Con motivo del Día Internacional de Dylan Thomas, publicamos un nuevo artículo. Esta vez es la versión musical de su poema , “Do Not Go Gentle”, con motivo del Día Internacional del poeta. Aquí os adjunto el enlace del video

https://youtu.be/Tei_1vlQJ8Y

El cantante es Rafa Bocero, trovador y productor formado en estudios de Filosofía Pura.
Recorre diferentes comarcas poéticas y musicales de culturas propias y ajenas sin dejar nunca de ser él mismo, cómo evidencian sus proyectos Troubadour Songs y FemeXicanaS donde ha puesto música a lo mejor de la poesía en inglés y mexicana, y en esta última en su ámbito femenino. Caminos que lo han llevado a grabar en Irlanda, Alemania, Portugal o Cuba géneros como el Folk Celta, el Bolero, la Balada o el Pop, y colaborar con figuras del ámbito internacional como Nuno Barroso, con varios discos de Oro en Portugal, o el violinista irlandés Steve Wickham, miembro de los Waterboys que ha grabado con U2 y compartido escenario con Bob Dylan. 
En 1995 realizó su primer concierto y en 2006 hizo su debut discográfico con el álbum “Esencia”, gracias al apoyo de su padrino, el legendario guitarrista Vicente Amigo.

TEXTO
Do not go gentle into that good night,

Old age should burn and rave at close of day;

Rage, rage against the dying of the light.


Though wise men at their end know dark is right.

Because their words had forked no lightning they

Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright

Their frail deeds might have danced in a green bay,

Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,

And learn, too late, they grieved it on its way,

Do not go gentle into that good night.


Grave men, near death, who see with blinding sight

Blind eyes could blaze like meteors and be gay,

Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,

Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.

Do not go gentle into that good night.

Rage, rage against the dying of the light.


Y tú, ay padre, allá en tu triste altura

Maldice y bendíceme con tu llanto feroz imploro

No entres dócilmente en esa buena noche

Rabia, rabia contra esa agónica luz