“Escribo poesía. No encuentro un vicio que consuma más y a mayor precio.”

Daniel Gómez, también conocido en algunas redes sociales como D. Etéreo es poeta por vocación. Zaragozano, de 27 años, tiene un libro publicado por la editorial Estrellas Fugaces, «A lo hecho, Verso», junto con el poeta Fran Pozuelo, y uno en solitario, una plaquette llamada «Réquiem«. Ha realizado recitales por diferentes lugares de la geografía española, siendo el último con motivo de la Diada de Sant Jordi, en Barcelona.

“Escribo por mí, y quizás por los que no están” (Presentación, A lo hecho, verso).

Dani, ¿por qué escribes poesía?

Pues es una pregunta difícil para empezar, ja ja ja. Veamos, digamos que poesía escribo desde un tiempo antes de publicarla y/o mostrarla y quizá no ha cambiado apenas sus principales motivos: desahogo, desconexión, paz, limpieza o recarga.

Escribo poesía por muchas cosas, pero quizá sea difícil definir la principal. Me hace sentir bien, ya no solo escribir poesía, sino leerla, recitarla, escucharla de otras bocas.

La poesía es una droga, lo dije en uno de mis últimos poemas, y creo que la afirmación, salvando las distancias, es muy real.

Escribo por los que no están, sí, en ocasiones sí, es un homenaje por toda esa gente que no puede escribir o que no ha podido leerme y que sé, les habría emocionado.

“El campamento base lo planto en torno a la poesía” (Lecciones, A lo hecho, verso).

¿Concibes tu vida sin poesía?

A día de hoy no concibo mi vida sin poesía, ya digo, no sólo propia, sino ajena.

La poesía es una tela de araña, pero nosotros, los insectos que caemos en ella, no queremos salir, queremos ser arañas, tejer otra tela y hacer de esto un círculo vicioso.

“Es hora de levantar la cabeza y ganar esta guerra, estrategia, ambición y un buen arma, voluntad y palabra” (Resumen, Réquiem).

Muchos de tus poemas ponen el acento en temas sociales y políticos. ¿Consideras que la poesía es una buena arma?

Cualquier forma artística puede ser un arma, en este caso, a través de la palabra, que es una pistola y una rosa a la vez, es decir, puede usarse para denuncia social, para reivindicación, para crítica, pero también para ensalzar lo bello, lo anhelado, lo soñado o lo que ansiamos conseguir.

Todo puede tener cabida a través de la palabra y, quizá, la poesía tiene un poder para con la denuncia y la protesta. Yo vivo y escribo lo que vivo, lo que veo, si un día siento que debo contar en mi poesía lo enamorado que me encuentro, lo hago, pero hay días en los que la rabia inunda el folio y es de las pocas vías de escape y de protesta que tengo tan a mano.

“Me desangro en letras, en tinta inmortal y fría que tan rápido seca” (Tocado, pero no hundido. A lo hecho, verso).

¿Crees que desnudarse emocionalmente es un requisito básico a la hora de escribir poesía? Es decir, ¿se puede mentir escribiendo poesía?

Mentir, ha quedado claro, que hoy en día se puede en cualquier faceta, ámbito y forma.

Se le da demasiado poco valor a lo real, a la palabra (a la honestidad, digo) y a la verdad. Habrá quien mienta escribiendo poesía o quien escriba en cadena cosas que no siente, por sacar beneficio del tipo que sea. Yo no, no concibo mentir en mi vida, ni en mi poesía, menos si cabe.

Desnudarse emocionalmente no sé si sería un “requisito básico”, pero mostrarnos transparentes nos dota de una mayor belleza y de una mayor sinceridad. Recibir feedback de la gente, si eres natural, es de los mayores placeres que pueden existir.

“Piedra del camino, papel y poema” (Apuesta, Réquiem).

¿Qué autores consideras que te han influenciado más a la hora de escribir? ¿Cuáles son tus autores de cabecera?

Estos años he ido descubriendo un gran número de poetas y escritores que me han dejado huella y me han impresionado, y muchos quizá no vendan ni 200 ejemplares de sus libros.

En mi ciudad por ejemplo, y no nombro por no dejarme a nadie en el tintero, hay una gran cantidad de buenos escritores y poetas.

Mis influencias son variopintas, desde Bukowski o Panero, pasando por Pizarnik o Luis Eduardo Aute, Shariff, Chantal Maillard u Orwell, Galeano y Kerouac.

Autores de cabecera tengo varios, ya que soy un tipo ansioso en la lectura y siempre comienzo varios libros a la vez. Si me debo quedar con uno que leo y releo a menudo y me emociona y fascina, sin duda: Karmelo C.Iribarren.

“No he descubierto la poesía, ni vosotros la parusía de los versos”.

Te mueves mucho por las redes sociales. ¿Crees que las redes han ayudado o han perjudicado a la poesía?

Quizá me mueva demasiado y sea momento de aminorar el ritmo un poco, lo reconozco.

Las redes tienen, como casi todo, sus pros y sus contras, hay que saber usarlas bien y pueden aportar grandes cosas.

