Las Hermanas del Desorden es un grupo de poesía musicalizada. Originarias de Barcelona, en sus recitales (o conciertos) tienen como objetivo experimentar con el verso y desordenar los poemas que ellas mismas escriben con música original, teatro, danza y otros elementos escénicos.

En esta entrevista charlamos con tres de sus integrantes y fundadoras -Mad Pirvan, Belén Berlín y Ale Oseguera- quienes nos explican de primera mano cómo entienden la poesía y nos descubren sus proyectos futuros. ¡Disfrutadla!


¿Cómo os conocisteis y cómo nació el grupo? ¿Porqué el «desorden»?

ALE: Yo a Belén la conocí durante un taller de perfopoesía que dieron Gonzalo Escarpa y Tatiana Sánchez Garland en Barcelona. Hicimos clic de inmediato. Y a Mad la conocí en el espectáculo Prostíbulo Poético, del cual yo formé parte.

BELÉN: De hecho, las tres coincidimos durante una época larga en el Prostíbulo Poético.

ALE: El grupo nació algunos meses después de conocernos, durante el frío, terrible e infame diciembre de 2013, el llamado “Diciembre del Horror”.

BELÉN: En ese momento había mucha intensidad y mucho drama en nuestras vidas y en las de nuestros amigos. Teníamos la sensación de estar apagando fuegos constantemente. Una noche de fiesta empezamos a darle vueltas a la idea de hacer algo juntas y así nació «La Musa Suicida», nuestro primer proyecto de poesía escénica.

MAD: El nombre y la temática de nuestro primer espectáculo vinieron inmediatamente y de forma natural, elocuente para todo lo que nos preocupaba en aquel entonces: la fuerza que inspira y que también quiere convertirse en fuerza creadora, pero está sujeta a la (auto) destrucción. El nombre de Las Hermanas del Desorden vino más tarde, inspirado en una historia de un libro de Isabel Allende, pero ya estaba integrado en nosotras como grupo: unidad en el caos absoluto.

ALE: No hemos parado desde entonces. ¡Y ya son más de cuatro años! Esto nos ha llevado a colaborar con distintos artistas, músicos y poetas. Laura y Víctor, que ahora son parte fija del Desorden, se unieron con el tiempo, cuando ya tomamos forma como grupo de poesía y música y no sólo como compañía de teatro. Víctor hizo su primer bolo con nosotras en primavera de 2015 y Laura se unió en otoño de 2016.

¿Cuántas ciudades habéis recorrido juntas y cómo han sido vuestras experiencias?

ALE: Empezamos recorriendo los rincones de Barcelona. En el resto de Catalunya hemos actuado en Tornabous y en Mataró, así que nos queda mucha terra por recorrer todavía. También hemos estado en Valencia y recientemente en Londres y Andorra.

BELÉN: Para mí Valencia fue una experiencia muy especial porque he vivido allí hace años, y fue como cerrar un ciclo con la persona que era en aquella época. Hicimos dos bolos y fueron espectaculares, además muy emotivos al ser los últimos antes de que Mad se mudara a Londres.

MAD: En Londres actuamos en una iglesia, en el marco del cabaret multidisciplinar ´The Bloody Poets´. La verdad es que esto ha sido una experiencia bastante surreal, actuando junto a artistas de diversas partes del mundo en un edificio histórico y poder mantener nuestro sello distinto en otra cultura y en otro idioma.

Para este año y el próximo sí que tenemos pensado explorar más ciudades y poder presentar nuestro espectáculo en diferentes partes de España.

¿Cuál es el objetivo de este espectáculo poético? ¿A qué público va dirigido?

MAD: Nuestro espectáculo está construido como un viaje en las profundidades y la complejidad del ser humano. Tanto la universalidad de las temáticas que exploramos, como el hecho de que está construido a través de tres voces muy distintas. Esto, sin añadir la parte melódica y musical que le da otra capa de significado. Creo que esto ayuda a poder dirigirnos a un público bastante amplio. Nos sorprende como una experiencia que consideramos muy personal, descrita en nuestros textos, pueda llegar a resonar tanto en otra persona. El amor, el dolor, la muerte, las angustias cotidianas, todos pasamos por esto, son parte de este desorden de vida.

