En esta edición del Festival Internacional de Poesía organizado por la asociación cultural de Madrid “La Estación del Arte”, el 4 de junio se han entregado los premios de la cuarta edición del festival de poesía “ Habitar la poesía” .

El Festival se ha desarrollado en modalidad online en la página Instagram de la asociación, en Granada en “La Tertulia” en donde se han dado a conocer los 10 finalistas y la entrega de premios se ha celebrado en el Salón Principal de actos del Consulado General de México en Milán.

El jurado compuesto por Desirée Monfreda y Alberto Miñan han otorgado los premios a continuación:

1º premio “Brilla una estrella”: Miguel Checa Mancebo

2º premio “La libertad del corazón”:  Lucía Vindas Vargas “La Bruja Poética”

3º premio “En vuelo libre”:  María Patricia Herrera Gamboa.

Premio del público: Rubén Moragues Izquierdo.

Los poetas participantes este año han cuestionado el sentido de “Habitar la poesía”, una forma de vivir que tiene algo que ver con construir, cuyo tema hace alusión al 4 Festival Internacional de Poesía. La creación poética ha tomado matices diferentes y a veces al unísono, más concretamente, con medir, con tomar medidas. La medida del habitar se llama poesía porque ésta es la auténtica manera de habitar la Tierra. No una manera calculadora, sino un estar en la medida entre lo alto y lo bajo, entre la tierra y el cielo. Justo en el medio. Donde habita el encanto, pero también el riesgo. Porque la poesía es un lugar para cultivar y proteger. Es un espacio donde conviven la belleza y la ética de la poesía,  un espacio deseado y compartido se convierte en un espacio ético porque también es hospitalidad, intimidad, relación, justicia y potencia extrema de la palabra, una alternancia entre vacío y lleno, que se vuelve eterna.

En la ceremonia de entrega en Milán han participado la embajadora  María de los Ángeles Arriola y el resto del cuerpo diplomático, además de los poetas italianos invitados a este evento, entre ellos:  Andrea Spinelli, Antonella Rizzo, Ottavio Rossani y el poeta mexicano invitado Oscar Pirot.  

Andrea Cadierno, española residente en Milán, ha sido la voz de los poetas ganadores. A la ceremonia de entrega de premios ha participado Nadia Ferretti, diseñadora gráfica, que ha diseñado los diplomas de esta edición especial del festival de poesía.

Esta edición llega a este lugar precisamente para fortalecer la idea de internacionalización de la asociación, que nace en Madrid y se propone como puente cultural no sólo con Italia, sino con todo el mundo hispano, uno de los objetivos de la asociación es acercar la cultura y el arte a todos y hacerlos accesibles a todos.

El Festival de Poesía de la Estación del Arte se creó  con la idea de crear una red internacional de poetas, este año han participado poetas de varias partes de  España, México, de América Latina y de hispanohablantes residentes en Italia.

Un agradecimiento especial va a Radio Lavapiés por la difusión, de manera particular, al director de Radio TV LAVAPIÉS: Carlos Ariel Marqués Urueña que nos ha apoyado para el fomento del festival y su difusión, la oportunidad de estar presente en cada edición del festival en donde se han entrevistado a los poetas con Gabriel Urcioli  que además este año  ha estrenado “Tras el festival” un programa en radio Lavapiés  con todos los poetas ganadores del festival y el equipo de trabajo;  a la revista Poémame por el apoyo que nos brinda todos los años desde la primera edición, al director Jose Luis Regojo y a Mariela Cordero, coordinadora de poesía internacional de la revista Poémame.

La Estación del Arte es una asociación dedicada a la divulgación artística y cultura con especial interés por la difusión del arte en España y en el mundo con la intención de brindar nuevas posibilidades a los jóvenes creadores con especial mirada a las mujeres.

Los demás poemas seleccionados por el jurado están publicados en el Instragram de la asociación: la_estación_del_arte_

Inés Negro presidenta de la Asociación cultural La estación del arte

1º premio brilla una estrella al poeta: Miguel Checa Mancebo

Licenciado en Filosofía y Letras, sección Filología Hispánica, por la Universidad de  Málaga, III promoción (1975-1980). Cursos de doctorado en 1983 en UMA. Profesor  funcionario de carrera de Lengua castellana y Literatura en educación secundaria en  institutos de Cádiz y Málaga. Jefe del Departamento de Lengua. Profesor Tutor de Máster  de Secundaria.  Publicaciones en prensa malagueña (Diario Sur) de algunos artículos sobre Literatura;  en la Revista de la UMA “Analecta malacitana” varias reseñas de libros; seis  microrrelatos en los libros Microrrelatos 2021 y 2022 del Círculo Cultural Bezmiliana de  Rincón de la Victoria de Málaga. Mención en categoría “cuartetas” en I Certamen.

