercamiento más humano y menos contemplativo y encapsulado. Como todo ha sido movimiento, bastante aleccionador, además, todo fue surgiendo de manera natural y ese acercamiento de los autores con el resto de la población ya está ocurriendo, fue un proceso tardío pero inevitable. Me parece hermoso lo que está ocurriendo en ese sentido.

La escritura actual en Venezuela, en cualquiera de sus géneros, la voz de tantos autores también se ha ido transformando después de haber sido atravesada por este rayo repentino que nos despertó a todos.

Es un coro de voces afinándose, diferentes propuestas recreando un antes y un después de todo lo que hemos tenido que atravesar para poder encontrarnos, mirarnos a los ojos inevitablemente y poder convertirnos a pesar de nuestras aparentes diferencias semánticas y humanas en una sola voz y un solo canto en Venezuela.

¿Te gustaría escribir sobre el éxodo y la miseria en el futuro?

Son etapas transitadas. Durante un tiempo escribí sobre el éxodo percibida como una memoria que me habitaba, antes de la  reciente «Diáspora Venezolana», también escribí poemas a los desaparecidos latinoamericanos, antes de las más recientes desapariciones forzadas en Venezuela, escribí sobre la brecha social ignorada tanto tiempo en el país, y por supuesto poemas feministas con una postura rígida e intransigente. Escribí sobre muchas cosas que en algún momento representaron una causa en mi vida y una guerra. Posteriormente saqué el poema de la hoja, lo llevé a los cuerpos,  y otros espacios, una experiencia determinante que fue cambiando la percepción que tenía del mundo, fui entrando paralelamente a todo lo que estaba ocurriendo en el país, en una transformación tan aleccionadora y demoledora, un despertar a otra realidad que  todas las durezas se han ido erosionando como una piedra que recibe la constancia del agua. Encontré de esta manera otra fortaleza que ya no necesitaba que me enfrentara contra el mundo, sino sentirme cada día más parte de él, porque ese mundo que yo veía afuera hostigándome sin cesar estaba en muchas de mis fisuras. Ir reconociendo esas fisuras, patrones y repeticiones me ha permitido abrirme a la grandeza de todo aquello de lo que formamos parte. Ha sido revelador, ha sido morir estando en vida para seguir viviendo y avanzando en un camino que ahora siento sin principio ni fin, el camino hacia el despertar del corazón. 

¿Qué autores jóvenes recomiendas leer actualmente?

Recomendar autores es un tema para los expertos literarios, no es mi caso. No soy experta en literatura. Cada autor es un vaso comunicante con su propia comprensión de la realidad, y los lectores deciden a cual expresión de la  «realidad» prefieren acercarse.

Si pudiera recomendar una lectura, podría decir que la lectura de nuestra propia sonoridad como punto de partida hacia el reconocimiento de otras voces.

Existe también un lenguaje  imperceptible, un hilo conductor entre cielo y tierra que sacude por completo; son alfabetos libres y abiertos a todo aquel dispuesto a escucharlos.

También hay un libro amplio y sin folios registrados formalmente dentro del corazón humano. 

¿Qué consejos darías a los nuevos poetas?

El consejo para los nuevos poetas es no tener miedo a deshacer todo lo escrito para empezar de nuevo. Que después de encontrar su propia voz, puedan reconocerse en todas las voces que los precedieron. Que puedan abrirse lo suficiente, para reconocer algún día en su palabra, la raíz del verbo que da origen a todo lo que existe.