Bahaa Iaali Es un poeta y traductor libanés, nacido en Bebnine, Akkar, en 1995. Es licenciado en Historia y Mitología por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Libanesa. Fue profesor en prácticas en la Universidad libanesa, antes de dedicarse al periodismo y la traducción, donde escribió y tradujo en numerosos periódicos y plataformas culturales como: «Al-Faisal», «Al-Jadeed», «Al-Araby al-Jadeed», «Ultra Sawt» y «Romman Magazine». También trabajó como editor literario en la editorial Dar Al-Rafidain entre 2019 y 2020. Trabajó como traductor independiente y tradujo al árabe muchos libros de escritores, entre los que destacan Jean Cocteau, Emmanuel Bove y René Bazin. Ha publicado – La luz es el último pájaro del cielo (الضوء آخر عصفورٍ في السماء) – Nueva editorial Dalmoun, Damasco 2017.- Canciones de un pueblo envuelto en la niebla – Poema largo (أغنياتٌ لقريةٍ مضبّبة – قصيدة مطوّلة) – Revista Al-Jadeed, Londres 2021
Damasco
Un día que no empieza sin ver la puerta
Un día que sirve un poco de alcohol a sus visitantes para que lo olviden por la noche
Un día que no quiere hablar
Y los visitantes, desde que piensan en completarlo
no hablan.
Hoy es un ingeniero iletrado del mañana, que sigue pensando en cómo pasará
Hoy es lo que fluía de la lengua del vendedor de croissants en Qaymariya, y lo que se hablaba por callejones donde una vez una amante se esfumó, escuchando el clamor de la sangre, el clamor de los años afilados sobre las cabezas cubiertas de herrumbre.
***
¡Oye tú!
ese silencio que sigue ahí cuando me voy no puede morir
tu cabeza que está atestada de cuentos populares
me devora poco a poco, así que me duermo
luego cambio de escena, todavía duermo
entonces, vuelvo,
entonces trato de recordar lo que el hombre asesinado dijo mientras miraba el bosque donde perdió a su hermano, recuerdo como el tiempo me hilaba como un jersey me tejía de hilos que estaban disponibles, sin importar sus colores,
entonces vuelvo tan lentamente como el internet en la cima de una montaña
entonces me pongo de pie
guardo silencio y
guardo silencio otra vez
hasta que todas las formas de muerte rueden desde mi cabeza.
***
Nada es certero respecto a lo que los absurdos dijeron sobre el cierre de la carretera entre Tracia y los Balcanes. Nada sugiere el miedo en la voz de Jacques Brel mientras toma su último aliento. Polvo, escombros, aire contaminado es lo que sé que me espera allí, o en el camino de la voz de Jacques. Sin embargo, soy plenamente consciente de que el músico no se cansa de los pesos de lava que caen sobre y alrededor de su cabeza.
Mi voz llegó, y mi cuerpo todavía está esperando
con el sabor de las manzanas, se anhela un sueño tierno que camine tan dulce como el andar de una virgen en mi cabeza.
Nada de lo que preocuparse
Nada puede hablar con el camino para que se abra,
Nada puede permanecer en silencio mientras camino manchado de polvo.
Traducción al inglés: Reem Ghanayem y Shurouk Hammoud
Traducción al español: Mariela Cordero.
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