Simonny Azul Urdaneta (Valencia, Venezuela,1978)  Poeta, investigadora, profesora en la Universidad de Carabobo. Actriz, dramaturgo, productora radial y teatral. Ha publicado: Los cuentos de hadas no hablan de sexo (1997, 2002), Mi calle de una acera(2002) Líbrame (2005) Como una costumbre (2010), Piedra de Rayo (2015).  Premio Concurso de Poesía Liceista CELARG, 1994. Premio Mención Poesía en el Concurso de Literatura FACE-UC 1997, Premio Certamen Mayor de las Artes y las Letras, 2004, Premio Bienal José Rafael Pocaterra 2009, Premio Concurso de Poesía Festival Mundial de Poesía, 2014. Fue condecorada con la Orden “José Félix Ribas” en su tercera clase, área artística.Orden «Arturo Michelena» por su trayectoria artística. Participó en Festivales Internacionales en Chile, Perú, Colombia y Venezuela. Dictó su taller: Voces femeninas en la poesía contemporánea en San Vincent , 2011 y Lima, Perú, 2019.Su trabajo literario e investigativo ha aparecido en antologías como En Obra, de Gina Saraceni, Editorial Equinoccio; Antología de Poesía Venezolana, Embajada de Venezuela en Siria; Antología “El vuelo más largo, Poesía Hispanoamericana”, Ángeles de Papel Editores, entre otras; también en periódicos y revistas de circulación nacional e internacional. Su poesía ha sido parcialmente traducida al inglés, portugués, italiano y árabe.

Aliento

Pasaje encriptado de puntos y figuras

hay un mundo que armo

juego de niños

cada día caen en él como semillas

en otro tiempo estarán

dibujando con sus manos, tierra y cielo

dándole cuerdas al reloj del mundo

con el soplo del sonido primigenio en la voz.

Canelita

Esa vez fue canelita y no para invocarte

fue para subir el páramo con el ánimo abrigado

con el ánima intacta a la tierra del poeta

con cundiamor y pétalos de árnica en la frente

alguna vez fuimos más que cautivos

desde esta reja canto sabiendo mi condición

el aislamiento arde como podar hebras a distancia 

las bombas caen y destruyen a lo lejos los templos todos

todo en lo que creíste es una historia de máscaras y bailes

todo por detrás de esto asusta

y aún así abre sus ojos al destello

que siempre es mejor cegarse en la luz.

Eucalipto

Se llamaba eucalipto esa rama verde blancuzca

se llamaba tordo esa sombra

picoteando mi cabeza, temprano

supe de fantasmas y canciones de años

de celajes y de espantos

temprano supe leer libros y oráculos distintos

esta bandera blanca en la puerta esta cruz

de palma este palo santo

este grano de sal bajo la lengua para estar vivos

y la neblina acaso

las visiones que vuelven a contarme de ti.


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