Jüri Talvet. Nació en 1945 en Pärnu (Estonia). Licenciado en filología y literatura inglesa por la Universidad de Tartu (1972) y Doctor en filología y literatura hispánicas por la Universidad de Leningrado (San Petersburgo, 1981), donde tuvo que presentar su tesis al no existir entonces estudios hispánicos en Estonia, ha presidido desde 1992 hasta 2020 la Cátedra de Literatura Mundial y Comparada en la Universidad de Tartu. Hoy es profesor emérito. En 1992, además, fundó los estudios hispánicos en la misma universidad, que han acogido también lectorados de catalán y portugués. Por otra parte, se le debe la fundación de la Asociación Estonia de Literatura Comparada y de su revista anual, Interlitteraria, de ámbito internacional, que publica en cuatro idiomas. Ha dado a la imprenta ocho libros de poesía y nueve de ensayo, de los que varios se han traducido y editado en inglés, español, italiano, francés, catalán, japonés, ruso, rumano, serbio y griego. Su obra poética y ensayística se ha divulgado también en revistas de numerosos países y en diversos idiomas. Ha sido galardonado con el Premio Anual de Literatura de Estonia (Ensayo, 1986), el Premio Juhan Liiv de Poesía (1997), el Premio Conmemorativo Ivar Ivask (2002), el Premio Internacional Naji Naaman de Literatura (2020, por toda su obra) y el Premio Nacional de la Ciencia de Estonia en 2021 por toda una vida dedicada a la literatura, la investigación y la docencia universitaria, y ha recibido otras importantes distinciones. En 2016 fue elegido miembro de la Academia Europea.
EN EL DÍA DE SAN VALENTÍN
se deja un regalo en la puerta.
Se toca el timbre con fuerza y se huye.
Me asomo y miro
de un lado a otro con agradecida
sorpresa: ¿quién pudo haber sido?
Y luego vuelvo y fluyo en ti –
como la lluvia, el sentido y la belleza.
NUNCA TE OLVIDARÉ. Tampoco
al jardín de rosas, sereno y silencioso.
Ni a la pintura desprendida del marco de la ventana.
La obra perdura más que la sombra del viento,
cuando bajando de un tren extraviado, madre ‒
en otra tierra, en otra era, donde hasta
los letreros estaban escritos en un idioma extraño
‒todo al revés‒, te llevé
en mi regazo toda la noche.
TE SALVÉ LA VIDA, DICES, PORQUE
un instante antes de que se derribara
desde un alero, una pesada roca
de hielo y cayera
justo delante de ti,
te detuviste
a pensar en mí, por un momento.
De manera invisible,
el amor habla
y protege siempre que puede.
Y si no puede, entonces tal vez
sería inútil eliminar las capas
de ropa, carne y huesos ‒
para hallar el alma.
El experimento
podría no tener éxito, como ocurre con la cebolla o la col
Traducción al español por Mariela Cordero
Foto por Agnieszka Herman,( 2019).
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