Leí una vez que Saramago decía, acerca de la relación entre nosotros y los portugueses, que España y Portugal son como dos hermanos siameses que nacieron unidos por la espalda y que jamás se han visto las caras. Tan ignorantes de la riqueza que tenemos cerca, a nivel poético, sin ir más lejos. Por eso he titulado así este artículo, porque la poesía de las mujeres sigue siendo poco conocida, más si son de un país del que poco sabemos, pero Sophia era conocida, pese a todo. Ganadora del Premio de la Crítica en 1983, del Premio Camões en 1999, del PremioReina Sofía en 2003, así como de otros tantos. Con 37 obras a sus espaldas. Activista contra la dictadura de Salazar. Amante del mar y de la cultura clásica.
Comprendió su realidad a través de los versos que escribía como forma de entenderse o de expresarse, porque era su manera, su herramienta para contar las cosas:
“La forma justa”
Sé que sería posible construir un mundo justo
Las ciudades podrían ser claras y bañadas
Por el canto de los espacios y de las fuentes
El cielo el mar y la tierra están dispuestos
A saciar nuestra hambre de lo terrestre
La tierra donde estamos —si nadie la traiciona— ofrece-
sería
Cada día a cada uno la libertad y el reino:
En la concha en la flor en el hombre y en el fruto
Si nada adolece la propia forma es justa
Y en todo se integra como palabra en verso
Sé que sería posible construir la forma justa
De una ciudad humana que fuese
Fiel a la perfección del universo
Por eso vuelvo a empezar sin tregua a partir de la pági-
na en blanco
Este es mi oficio de poeta para la reconstrucción del
mundo
Tampoco es que Sophia tuviera en las letras un desahogo, exteriorización de las heridas. Parece que prefería, no tanto un refugio, como un medio para continuar navegando por los días:
“La casa de planta baja”
Que el arte no se vuelva para ti la compensación de lo
que no supiste ser
Que no sea permuta ni refugio
Ni dejes que el poema te aplace o divida: sino que sea
La verdad de tu entero estar terrestre
Entonces construirás en tu casa en la llanura costera
A media distancia entre la montaña y el mar
Construirás —como se dice— la casa de planta baja:
Construirás a partir del fundamento
Sophia creía en un mundo nuevo, otro régimen que no fuera dictadura, la esperanza que inició la Revolución de los claveles en 1974. Quizá, por eso, levantaba su poesía en busca de esa oportunidad que brindan los finales de las cosas, aunque para empezar bien, hay que hacerlo de verdad:
“En esta hora”
En esta hora limpia de la verdad hay que decir toda la
verdad
Incluso la que es impopular en este día en que se invoca
al pueblo
Pues es necesario que el pueblo vuelva de su largo exi-
lio
Y le sea propuesta una verdad completa y no una ver-
dad a medias
Una verdad a medias es como habitar medio cuarto
Ganar medio salario
Como tener sólo derecho
A la mitad de la vida
El demagogo dice de la verdad la mitad
Y el resto juega con habilidad
Porque piensa que el pueblo sólo piensa a medias
Porque piensa que el pueblo ni entiende ni sabe
La verdad no es una especialidad
Para especializados clérigos letrados
No basta gritar pueblo es necesario exponer
Partir de la mirada de la mano y de la razón
Partir de la limpidez de lo elemental
Como quien parte del sol del mar del aire
Como quien parte de la tierra donde están los hombres
Para construir el canto de lo terrestre
—Bajo la ausente mirada silente de atención—
Para construir la tierra de lo terrestre
En la desnuda alegría que nos viste
Lecturas consultadas:
- DE MELLO BREYNER ANDRESEN, SOPHIA (2019). Lo digo para ver. Galaxia Gutenberg.
- Sophia de Mello Breyner Andresen. Wikipedia, La enciclopedia libre. Última actualización 26/01/2021. Fecha de consulta: 07/02/2021. https://es.wikipedia.org/wiki/Sophia_de_Mello_Breyner_Andresen
- SIGÜENZA, C. (15/10/2019). Homenaje a la poeta portuguesa Sophia de Mello en su centenario. Efeminista.https://www.efeminista.com/homenaje-sophia-de-mello-poeta/
© Foto portada Wikipedia
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