Han pasado más de treinta años desde la irrupción en el panorama artístico internacional de un colectivo de artistas que convirtió la reivindicación feminista en el gran motivo de su práctica artística. Nos referimos a un grupo de mujeres que portaban en sus rostros unas máscaras de gorila, y que se hacían llamar Guerrilla Girls. (1) Aunque se las sitúa entre las primeras mujeres en denunciar este tipo de discriminación, no es del todo cierto. Otras artistas feministas de los años 70 demostraron que las mujeres podían producir arte radicalmente diferente. La crítica feminista, Lucy Lippard, comisarió una exposición exclusivamente de mujeres en 1974. Las Guerrilla Girls, formadas por este movimiento de los años 70, idearon nuevas y diferentes estrategias, buscaron un enfoque alternativo que las diferenciara de los movimientos feministas anteriores que se caracterizaban por odiar a los hombres, o carecer de sentido del humor.

Era el año 1985 y el Museu de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York había programado una exposición de pintura y escultura contemporánea con una representación de 152 hombres y 17 mujeres. Un grupo de mujeres artistas decidió actuar en plan guerrilla para denunciar no solo esta discriminación de género, sino la racial también, y se pusieron máscaras de gorila. ¿Por qué de gorila? Porque en inglés la palabra “guerrilla” y “gorila” se pronuncian igual. Además, esas máscaras les daban el anonimato necesario para su táctica de guerrilla, puesto que enganchar carteles en la ciudad de Nueva York era un delito penal por la Ley Federal norteamericana. Un beneficio añadido a ese anonimato fue el halo de misterio que rodeaba sus identidades, lo que atrajo mucha gente a su causa. Adoptaron los nombres de artistas muertas para mantener y reivindicar su recuerdo. Por ejemplo: Käthe Kollwitz, Frida Kahlo, Eva Hesse, Shigeko Kubota, Alma Thomas, Rosalba Carriera, Alice Neel, Julia de Burgos y Hannah Höch. (2)

Tras esta primera campaña que consiguió avergonzar a la dirección del MoMA, iniciaron una segunda campaña enfocada a la denuncia de galeristas, críticos de arte, comisarios y ­coleccionistas. El tono de humor e ironía que impregnaba su crítica hacia la institución intocable de los museos, bienales, exposiciones colectivas, galerías etc. enervó aún más los ánimos de los criticados. Evidentemente, el sector respondió con indignación, pero el público era consciente de que sus carteles y denuncias desnudaban las vergüenzas del mundo del arte en su conjunto, más allá de los temas de género.

Este grupo de mujeres también elaboró, desde la clandestinidad, estudios de historia del arte y de estereotipos femeninos que imperaban en el mundo del arte denunciando su parcialidad y discriminación hacia lo femenino. Así, las Guerrilla Girls señalaron con datos las siguientes discriminaciones:

  • exclusión del cánon de parámetros considerados tradicionalmente femeninos,
  • dar trato de genialidad a los hombres,
  • relegar a las mujeres a una subcategoría de arte menor.

La ironía era uno de los pilares de su lucha, y es evidente en todos sus carteles y actuaciones. Destacamos uno de ellos porque enumera las “ventajas” que conlleva ser mujer artista: trabajar sin la presión del éxito, poder desconectar del mundo artístico tras trabajar en cuatro sitios diferentes como autónoma, tener la oportunidad de escoger entre tu carrera y la maternidad, ver tus ideas plasmadas en las obras de otros, estar segura de que cualquier tipo de arte que hagas será catalogado como femenino o que salgas en las revistas de arte disfrazada de gorila.

Con su ingenio y humor, las Guerrilla Girls evitaron una reacción violenta del público hacia sus denuncias, que no se ciñeron exclusivamente al mundo del arte, sino que lucharon para concienciar a la población sobre la pobreza, el sida y la desigualdad social y salarial.

