Javier Mendiburu ( jmendiburu) aterrizó en Poémame en julio de 2020.
De lenguaje ágil y fresco, sin muchos adornos ni florituras, verso limpio y claro. Elegante y sutil. Su forma de escribir es amplia y generosa en matices y sentidos. Ves lo que él quiere transmitir.
Engancha y envuelve desde que empiezas a leer
Nada me pertenece
pero estoy en algunas de tus cosas
en las algaradas de tu boca
en el roce de tu pelo
en algún reflejo de tus ojos verdes
Su poesía tiene luz y vida propia, te traslada al momento y el lugar que él pinta en el poema, que enseña, muestra y regala. En algunas ocasiones te lleva por el aire como las notas de un instrumento de música. Como el sonido de la música, haciendo especial ese momento, mostrando la esencia de ese momento.
Suena el saxo de Scott Hamilton
que lleva mis besos a tu boca en cada entonación
no suelto tu cintura y la circundo
como quien paladea un viejo ron
mientras bailamos el blues de la vida
abrazados
solos
tú y yo
Otras veces nos dibuja, con hermosas y claras metáforas, un momento muy personal. Nos regala una imagen tan onírica como real, y a través de sus palabras puedes ver y casi palpar ese mágico instante.
Sostenido
en el fino alambre de tu voz
recorro su tono
y lo afino a mi paso
Para mí ha sido un grato descubrimiento, que espero que hoy tú, lector de Poémame, también descubras, si no lo has hecho ya.
Os dejo aquí una pequeña muestra de su maravillosa poesía, y no dejéis de pasar por su rinconcito en Poémame
Mi mano en tu nuca
Arde la tarde
y en tu nuca
mi mano reposa
y toma tu pulso
sin mirarte
Hay trazos de cobalto
en el cielo derretido
por un sol absoluto
que quema nuestras sienes
‘Hoy es jueves’, declaras
y la sentencia enumera
todos los días inesperadamente felices
Hay paz en el aire
una paz que se palpa
irrefutable, limpia y neta
como un sueño de cortinas
que se mecen al vaivén de las corrientes
Hoy acontece todo:
un plan que acompasa lo infinito
en el lapso de una tarde,
una luz
y una mano en una nuca
que resulta ser
la tuya
Sólo tu piel
Los cubitos de hielo se amontonan
en el vaso de cristal que ahora sostienes
Sólo tu piel podrá terminar
con nuestra soledad de números primos
mientras recorremos la red tejida por la noche
poseídos por la fe en el encuentro
(Hay un lunar junto a tus labios
que podría ser mi oasis)
Rozo tus dedos con los míos
Formo un dibujo de ti en su trazo
Coloreo sus huecos con el color de la vida
y la noche tiembla, trémula
incapaz de más derroche
Y mientras todo el mundo duerme
no hay almas más despiertas que las nuestras
azuzadas por el leve tintineo
de unos hielos que agonizan
en el vaso de cristal que ahora me entregas
¿ Qué se puede decir en estos casos? Yo solo atino a decir ‘gracias’. Unas gracias grandes por acogerme en la comunidad, por intercambiar comentarios y guiños siempre cordiales, por saberme leído por personas con tanta inspiración como vosotros, por haber creado este lugar al que uno siempre quiere volver.
Y unas gracias muy especiales a ti, Hortensia, por haber tenido el detalle de traerme a la revista y escribir esas palabras sobre mi poesía, palabras que emocionan y se agradecen desde dentro.
Que todo esto haya ocurrido en el día de mi cumpleaños, que además, es el tuyo, solo puede ser una travesura del lado amable del universo.
Ojala siga siendo amable para todos nosotros en estos tiempos tan difíciles.