MIMBRES DEL POEMA (59 vv.) 

El poema- mínimo eco que susurra 

convoca, en aquelarre, su conjuro versal: sus afeites, letanías y elixires. 

Sigiloso su verbo, transita por cielos, 

mares y páginas en puro derroche. 

La palabra escala cumbres de emociones, -en presencia oportuna-, palpando el infinito. Ilumina ella los recónditos glaciares 

de penumbras y ensueños 

en busca del cómplice silencio 

de la sangre hirviente, en líneas feroces  de pasión y valentía. 

El papel -papiro parlante de la sinrazón y de la emoción- prende en el aire seco las hostiles miradas que saben a desengaño; acaricia con su escritura la chispeante historia de la memoria ida. 

Sangra a sílaba viva, 

gotea y anega el universo todo 

persiguiendo alboradas de luz. 

Cada verso es un misterio por escribir, un silencio tácito a pie de página 

que busca y no encuentra, 

el hondo rostro de su interior. 

La palabra naufraga en el abismo del silencio y prender quisiera en el aire azul de la estrofa. Su alma palpita ansiosa como las aguas durmientes del insondable mar. 

Ni el mensajero viento le susurra versos, ni desenmascara las egoístas luces del azar. 

Toda su esencia cabe en el olvido 

del pájaro sin vuelo, 

en el desaliento de lo inefable. 

Desea desnudar la luz de abril 

con sus manos de mar, 

con las palmeras crucificadas 

en el monte del verbo y con la arena 

que deja sus huellas 

en la linealidad del verso. 

Palabra, solo palabra sola, 

impaciente, asomada al balcón de la creación.

Y voló el poema. Niño armonioso que, con su voz, acapara el cielo, la orilla pinta y teje la arena, 

con latidos, con símiles, 

con metáforas, con sueños… 

Poema, océano de voces bellas 

que canta al aire con sones de palabras, hecho luz de otra luz, despejando sombras y la vida amenizando en su morada. 

Ave, que, con vuelo presto, 

vaga por los silencios del cielo, 

escribiendo notas azules 

en sus ondulaciones. 

La poesía, el consuelo 

y alimento del vivir 

que reconforta del duelo 

en el acto de escribir.  

Solo nos queda la búsqueda… 

2º premio la libertad del corazón:  Lucía Vindas Vargas “La Bruja Poética”

Lucía Gabriela Vindas Vargas, más conocida como «La Bruja Poética», es costarricense, de 39 años. Sus escritos se han leído en revistas y programas literarios de radios nacionales e internacionales, además ha sido publicada en 7 antologías, 3 a nivel nacional y 4 a nivel internacional. En 2023 publicó su primer poemario titulado “Tríptico de mí”.

La singular belleza de las cosas

Habitar la poesía

es recorrer esa casa de la memoria,

a la que se acude como un lugar seguro

lejos de la realidad que perfora nuestros ojos;

donde los sonetos son calmantes para el dolor

y nos cubrimos las heridas

con los versos que un día dejamos inconclusos.

Habitar la poesía

es trazar una ruta profunda,

desde nuestra alma hasta nuestra mente,

es orquestar una sinfonía

entre lo efímero y lo eterno,

y convertirse en alquimista de las palabras.

Habitar la poesía es vivir diariamente,

en una permanente, pero desafiante

coexistencia con el verbo,

descubriendo y describiendo,

en un mundo a veces tan sombrío como la muerte,

la singular belleza de las cosas.

3º premio en vuelo libre:  María Patricia Herrera Gamboa. México

Escritora, poeta y columnista. Desde niña tuvo la inquietud por la poesía y la escritura. Es autora de antologías poéticas, capítulos de libro, artículos en revistas y páginas WEB. Algunos de sus trabajos han sido elegidos para formar parte de antologías de poesía, cuentos y relatos, en México, Chile, Colombia y EE. UU.  En sus ratos libres es aficionada a la fotografía y al dibujo (Arte en Papel, 30 láminas elaboradas, algunas publicadas o exhibidas). Es columnista de opinión del periódico mexicano Excélsior, Imagen de la mujer y Escritora invitada del Proyecto Historias Metropolitanas de la Universidad Autónoma Metropolitana, UAM, entre otros. 

