El maravilloso prólogo-reseña que escribe Gladys Mendía precede a un poemario escrito por Mariela Cordero: abogada, poeta, escritora, traductora y artista visual. Su poesía ha sido publicada en varias antologías internacionales. Ha recibido varias distinciones, entre ellas: Tercer Premio de Poesía Alejandra Pizarnik Argentina (2014); Primer Premio del II Concurso Iberoamericano de Poesía Euler Granda, Ecuador (2015); Segundo Premio de Poesía Concorso Letterario Internazionale Bilingüe Tracceperlameta Edizioni, Italia (2015); Premio Micropoemas en español del III concurso TRANSPalabr@RTE (2015); Primer Lugar en Concurso Internacional de Poesía #AniversarioPoetasHispanos mención calidad literaria, España (2016) y Premio Internacional Sahitto a la Excelencia Literaria (2023). Esta misma semana ha recibido el prestigioso VIII Premio Internacional de Traducción de Poesía «M’illumino d’immenso» (Italia).

Ha publicado los poemarios:​​ El cuerpo de la duda​​ (2013);​​ Transfigurar es un país que amas​​ (2020) y​​ La larga noche de las jaurías​​ (2023). Actualmente, dirige las secciones #PoesíaVenezolana y #PoetasdelMundo en la​​ Revista de Poesía Poémame​​ (España). 

El poemario que presentamos hoy, Pacto de otro mar, nos enfrenta, en una primera parte, al vértigo de lo frágiles que somos en la marea. Posteriormente, nos conduce, en la segunda parte, hacia la promesa de redención en la contemplación. Para disfrutarlo, hemos de dejarnos empapar por las palabras de la poeta, dejarnos arrastrar por las olas de sus versos, hasta no saber dónde termina la piel del mar y dónde empieza nuestra propia piel.

Leer este poemario es dejarse arrastrar por un oleaje que no da tregua. Desde la primera página, el mar se convierte en territorio total. Es un viaje en el que el mar se convierte en metáfora absoluta: cuerpo, herida, memoria, deseo, violencia y redención. Cada poema es una ola distinta; un poemario-oleaje incesante con una voz poética que oscila entre lo íntimo y lo histórico: desde lo erótico y lo sagrado hasta la denuncia velada de la violencia colectiva y la memoria de la guerra (“La paz de los fusiles”, “Fértil”). 

La escritura de Mariela Cordero despliega imágenes poderosas y sensoriales, donde el salitre, la espuma, el oleaje y la arena dialogan con la experiencia del cuerpo y del tiempo. Hay una constante tensión en sus páginas: el mar devora, pero también otorga; hiere, pero a la vez regenera nuevas pieles.

La presencia del mar, como hilo temático, evita caer en la repetición vacía: cada poema amplía el horizonte simbólico y propone una variación distinta, desde el mito hasta lo contemplativo, desde la devastación hasta la ternura.

En la segunda parte, el poemario se abre hacia lo espiritual y lo trascendente (“El patriarca Qinshui”, “Oración”, “Cordón rojo”), sin abandonar la carnalidad del deseo ni la memoria. Un cruce entre lo místico y lo erótico que hace de Pacto de otro mar un poemario imprescindible. 

En conjunto, estamos ante un poemario en el que la cadencia de los versos, a menudo breves y entrecortados, reproduce el ritmo del oleaje: avance, ruptura, repliegue. Cada poema es una ola que se levanta con fuerza, estalla y se repliega, dejando tras de sí un sedimento de imágenes intensas, sensoriales, imposibles de olvidar. Así, Pacto de otro mar se erige como una metáfora total de la existencia humana. Pero lo más cautivador es cómo todo converge en un mismo ritmo: el pulso incesante del agua que arrastra y renueva. Con un lenguaje intenso y poético, Mariela Cordero nos abraza con sus versos en una marea hipnótica que, una vez acabada su lectura, nos cuestiona en lo más hondo: ¿qué somos cuando nada nos nombra?, ¿qué queda cuando el oleaje nos arranca la identidad?

Aquí les dejamos una muestra:

Sigues siendo mar

En el sitio donde

escondí la vergüenza

en el lugar

para contemplar la agonía

ahí

te quieren tierra

pero sigues siendo

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ mar.