ALE: El objetivo de nuestros espectáculos es, yo creo que, sobre todo, hacer sentir a la gente, lograr que puedan conectarse con lo más básico de sus historias, que son las emociones y los sentimientos. Nuestros poemas y nuestra música son honestas, van de las cosas que nos emocionan, nos hieren, nos cabrean y nos enamoran. Eso queremos contagiar.

BELÉN: El objetivo para mí es darle una nueva dimensión a nuestros textos y explorar, experimentar, con la música y con la escena. No pienso en un público concreto. ¡A mí me encantaría que llegáramos a cuanta más gente, mejor!

¿Cuál es vuestra fuente de inspiración o en qué os basáis para llevar a cabo vuestra creación?

BELÉN: Aquí hay varias fases, ya que los poemas los escribimos cada una individualmente y hay una parte primera, de concepción de los textos, que es absolutamente individual y personal. Cuando alguna tiene una idea para un número, buscamos cómo repartir las voces y luego la parte musical es muy divertida. Durante mucho tiempo hemos combinado covers que dialogaban con nuestros textos pero cada vez estamos creando más música propia, gracias a Laura Tomàs.

ALE: Pues yo me inspiro en la vida misma. Yo no tengo tanta vida para vivirlo todo, así que me inspira mi vida y también la de los demás. En lo personal, me provoca la escritura aquello que me retuerce el estómago. Lo que me causa cabreo, ira, repulsión, asco. Eso me lleva a escribir porque no entiendo cómo puedo tener emociones o pensamientos tan desagradables. Así que escribo para intentar entender esas emociones. Aunque no lo logro. Escribir sólo trae más preguntas.

MAD: Yo cuando escribo, suele ser un acto bastante espasmódico. Viene de algo que me preocupa especialmente en aquel momento y funciona casi como un acto terapéutico sin buscar que lo sea. Una vez que está puesto en escrito, ya no me controla, es algo que yo puedo controlar/editar o estoy más cerca de poder controlarlo.

BELÉN: Así que nuestras propias experiencias individuales alimentan nuestros textos. Luego, a nivel de grupo nos gusta mucho Angelica Liddell, Amanda Palmer, Patti Smith, Tori Amos, Björk, David Bowie, el cabaret… Esto nos inpira. Nos encanta jugar con elementos teatrales, cada show tiene un vestuario con una paleta de colores determinada y también introducimos movimiento para ciertos números.

¿Poesía oral y escénica o fusionada con música? ¿Cómo definiríais vuestro estilo?

MAD: Poesía multi-indisciplinada.

BELÉN: Polipoesía & Rock’n’roll. No necesariamente porque hagamos ese estilo de música sino por la actitud.

ALE: ¡De todo un poco! Creo que algo de lo que más nos ha costado no ha sido montar espectáculos o ponernos de acuerdo con un poema o un vestuario, ¡sino lograr definirnos!

En países de habla inglesa el término spokenword es más común, pero en castellano el término “poesía oral” no está tan difundido. ¡Y eso que el origen de la poesía es la oralidad! Al final, lo hemos definido como poesía escénica musicalizada, porque no sólo trabajamos la oralidad de la palabra y no sólo es la música, sino que trabajamos toda la puesta en escena. Encima, tampoco es que fusionemos verso y música, como si la música fuera por su lado y la poesía por el otro y se encontraran a mitad del camino. En nuestro caso, sobre todo con la música que Laura ha compuesto, la música responde a la poesía, van de la mano, son hermanas.

¿Cómo suele ser la reacción del público? ¿Tenéis alguna anécdota espacial?

BELÉN: La gente suele entrar en nuestro viaje, aunque a mí personalmente me gustaría que fuéramos involucrando un poco más al público y explorar formatos más inmersivos.

ALE: Nuestros espectáculos son un viaje emocional, así que el público pasa por varios estadíos. Y los pensamos muy bien para que ese tránsito suceda, que puedas en una hora llorar, reírte a carcajadas, incomodarte o decir: “¡claro, a mí me ha pasado!”.