España y Cataluña

Más de un 70% de los estudiantes en las Facultades de Bellas Artes y de Historia del Arte del Estado son mujeres y solo un 6,17% de las artistas presentes en la edición de ARCOMadrid el año 2019 fueron mujeres y españolas. (Gráfico 1) Una cifra prácticamente igual a la del año 2018 y que se repite desde hace 5 años tal y como se muestra en el gráfico 2. (3)

TABLA 1.B ARTISTAS EN ARCO 2019  % en relación al número total de artistas que exponen en ARCO
 MUJERESHOMBRESColectivos de artistas MIXTOSTOTAL
España6,17%20,8%0,2%27%
Extranjero20,22%52,1%0,4%73%
TOTAL %26%73%1%100%

Gráfico 1. Presencia de artistas mujeres y hombres según nacionalidad en ARCO 2019

TABLA 2. ARTISTAS EN ARCO 2010, 2018-2019 En esta tabla los totales no incluyen los colectivos de artistas mixtos
 MUJER 2010HOMBRE 2010MUJER 2018HOMBRE 2018MUJER 2019HOMBRE 2019
España7%21%6,3%20%6,17%20,8%
Extranjero22%50%19%54%20,22%52,1%
TOTAL %29%71%25,3%74,6%26%73%

Gráfico 2. Evolución desde el 2010 de la proporción de mujeres artistas españolas en ARCO 2019

En Cataluña, según el 4t informe de l’Observatori Cultural de Gènere (5) hecho con la colaboración de Mujeres en las Artes Visuales (4), la presencia de la mujer en las exposiciones realizadas por los grandes centros de arte de Barcelona entre el año 2010 y el 2015 (Museu d’Art Contemporani de Barcelona, Museu Nacional d’Art de Catalunya, CaixaForum, Arts Santa Mònica, Fundació Joan Miró, Fundació Suñol, Fundació Antoni Tàpies, Fundació Vila Casas, Fundació Catalunya-La Pedrera, La Virreina -Centre de la Imatge-), confirma que solo el 14% de las exposiciones se dedicaron a mujeres artistas.

Según cifras del año 2018 del Observatori de Públics del Patrimoni Cultural de Catalunya (6), el número de mujeres que visitaron los museos fue superior al de hombres: 42,8% frente al 39,1%. Pero este estudio se hizo sobre una muestra de población catalana, y la realidad es que una parte importante de los visitantes de los museos no son catalanes, sino turistas.

Estas cifras no hacen más que confirmar lo que las Guerrilla Girls ya denunciaban el siglo pasado. Demandaban que el arte fuera un lenguaje accesible, libre y universal que transmitiese belleza, crítica e innovación. No un entorno selectivo, minoritario y machista. Su posicionamiento sigue estando vigente y son un referente para el arte feminista que quiere cambiar no solo la situación de las mujeres, sino también, y como consecuencia, el mundo. Aquel activismo estadounidense de entonces está ahora representado en España por los movimientos feministas de artistas que se reúnen en la Bienal de Mujeres en las Artes Visuales (7), donde se discute el papel del arte como un instrumento de liberación social y denuncia del dominio masculino.

Las Guerrilla Girls del siglo XXI

Los trabajos de las Guerrilla Girls en la década de los 2000 presentan un predominio del uso de imágenes y texto a manera de collage. Por ejemplo La bomba de Estrógeno del año 2014. Este trabajo es una obra de formato vertical, en la que se ve a la Tierra en el espacio, sobre la que se posa amenazante una píldora roja de la que salen llamas por la parte trasera, le sigue un texto que comenta los efectos que tendría esa bomba de estrógenos (hormona sexual femenina): se paralizarían las guerras y los conflictos, los  dirigentes hombres se pondrían a trabajar a favor de los derechos humanos y para acabar con las desigualdades.

La historia nos ha demostrado que, a lo largo de los años, nada dura eternamente y menos un movimiento anónimo que ya tiene presencia en museos y galerías. La fama lleva a la disensión y eso es lo que ha pasado. A medida que las Guerrilla Girls ganaban popularidad, las tensiones llevaron a lo que más tarde ellas mismas llaman «banana split»: la separación de cinco integrantes del colectivo. Posteriormente, una segunda escisión llevó a varias componentes de color a enfrentarse a la gestión de las  actuales dirigentes, una jerarquía tácita en el grupo, porque se veían utilizadas para cubrir el ‘cupo de color’, y con una participación simbólica, conocida como tokenismo (un término que hace referencia a la práctica de efectuar pequeñas concesiones superficiales hacia un colectivo discriminado).

