Hace años que visito y paso temporadas en Menorca y la librería de referencia cada vez que voy a Maó es Sa Catòlica. De hecho, ahí he hecho dos presentaciones de libros: la traducción al catalán del poemario de Gary Snyder, Les muntanyes són la teva ment y el poemario Fronteras. Así conocí a Susana, siempre dispuesta a ayudar y a facilitar la tarea del cliente y del lector.
¿Cómo decidiste hacerte librera?
No lo decidí. Buscaba trabajo y me seleccionaron.
¿Acaso eres una romántica sin esperanza, como el protagonista de Farenheit 451?
No, para nada. Te vas enamorando, como muestra …
Cuéntanos brevemente la historia de tu librería. ¿Qué tiene de especial?
Yo trabajaba en BCN, en una librería-papelería, en Plaza Molina. Y tenía un cliente. A raíz de él estoy aquí hace 28 años: 23 de asalariada y casi 5 de propietaria. La librería está en el centro de Maó y es del año 1943 y se la conoce por tener publicaciones menorquinas.
¿Cuántos títulos tenéis aproximadamente?
No lo sé, pero creo que son bastantes.
De todo un poco, porque hay clientes mayores y niños, los adolescentes son menos… Menos clientes en invierno. En verano, al estar de vacaciones, hay más…
¿Cuánto tienes de comerciante y cuánto de agente cultural?
Tengo un poco de ambas. De comercial la visión de la compraventa, y de agente cultural tengo un club de cultura y en la librería se hacen presentaciones y talleres tanto de adultos como infantiles.
Dime tres requisitos imprescindibles para ser librera.
Te tiene que gustar trabajar de cara al público, la lectura y todo lo que conlleva el escaparate; saber comprar, cómo y cuánto y saber cuándo un cliente necesita tu ayuda.
¿Cómo haces para recomendar libros?, ¿tus gustos?, ¿la vestimenta de quien te pregunta?, …
Yo siempre he dicho lo mismo, todo depende del estado emocional de cada persona. El momento de un libro es como un perfume, depende de la piel.
Mis gustos dependen de mi estado emocional, pero normalmente son de intriga, de amor, de historia y cuentos.
No tiene nada que ver. Hay gente que viste deportiva o informal y saben lo que quieren y otras personas no, para mí eso no influye. En verano es cuando más gente tengo.
¿Tienes alguna receta para incentivar la lectura?
Depende. Si son niños les pregunto qué tipo de libros desean: de aventuras, cómics… Yo tengo dos hijos y siempre les he dicho que eligieran ellos, pero mirando que fueran apropiados. Leer no es una obligación, es un hobby. Obligación es ir al colegio y aprender. En adultos les pregunto y les ofrezco alguna narrativa corta y ligera para que se entretengan y tengan ganas de leer otro.
¿Crees que los libros digitales están cambiando el mercado?
Sí, pero no para todo el mundo. Hay de todo y lo que te transmite un libro de papel no lo hace el digital.
¿Cuál es el rasgo diferencial de tu librería respecto a otras de la ciudad?
Yo estoy en una isla y aquí más o menos nos conocemos todos en invierno. Y sé por lo que me van a preguntar y el trato con el cliente es personal.
¿Cuál ha sido tu momento más dulce o la anécdota más divertida que has vivido como librera?
Cada día, porque nunca sabes que pasará y quien entrará y lo que te van a preguntar… Abrir cajas de novedades, el escaparate, las presentaciones, los talleres, el club de lectura…
¿Qué es lo que más odias de un/una cliente y de tu profesión?
De un cliente no me gusta cuando hace comentarios gratuitos que son ofensivos, y de mi profesión el contenerme y no contestar al cliente.
Para terminar me gustaría que nos recomendases los tres libros que más te han apasionado y el que nunca volverías a leer.
Recomendaría los siguientes:
“La amaba” . Autora: Anna Gabaldá. Editorial Seix-Barral.
“El señor Ibrahim y las flores del Corán”. Autor: Eric-Emmanuel Schmitt. Editorial Booket.
“Travesuras de una niña mala”. Autor: Mario Vargas Llosa. Editorial De Bolsillo.
“La uruguya”. Autor: Pedro Mairal. Editorial Libros del Asteroide.
El que no acabé y no volvería a leer es: “Veronica decide morir”. Autor: Paulo Coelho Editorial Booket.
Muchas gracias Susana por habernos dedicado un rato a contestar las preguntas y te deseamos mucha suerte en el futuro. Y a vosotros, lectores, no olvidéis pasaros por la calle de Hannover 14, en Maó para saludar a Susana.
Esperamos que hayáis disfrutado y gracias por haber llegado hasta aquí.
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