MAD: Nos encanta poder involucrar el público en nuestras actuaciones, a veces los invitamos a que canten con nosotras clásicos básicos que versionamos, por ejemplo ´Rata de dos patas´ (Paquita la del Barrio) y ´Like a virgin´ (Madonna).

BELÉN: Creo que como anécdota me quedo con la vez en la que actuamos en Valencia a escasos metros de donde había vivido doce años antes, cuando soñaba despierta con dedicarme al arte pero no tenía muy claro cómo hacerlo. Fue una manera de hacer las paces conmigo misma.

Tenéis diferentes espectáculos y proyectos. Comentad en qué consisten vuestros diferentes espectáculos. ¿Están vinculados entre ellos o son independientes?

MAD: Intentamos que cada una de nuestras actuaciones sea diferente, el desorden es un work in constant progress incorporando nuevos números o readaptando poemas desde otra perspectiva.

ALE: El espectáculo que presentamos actualmente consiste en un repertorio de poemas musicalizados en los que hemos venido trabajando desde el principio de los días. Hay números que conservamos desde el día cero, y otros, por supuesto han aparecido en el camino o han ido mutando con los años. Digamos que ahora hemos seleccionado, pulido y mejorado nuestros números y los organizamos en un setlist emocionalmente coherente y los presentamos.

MAD: Desde muy temprano en nuestra formación, nos dimos cuenta que tenemos que desarrollar un formato muy flexible, para poder adaptarnos a espacios y condiciones muy diferentes. En base a eso, actuamos en formato de tres (sólo recital) o con música (acústico o eléctrico).

A nivel musical hemos tenido colaboraciones muy variadas con diversos músicos establecidos en Barcelona, hasta que nos quedamos en un formato estable con Laura Tomás al bajo y guitarra y Víctor ´El Becario´, en percusiones.

ALE: Es verdad que nos adaptamos mucho al espacio o al evento que nos recibe. Por decirte, hay sitios donde nos invitan sólo a recitar porque se trata, por ejemplo, de una librería, así que allí vamos en plan súper acústico o a veces sin instrumentos. Un ejemplo sería el campeonato de Poetry Slam por equipos, en el que participamos dos veces y que ganamos la segunda vez. Allí sólo cuenta voz, cuerpo y escena, nada de música. Luego hay otros espectáculos en los que vamos totalmente enchufadas: bajo eléctrico, pedalera, percusiones, ukelele, etc… Todo depende de las condiciones del terreno.

MAD: Nos adaptamos también a veces a la temática de un evento en particular, como el caso de la ´Jam Noir´ organizada por Marcos Xalabarder o producimos espectáculos que implican colaboraciones con otros artistas, tanto poetas, como músicos. Todo está vinculado con todo en una forma, aunque la presentación en sí puede ser muy diferente.

¿Cuáles son vuestros proyectos futuros?

MAD: Libro. Disco. Gira.

ALE: Ha sido difiñcil pero quizá lo logremos en breve. Me gustaría que quedara constancia material (no sólo fotos o vídeos) de nuestro trabajo. Y obviamente, ¡emprender la gira y dominar al mundo con nuestra poesía!

MAD: Estamos trabajando cara al año que viene para poder publicar nuestro primer libro y disco como colectivo. El disco se acercará más a nuestras actuaciones que el libro, por lo que se complementarán muy bien. Y queremos actuar, en España, en Inglaterra, en donde nos inviten y donde nos invitemos.

 ¿La poesía es una forma de vida o una vida que da forma al resto?

BELÉN: Creo que la poesía es una herramienta para expresar y condensar experiencias individuales que son también universales. No creo en la poesía como fin, como objetivo, creo que eso es algo que se puede volver en contra de uno mismo. El arte debería de estar al servicio del artista. Si no, el personaje te puede acabar comiendo. Aunque puede haber épocas que estos límites se desdibujan, pero mejor pasarlas como una gripe del ego y luego seguir trabajando.

MAD: Para mí es más bien una vida que da forma o deforma la poesía. La literatura, la música y las artes escénicas son herramientas para deconstruir y reconstruir la realidad.