Estas disensiones dieron origen el año 2001 al nacimiento de las Guerrilla Girls Broadband (8). Por su lado, «Kahlo» y «Kollwitz» registraron la marca Guerrilla Girls, Inc. para distinguirse de las anteriores y de su Guerrilla Girls On Tour (compañía anónima de teatro itinerante cuya misión es desarrollar obras de teatro activistas, representaciones artísticas y teatro callejero que aborden el feminismo y la historia de las mujeres) (9). A partir de ese momento, empezaron a pleitear unas contra otras y muchas integrantes del grupo se sintieron especialmente traicionadas porque «Kahlo» y «Kollwitz» hubiesen iniciado esa demanda utilizando sus nombres reales, Jerilea Zempel y Erika Rothenberg. Esto provocó reacciones negativas de las Guerrilla Girls actuales y anteriores, quienes objetaron que «Kahlo» y «Kollwitz» se atribuyeran la responsabilidad de haber creado el esfuerzo colectivo, así como la ligereza con la que cambiaron su anonimato por legitimidad.

Por otro lado, los estudiantes de la Facultad de Arte y Diseño de Minneapolis criticaron la campaña de carteles de la bomba de estrógeno, describiéndola como insensible hacia las personas transgénero, ya que vincula el género femenino al estrógeno, el mismo tipo de vínculo esencialista que las Guerrilla Girls pretenden criticar.

Conclusiones

Las diferentes reivindicaciones de las Guerrilla Girls en las últimas décadas han puesto de manifiesto diferentes formas de entender el arte y la programación artística. También han servido para denunciar que la mercantilización del arte no es el fin para el cual el arte ha sido creado, y no han dudado a la hora de exigir un arte accesible para todos los públicos, porque el arte consiste también en despertar conciencias. El prestigio de la cultura de la clase dominante, representado en los museos de arte, ha reforzado y sigue reforzando la inclusión de una minoría y ha determinado y sigue determinando la exclusión de una mayoría: los grupos sociales más frágiles social, económica y culturalmente. El compromiso social de las Guerrilla Girls ha sido su principal motivación de creación artística, de ahí que su reivindicación feminista haya reflejado todas esas demandas de igualdad real para las personas con independencia de su género, raza o nivel económico.

Las Guerrilla Girls y sus secuelas continúan siendo un movimiento rompedor, imaginativo y comprometido con la ironía, el humor y los datos como armas de lucha. Destaparon que el arte institucional y contemporáneo del último cuarto del siglo XX no era precisamente vanguardista y que también era un bastión machista que sigue vigente, en gran medida, hasta el día de hoy. Hay que reconocerles que uno de los éxitos más importantes de su existencia, no es que hayan conseguido la paridad, pero sí que haya muchas más mujeres del mundo del arte, peor pagadas que los hombres (12), decididas a denunciar esta discriminación sin una máscara de gorila, abiertamente, sin miedo a ser señaladas. Por otro lado, también existen alternativas al arte más tradicional como Tamagit (10), un proyecto cultural dirigido por una mujer y conectado a la ciudad de Barcelona que pretende dar valor a la obra de artistas de joyería contemporánea que parten de un legado al cual aportan su experiencia vital desde una visión estética ética y de respeto a los derechos humanos.

Existen varios aspectos culturales que favorecen la discriminación femenina dentro del mundo del arte y de la política como lo muestran los trabajos realizados por Aware -Archives of Women Artists, Research & Exhibitions– (11). Hombres y mujeres deberíamos ir de la mano para superar el problema de género mediante nuevas propuestas que no partan de la idea de repetir lo mismo que hacen los hombres. Tenemos que mirarnos como parte del conjunto de los seres humanos que trabajemos de forma colectiva para la construcción y transformación de procesos sociales, políticos y artísticos que consigan la  liberación social y denunciar el patriarcado imperante en nuestros días. Para esto también nosotros, los hombres, debemos cambiar de mentalidad con el fin de eliminar las jerarquías de poder que han sido impuestas de manera sexista.

No hace falta ser miembro de las Guerrilla Girls para ser activista, cualquiera puede llevar a cabo su propia y loca campaña de activismo o contribuir con su causa ayudando en su difusión. Ellas nos han enseñado que la discriminación se puede combatir con ingenio, descaro, rigor científico y mucho sentido del humor. Si los museos de arte han sido vehículos de conocimientos, sólo comprensibles para una minoría, actualmente están obligados a procurar las herramientas necesarias para que estos conocimientos lleguen a todos. El cambio está en nuestras manos, en las de cualquiera, en las de todos.

