Mercedes Halfon nació en Buenos Aires en 1980.

Se dedica a la práctica e investigación de artes escénicas y literatura. Es Licenciada en Artes (UBA), Magíster en Escritura creativa (UNTREF), periodista cultural, crítica de teatro y poeta. Escribe en el suplemento Radar de Página/12. Ganó el Premio Estímulo de Tea al periodismo gráfico. Fue becada para perfeccionarse en escritura por la Fundación Gabriel García Márquez de Colombia en 2008, en Artes Vivas por Goethe Institut en Bogotá en 2015 y por el centro de creación contemporánea Matadero Madrid en 2017. Es curadora del ciclo teatral Invocaciones, en el Centro Cultural San Martín. Actualmente filma un documental sobre la poesía en Buenos Aires. Ha publicado textos breves de narrativa, una novela en colaboración y poesía. En 2017 salió su primera novela, El trabajo de los ojos, por Editorial Entropía.

También ha publicado:

Dormir con lo puesto (Zorra Poesía, 2008), Un paisaje que nunca vi (Color pastel 2010), en formato Epub “Tres Islas” (Determinado rumor 2011), Hebilla de pasto (vox 2012) y Un fuego cualquiera (Editorial Neutrinos de Santa Fe, 2015)

Esta es una breve biografía de la persona que está detrás de este precioso libro de poemas, que lleva por título “Lámparas Ideales” editorial Liliputiense.

Empezaré dejando aquí el poema con el que comienza su libro:

No voy a ningún lugar en especial

sólo salí a mira el color del cielo

no es un momento hecho para durar

es la hora en que los bebés  empiezan a llorar

y los perro pasean con sus dueños.

Veo el papel de un alfajor

arrastrado por el viento

por el viento, por el viento.

Poema de palabras y versos sencillos que nos cuenta un momento único y mil veces repetido en la vida. Este poema tiene la fuerza de la palabra asequible al servicio de una poesía sin adornos literarios, para ceder el puesto al claro y limpio concepto de un momento único y múltiple al mismo tiempo.

En general la poesía de este libro es así, de palabras y versos naturales,  con metáforas muy contadas y cuidadas. Dejándonos ver la imagen del día a día de la poeta, en momentos muy comunes y reales.

Así comienza otro de sus poemas.

Estoy tomando nafta con una amiga

es normal

es algo que la gente hace en un país como este…

Y unos versos más abajo nos dice

…los bolsillos son sigilosos

no recuerdo donde guardé

las plantas que estaban vivas…

Mercedes nos regala una imagen real y muy poética al mismo tiempo.

Yo digo que la vida es poesía, está en cada rincón, en cada parque y en la próxima esquina, si queremos verla. Ella la ve, le lleva pegada en la retina de los ojos, y nos la regala con elegancia.

Versos de mirada profunda, mostrándonos ese mundo que los poetas vemos más allá de la superficie de las cosas.

Trazos melancólicos en algunas ocasiones, que traspasan piel, se mezclan con la cotidianidad del ser humano.

Llevo un año triste

sin escribir un solo poema

entre las piernas tres bolsas

en una verdura, en otra las cosas del trabajo

en la última un cuaderno y una bombacha

resiste la imagen del palacio de cristal…

                (fragmento de un poema)

Utiliza lo tangible, lo asequible y lo convierte en una hermosa metáfora.

El poemario tiene dos partes (aunque apenas son 40 páginas). La primera son 19 poemas  y en la segunda parte llamada “II Richter”, los temblores se propagan por todos los versos, siendo el propio temblor un poema más.

Nos tiemblan los pilotes de la casa

con la fuerza del río en su corriente

tiemblan los cubiertos en el cajón

y se afilan, nos tiembla el corazón…

                ********

…La escala de Richter se mide

en la cabeza del bóxer que sigue

al chico que corre en la plaza

percibe el temblor y decide

volver corriendo a casa…

Un libro bonito, una poesía que acaricia y toca, una lectura muy recomendable.