Por ejemplo, si no fuese por las redes, no habría conocido a un gran número de poetas a los que sigo y a los que considero amigos, no habría ido con un librito de la mano a Madrid o Barcelona y no habría sucedido esta entrevista.

También hay quien las usa para lamerse heridas, engrandecerse el ego o conseguir dinero y reconocimiento rápido y/o fácil.

Yo lo tengo como un aporte más, un canal donde abrirme en canal a la gente y compartir mi poesía (que es una parte íntima de mí) con otra gente.

Ligado a la pregunta anterior, ha habido cierto auge de poetas que han ganado renombre en las redes. ¿Crees que la poesía puede acabar siendo una “moda” dejando un poco la calidad poética de lado en favor de lo que pide la mayoría? ¿Se está perdiendo el criterio estricto de lo que es realmente poesía?

Es muy complejo, ya que todo se ha globalizado y también , en general muy similar y destinado a un mismo público juvenil que llena sus presentaciones y les proporciona mediante un efecto fan, altos beneficios económicos y publicitarios, gracias al boca a boca o el whatsapp a whatsapp y redes sociales.

Por otra parte, yo soy un mero novato en este mundo que es la literatura y la poesía y siempre he abogado por una libertad y un respeto hacia cualquier otro escritor u artista. Si es mera moda, caerá. Quizá se esté perdiendo el criterio estricto de lo que es realmente poesía como dices, pero creo que hay que dar un tiempo para ver hacia donde lleva esta corriente.

“No me quedan muchas palabras, ellos me las sacaron todas”.

¿Has realizado talleres en algunas escuelas, qué te aporta esta experiencia?

Sí, he realizado talleres y charlas con niños en varios colegios y también en residencias de ancianos.

Como dice la cita introductoria, no me quedan muchas palabras. Me aportan valor, me aportan cariño, fe en la humanidad, en la palabra y en la generosidad para con alguien desconocido, que les va a mostrar algo que hasta ese momento, desconocen. Recomiendo muy mucho mover iniciativas en colegios, residencias, centros sociales, cárceles, etc. Siempre voy con algo que enseñar y acabo siendo yo el que aprende más de todos y todas ellas.

Gloria Fuertes termina uno de sus poemas afirmando que “La poesía debería ser obligatoria”. Entiendo que quizás consideras que la poesía es un género al que no se le da la importancia que merece en las escuelas. ¿Quizás se debería promover más, con actividades como recitales o charlas de poetas, como haces tú?

Sin lugar a dudas, no se le da ni por asomo la importancia que merece y no se le dedica el tiempo deseable. Promover la cultura, la literatura, el arte, y dentro de ello, la lectura y la creatividad mediante, por ejemplo, en este caso, la poesía, debería ser un paso a dar en las escuelas. Yo he dado algunos talleres y charlas con niños de 3 a 14 años y les acerca mucho más a la poesía que darles un libro de por ejemplo Quevedo o Bécquer y que lo lean y analicen letra por letra.

Creo que se podría iniciar con actividades más sencillas desde el inicio de la etapa escolar e ir adentrándoles progresivamente autores como los anteriormente citados u otros.

Obviamente yo solo doy mi humilde opinión, el tema es mucho más complejo y daría para tertulias muy amenas y largas.

“Reivin”. Háblanos un poquito de Reivin; esa faceta tuya de cantante o proyecto paralelo donde recitas tus versos a ritmo de rap. ¿Crees que la poesía y la música van de la mano? ¿Se complementan de algún modo?

Uf, esa faceta empezó en mi adolescencia y en los últimos años ha quedado un poco solapada por la faceta poética. No descarto retomar grabaciones, ni he dejado de escribir con un ritmo de fondo, letras de rap. La poesía y la música son muy volubles y muy afines. Algunas de las presentaciones o recitales en los que he participado han sido amenizados o incluso fusionados con guitarra, violín, piano, etc. y el resultado ha sido fabuloso.

Se complementan y se hacen coros mutuamente. En el caso del rap, hay una fuerte cercanía en cuanto a métricas, forma de expresión y rima. Cada una tiene sus diferencias, sus matices y sus singularidades, pero pueden compararse e incluso, fusionarse.

“Luz al final del túnel no sé, pero disfruto del Sol cada día, por si algún día se harta de alumbrarme” (Un penacho, Réquiem).

¿Qué nuevos proyectos poéticos tienes ahora entre manos?

Ahora mismo, en el momento de responder esta bella entrevista, estoy terminando de ensayar mi participación en el Poetry Slam de Zaragoza, donde tengo el honor y placer de ser finalista.

Más allá, no tengo nada planeado. Quiero vivir, leer, soñar y si ha de llegar algo, bienvenido sea. Sigo con talleres pendientes de fechas en colegios y residencias y escribo a menudo, pero muestro menos. Quiero que el próximo poemario u obra que muestre, sea yo 200 % y sea digna de ser publicada. Y pienso que queda camino y queda mucho que mejorar, aprender y sobre todas las cosas, vivir para poder plasmarlo. Cuando crea que es el momento, lo sacaré a la luz.