Bonus

¿Por qué no puede ser Banksy la última o más actual ocurrencia de las Guerrilla Girls? ¿Por qué asumimos que es un hombre? Todo el mundo cree que Banksy es varón, pero si analizamos su trabajo, se ve que la mujer está presente en muchos de sus grafitis, y nunca de forma sexualizada, lo que es raro en ese tipo de arte urbano.

Son muchas las teorías que han tratado de descubrir su identidad. Es difícil creer que una sola persona esté detrás de todo el ‘mundo Banksy’. ¿Y si fuera un grupo organizado? ¿Y si esas representaciones artísticas tan subversivas salieran de las manos de una mujer o de un colectivo de mujeres? ¿Será Banksy una mujer? ¿Se ocultará detrás de una máscara de gorila?

Notas

  1. http://www.guerrillagirls.com/
  2. https://es.qaz.wiki/wiki/Guerrilla_Girls
  3. https://mav.org.es/informes-mav-ferias-18/
  4. https://mav.org.es/
  5. http://dones.gencat.cat/web/.content/03_ambits/docs/publicacions_OCG_informe4.pdf
  6. http://observatoripublics.icrpc.cat/cat/inici.html
  7. https://www.bienalmav.org/
  8. http://guerrillagirlsbroadband.com/
  9. https://guerrillagirlsontour.com/
  10. https://www.tamagit.com/
  11. https://awarewomenartists.com/en/
  12. https://www.bbc.co.uk/sounds/play/w3cszkpt

Bibliography

Balarezo, C. (2016). Las Guerrilla Girls y el Activismo contra la Discriminación. academia.edu. Consulta diciembre 10, 2020, https://www.academia.edu/30247710/Las_Guerrilla_Girls_y_el_Activismo_contra_la_Discriminaci%C3%B3n_pdf

Baygual, J., Brugat, R., & Cabré, M.À. (2016). 4art Informe de L’OBSERVATORI CULTURAL DE GÈNERE, amb la col·laboració de MAV (Mujeres en las Artes Visuales). http://dones.gencat.cat/web/.content/03_ambits/docs/publicacions_OCG_informe4.pdf

Bienal de Mujeres en las Artes Visuales. (n.d.). Bienal de Mujeres en las Artes Visuales. Consulta diciembre 7, 2020, https://www.bienalmav.org/

Delgado, C. (2012). El museo de arte y el no-público. El problema de los estereotipos. Revista colombiana de sociología, 35(2). https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/37200

Guerrilla Girls. (n.d.). Guerrilla Girls. Consulta diciembre 5, 2020, http://www.guerrillagirls.com/

Guerrilla Girls. (n.d.). Wikipedia. Consulta diciembre 5, 2020, https://es.qaz.wiki/wiki/Guerrilla_Girls

The Guerrilla Girls. (2020, noviembre 14). The History Hour. BBC Sounds. Retrieved diciembre 10, 2020, Podcast, https://www.bbc.co.uk/sounds/play/w3cszkpt

Guerrilla Girls BroadBand. (n.d.). Guerrilla Girls BroadBand. Consulta diciembre 5, 2020, http://guerrillagirlsbroadband.com/

Guerrilla Girls on tour. (n.d.). Guerrilla Girls on tour. Consulta diciembre 5, 2020, https://guerrillagirlsontour.com/

Institut Català de Recerca en Patrimoni Cultural. (n.d.). ICRPC. Consulta diciembre 7, 2020, http://observatoripublics.icrpc.cat/cat/inici.html

López, D. L. (2015). Guerrilla Girls and Guerrilla Girls BroadBand: Inside Story. Asparkía. Universitat Jaume I, 27. https://www.e-revistes.uji.es/index.php/asparkia/article/view/1867

Mandel, C. (2010). Cuerpo femenino, humor y resistencia. Escena. Revista de las artes, 67(2), 71-82. https://www.redalyc.org/pdf/5611/561158769002.pdf

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“Stein, Gertrude” et alia. (n.d.). Guerrilla Girls and Guerrilla Girls BroadBand: Inside Story. Consulta december 7, 2020, http://guerrillagirlsbroadband.com/sites/guerrillagirls/files/GGBBInsideStoryFinalCAA.pdf