EL CANTO DE LAS PALABRAS…

I

El hombre hizo la palabra,

la palabra hizo al hombre,

solo el hombre habla y

da sentido a las cosas…

El hombre nombra,

construye, destruye, 

comunica, inventa, 

habita…

II

Hablar no es cualidad

es privilegio humano,

es deber el hablar claro…

El hombre habló y del 

mundo se apoderó, 

el mundo no sería mundo

sin palabras…

III

Y las palabras se volvieron 

letras, alfabeto, escritura, de

pluma la literatura…

Cuentan historias, sonetos,

Arrullos, cuentos y poesías…

IV

La palabra es canto,

tenor o soprano,

como grito, como llanto…

La palabra, expresa,

enseña, desdeña

ofende y miente…

V

La palabra calla,

cuando la ahoga 

la angustia…

La palabra mata,

hiere como daga,

cuando es presa 

de la ira… 

VI

A las palabras no 

se las lleva el viento, 

son memoria, son

recuerdos…

La palabra piensa,

piensa el que habla,

habla el que piensa,

calla la ignorancia…

VII

La palabra vuela,

ama, odia, enseña,

de labia enamora…

La palabra hablada o 

escrita, testifica

el sentir del hombre,

porque solo el

hombre habla…

Y con este texto,

que escribo

en verso o prosa, 

cedo la palabra…

Premio del público: Rubén Moragues Izquierdo.

Estudiante de Filología Hispánica por la Universidad de  Granada. Campeón de la Poetry Slam Garnata 2023-24, escribe y participa en recitales de  poesía todas las semanas, haciéndose notar en locales culturales del patrimonio granadino como La Tertulia. Ha sido galardonado en numerosos certámenes de poesía joven, entre  los que figuran el XXV Certamen Jóvenes Creadores organizado por el Ayuntamiento de  Ávila, el IV Concurso de Poesía «the philologist /UGR/» y el I Concorso internazionale  di poesia “Il nostro Mediterraneo” en la modalidad de poesía en madre lengua no italiana,  convocado por la Società Dante Alighieri.

LA CALLE

La calle que yo conozco tiene ojos, manos, y frío. 

A veces mendiga por una taza de café 

o por el redil de tabaco de tarde por la tarde. 

La calle es la que duerme entre cartones y bolsas de basura, la que escupe a la mentira de la noche 

como si reconociera en ella a los culpables de su tragedia, a los dueños del hedor a hijos muertos  

que tiñe los adoquines cuando cierra los ojos. 

Al final del día, sumida en la melancolía de los cigarros,  la calle tiene la certeza de que vive en el silencio,  

en la triste ciudad que le ha arrancado la luz a las estrellas. Mañana, un futuro llorado en las estrías del cemento, huele a cartón en los ojos de los gatos. 

Una vez despierta, la calle que yo conozco, 

despeinada, con los labios entrecortados y la mirada turbia, se viste, pero no viste de etiqueta, de humildad o de encanto;   viste de miseria. La calle que yo conozco, aunque fue un sueño de cabaré, no ha probado mendrugo de pan en veinte años, 

y cuando las muelas le recuerdan el hambre, 

y muerde el aire como si estuviera recién horneado,

se conforma con pieles de limón y espinas de atún podrido. 

Ya no es el sol, ni la luz ni las estrellas, y tras un día gris 

que empieza como acaba, la calle se repliega a las sombras 

que la vieron nacer. 

 [Un paisaje de meadas le desea buenas noches. El vaivén de los mecheros, el tintineo de las persianas ásperas, 

la obligan a sentarse cara a cara con el deseo]. 

Entonces, miserable de los pies a la cabeza, 

triste porque sabe que nació en este mundo, 

la calle mira las constelaciones privadas de cada edificio, 

la luz que alumbra nombres y alegrías que no conoce, 

y se resigna al silencio. Imagina a duras penas un abrazo, 

¡cuánto tiempo sin un abrazo! 

Estira las piernas, escupe a un lado, y se enciende un cigarro. 

El silencio la devuelve a la realidad.  

Al frío triste de una triste noche de mayo. 

La calle que yo conozco está llena, dura, en cada esquina, 

 de humanidad.