El pasado sábado 21 de julio y dentro del 1º Congreso de Escritores organizado por Aula de Escritores, tuvo lugar en la Biblioteca Jaume Fuster de Barcelona, una charla sobre el presente y el futuro de la poesía, que tuve el honor de moderar.

Intervinieron, José Luis Regojo, miembro del consejo editorial de Poémame, poeta y traductor al catalán y español de la obra de Gary Snyder “La isla de la tortuga”,” Viaje por la india” y “La práctica de lo salvaje”. José Luis agradeció en nombre de Poémame la invitación al Congreso y la participación de muchos de los allí presentes en el Concurso sobre las personas refugiadas que organizó Poémame. Posteriormente nos ilustró respondiendo a las cuestiones sobre cuándo se produjo la ruptura del método clásico, y si la aparición del verso libre fue lo que provocó esa ruptura. Aquí su intervención:

¿Crees que la aparición del verso libre provocó la ruptura con la poesía clásica y eso nos ha traído hasta aquí?

La respuesta más sencilla y aproximada con todas sus lagunas y sus peros es poner como fecha de inicio a esa supuesta ruptura la época de Bécquer y Rosalía de Castro, el Romanticismo tardío, el último tercio del siglo XIX cuando convivía con el Realismo en novela.

Poco después, durante la primera mitad del s. XX, con el Modernismo, también conviven formas métricas regulares con un verso «libre» de heptasílabos, endecasílabos…. Rubén Darío escribía con métrica perfecta, mientras que Machado combinaba métrica regular con versos que tenían números de sílabas distintos entre sí, llamados anisosilábicos.

Con las vanguardias, sí hubo mayor ruptura, con creacionistas y ultraístas (traídos a España por el chileno Huidobro influenciados por los franceses Mallarmé y Apollinaire), pero al madurar en la generación del 27 y dar tanta importancia a la tradición, de nuevo convivieron la métrica y el verso libre, incluso en los mismos autores (véase Lorca: Romancero gitano vs Poeta en Nueva York. Antes de éstos, un gran cultivador del verso libre, con su idea traída de Francia de «poesía desnuda», fue Juan Ramón Jiménez).

No sé, la pregunta es muy amplia y no nos trae hasta aquí un acontecimiento aislado, sino muchas más cosas. La métrica no es un factor determinante. Se puede innovar muchísimo con los temas, con las formas sintácticas, con las metáforas, etc., haciendo verso clásico, como Gerardo Diego. 

Pero si echamos un vistazo a la producción actual de poesía, vemos que un 80% o más es verso libre. 

Es cierto que la licencia que se tomaron poetas como Bécquer ha servido de precedente para que todos se tomen esa licencia, para que se haya establecido, a lo largo del tiempo, la permisividad en cuanto a la forma. Y es indudable que es más fácil escribir sin ajustarse a estructuras fijas, aunque el verso libre debería estar tan meditado y calculado como el verso clásico.

Prescindir de la rima tiene que ser por algo. Se puede equilibrar con el ritmo: las sílabas acentuadas son como las partes iluminadas de un cuadro, las que tienen «luz». Todo eso hace un buen poema y no soltar unas simples frases ocurrentes con el pretexto del verso libre.

Por otro lado, cabe analizar separadamente la evolución literaria estilística y formal de la poesía, de la evolución social. El verso libre facilita una popularización de la producción y del consumo de la poesía (comparable al popart) que sí creo que nos ha traído hasta la situación actual.

También hay poetas que no creen que el verso libre haya roto con el verso clásico, pero sí hay algunos poetas que escriben verso libre que sí han roto con el verso clásico. Pero, para nada el clasicismo ha interferido negativamente en el verso libre, todo lo contrario, el verso libre es fruto de los estudios del verso clásico y de la experiencia de practicarlo. Las corrientes de nueva creación, se cimentan precisamente en la forma de escribir en verso clásico. El verso libre es una variante más, una evolución, un cambio. Por ejemplo en la pintura sería asimilable al tránsito de los cuadros del renacimiento hasta las pinturas surrealistas o el abstracto. Es como un abrir para ampliar.

En definitiva, la poesía hoy en día es el resultado de una evolución llena de libertades tanto en métrica como en rima. No sigue cánones establecidos pero sigue siendo poesía llena de sensaciones. Los dos tipos de poesía, la clásica y la libre, se anexionan como dos amantes en continuo juego, tanto, que la poesía actual no sería nada, no existiría sin la base de la anterior poesía. 

Gracias a las transgresiones, el arte late vivo y no se estanca. ¿Quién tiene la verdad absoluta?

En segundo lugar, Frivhid Rivera, escritor, músico y activista, autor de “Hasta la última gota de sangre por los derechos humanos”, habló sobre el papel de la poesía como forma de reivindicación social.

Ingrid Garasa, poeta, coach, autora de las obras “Ajedrez emocional” y “Migraciones”, debatió sobre las nuevas formas de expresión poética que han surgido en los últimos años.

Y, finalmente, Ale Oseguera, periodista, escritora y performer, autora del poemario “Tormenta de tierra” y miembro de la compañía “Las Hermanas del Desorden’, dejó constancia de su experiencia sobre la relación entre poesía y música.

Tras el turno de preguntas se originó un enriquecedor debate, que concluyó con un pequeño recital de los ponentes, donde quedó evidente la maestría de José Luis, el temperamento de Frivhid, la sensibilidad de Ingrid, y la solvencia interpretativa de Ale, que provocó alguna que otra emotiva lágrima con su poema “Madre”. Junto a ellos, los poetas Lidia San Emeterio, Erika Arredondo, Rafael Serichol, Xavier De la Iglesia, José Luis Mielgo, Rosa Reis, Anna Pedrola, Gisela Torrent y Aina Fiol.

El Congreso, una gran iniciativa de Ana Mª Martín y Lluc Berga del grupo Aula de Escritores, contó además durante toda la jornada con diversos eventos sobre novela y relato en dos escenarios que se alternaban, la Biblioteca Jaume Fuster y la Casa del libro de Pª de Gracia.

Sin duda, no faltaremos a la cita del próximo año.