UNA COSA ES EL POETA; OTRA, EL HOMBRE… Ya basta, de identificarlos, por favor. El «yo poético» no es el «yo real»…

Esta es la afirmación que me encontré en el muro de Facebook ante la noticia que nos cuenta el periódico El Mundo el 20 de febrero:

Sorprende que el autor de 100 sonetos de amor fuese capaz de no aceptar el nacimiento de una hija enferma. Primero la ocultó -«es un ser perfectamente ridículo«, dijo, «una especie de punto y coma«- y después borró a la «vampiresa de tres kilos» de su vida, abandonándola para siempre.

Cuando acabé de leer esta noticia, recordé que hace unas pocas semanas publiqué Mujeres poetas irlandesas: Crónica de la lectura poética organizada por Poémame en Barcelona (18/enero/2018). En ese artículo comenté que Pablo Neruda relató en ‘Confieso que he vivido’ cómo violó a una chica limpiadora, tratándola como si fuese de su propiedad solo por ser mujer y pertenecer a la clase trabajadora.

A pesar de lo que mi seguidor de Facebook asegura,  yo asumo mi incapacidad de diferenciar entre el Neruda poeta y el Neruda hombre. Lo reconozco ante todos vosotros y vosotras, no puedo separar al uno del otro y a partir de ahora no estará entre mis prioridades volver a  leer los poemas de Neruda.

Ahora, solo quiero pedirte un favor, lector/lectora, ¿qué opinas?, ¿hemos de separar al artista de la persona?, ¿al pintor, al poeta, al cantante del ‘yo real’? Gracias por compartir tu punto de vista.