ALE: Yo creo que hay personas que realizan o producen obras de arte y hay personas que son obras de arte en sí mismas. En mi caso, creo que soy de las primeras. O al menos, eso intento. Así que para mí, la poesía es una herramienta, un camino. No sé si llevo vida de poeta. Incluso, el término a veces me parece que se me queda grande. Otras veces me parece que se me queda corto. Para mí lo que es una forma de vida es la palabra, la literatura, y a eso aspiro, a que mi vida esté llena de literatura

¿Estáis satisfecha del resultado de vuestra hermandad?

BELÉN: Muchísimo. Me encantaría tener una máquina del tiempo e ir a mi yo de hace diez años y decirle que va a estar haciendo todo esto. Me encantaría seguir dándole continuidad a todo lo que hemos hecho en los últimos años y seguir creciendo y llegando a más gente.

MAD: Cuando pusimos las bases de este colectivo, no teníamos realmente ninguna expectativa más que poder poner en hoja y escena lo que nos condicionaba en aquel entonces nuestras vidas. La unión que se ha formado en estos años, el compartir con tantos amigos artistas y también este proceso incesante de evolución, de cambio, todo eso ha sido muy bonito. El camino no se acaba.

ALE: Pues yo diría que sí estoy satisfecha y a la vez que no.

Sí porque en los más de cuatro años que llevamos, hemos conseguido muchas cosas, muchos momentos de total creatividad y conexión artística. Soy consciente de que he sido muy afortunada. No con todas las personas con las que te topas en el camino puedes hacer equipo y trabajar tan bien y tan desinteresadamente. Los egos son muy cabrones y, en el mundo del arte, más. La literatura, encima, es un mundo solitario. Así que primero, contenta de haber tenido la suerte de encontrarme con Mad y con Belén. Y segundo, orgullosa de que hayamos sido lo suficientemente inteligentes y perspicaces para aprovechar esta gran movida del destino, convencer a Laura y Víctor de que esto valía la pena y así, hacer lo que nos gusta: desordenar el mundo con la palabra.

Y por otra parte, no, no estoy del todo satisfecha. Somos muy cabezonas y miramos muy alto y muy lejos. Queremos más y buscamos más. Así que no. Estoy insatisfecha porque todavía quedan metas por cumplir, escenarios por conquistar, libros por publicar. Poc a poc, pero con constancia y trabajo duro

¿Qué es lo mejor y lo peor que os ha traído la poesía y el trabajo en común?

MAD: Lo mejor sin duda es la hermandad, como apoyo humano y artístico. Poder trabajar con personas que me inspiran mucho, que respeto. La unión en diferencia.

Lo peor fue lo que nos ha traído a la poesía y a trabajar en común, esas circunstancias que nos han hecho tan profundamente infelices y que pudimos exorcizar a través de ´La musa suicida´. Lo peor es lo que pasa en el mundo real, lo que nos hace sentir carentes de poder, la sociedad, lo que no podemos cambiar o mejorar.

BELÉN: Lo mejor: todo el crecimiento personal. La sensación de que todo es posible, de que las cosas se pueden llevar a cabo si encontramos a las personas que vibran en nuestra frecuencia.

Lo peor: como en todas las artes y en muchos trabajos, la precariedad.

ALE: Lo mejor: la alegría de saberte acompañada en un mundo de soledad absoluta. Saber que hay con quienes puedes ser y estar en tu totalidad y que no sólo no molestas ni te juzgan, sino que alguien cree lo suficientemente en ti para convertirte en arte.

Lo peor diría que ha sido hacernos conscientes, por vivir en carne propia, los obstáculos que hay que superar para poder expresarte en libertad.

Para concluir la entrevista, ¿la pizza con o sin piña?

ALE: ¡Con piña y picante! Toda la vida.

BELÉN: Con piña, con de tó.

MAD: Con piña, pero se la quito y la como por separado como postre.


Podéis seguir a las Hermanas del Desorden a través de sus perfiles en Facebook y Twitter, e incluso ver algunas de sus actuaciones en Youtube.