Os adjuntamos dos reseñas de los jurados del Tercer Festival Internacional de Poesía ‘La estación del arte’, así como la resolución de la convocatoria. Felicidades a los y las poetas.

 El Festival itinerante (Desirée Monfreda)

«…no hay camino, 

se hace camino al andar.» 

A. Machado, Poema XXIX, Proverbios y Cantares de Campos de Castilla 

La tercera edición del “Festival de poesía” arranca este año el día 15 de abril en la semana dedicada al Día Mundial del Arte, estrenando nueva identidad de festival itinerante, cuyos actos representados en las ciudades de Madrid, Lugano y Milán, atraen vivamente a autoras y autores de habla hispana. 

El propósito de este Festival por la asociación cultural “La Estación del Arte” es rendir homenaje al intercambio cultural y a la expresión artística a través de la poesía que, desde su primera edición, brinda la oportunidad a las y los poetas de interactuar con invitados, editores y gestores culturales durante el directo en el instagram @la_estación_del_arte_ y en presencia. 

El primer día del Festival, se publican en las redes sociales de la asociación los diez poemas finalistas seleccionados por los jurados Desirée Monfreda (presente desde la primera edición) y Gabriel Urciuoli (escritor, Director y jurado del Concurso de Microrrelatos) según criterios estéticos de sinergia entre contenido y forma, la sonoridad y el ritmo, así como el talento creativo y la emoción que cada obra suscite. 

Con la participación de Mariela Cordero, poeta, traductora y editora de esta Revista, que cada año publica los tres ganadores decretados por los jurados además del ganador del “Premio del Público”, abordamos el tema de divulgar la palabra poética que cruza cualquier frontera, especialmente cuando la hábil labor de traducción configura puentes entre culturas diferentes. 

A lo largo de la semana, los eventos en las plataformas virtuales abren paso a un abanico de visiones poéticas, permitiendo a los jurados y a Inés Negro- Presidenta de la “La Estación del Arte” de entrevistar al poeta chileno Héctor Hernández Montecinos presenciando con su valioso recorrido y reflexiones sobre lo intemporal de la poesía, al alcance de mundos inescrutables, impalpables . 

La lectura de los poemas finalistas se lleva a cabo con el fin de dar a conocer y apreciar la calidad también este año muy alta de las obras seleccionadas. 

El Festival de Poesía termina el día 23 de abril en Milán, en el edificio del C.I.Q. (Centro Internazionale di Quartiere), donde se declaran los tres primeros ganadores; en este sentido el primer lugar, lo logra el poema La fuga de la poeta Sonia Nordenstahl; el segundo lugar lo obtiene el poema Una muerte del poeta Andrés Hübner; y finalmente el tercer lugar, se lo lleva el poema La corbata negra de la poeta Juana Rodríguez. 

El penúltimo día se proclama en Lugano el ganador del “Premio del Público” votado en las redes y destinado al poeta Rafemago. 

En la presente edición la colaboración con Rocío Bolaños fundadora de la asociación Formarti, permite difundir aún más los poemas recibidos, aportar ideas de crecimiento, creando una red entre las y los poetas y los diferentes perfiles que participan en el Festival y llevar a cabo un proyecto in fieri, con motivo de celebración de la poesía, la verdadera protagonista. 

Un agradecimiento especial a las y los poetas y a las participantes en el evento presencial del C.I.Q.: a Annachiara Macrì profesora y traductora con el taller sobre la poesía El otoño de Luis García Montero, a la psicóloga y escritora Stefania Romano por la lectura de sus poesías, a la investigadora científica Maria Morando con su homenaje dedicado al poeta brasileño Marcelo Zoppi, a Rocío Bolaños por su apoyo y difusión de la poesía con la asociación Formarti, a Andrea Cadierno, poeta y traductora por prestar su voz a las poesías ganadoras. Todo el evento del C.I.Q. amenizado por la guitarra de la intérprete musical Annalisa De Biase y filmado por la televisión local Next TV, transmitido en directo a través de las plataformas virtuales y en Radio Lavapiés, anfitrión por tercer año consecutivo de la final del Festival de Poesía. 

A mis compañeros de viaje, Inés Negro y Grabriel Urciuoli con su imprenscindible pluma y presencia porque sin ellos, esta tercera edición del Festival de Poesía no sería posible. 

 El ágora de la poesía (Gabriel Urciuoli)

La poesía no necesita justificación, y, en cualquier caso, se justifica a sí misma como la mejor herramienta para decir lo indecible y acceder a lo inaccesible. 

Las leyendas y los mitos que cohesionaron a las primeras sociedades humanas nacieron de la pluma del poeta -o de la poeta- como expresión del ser comunitario que somos y como respuesta y defensa ante el mundo incomprensible y convulso al que nos enfrentábamos. 

Es fácil conjeturar que las cosas han cambiado mucho desde aquellos primeros tiempos, que ya no es el poeta el hacedor de mitos y leyendas, y que poesía y poetas han sido rebajados a meros instrumentos de la belleza, el amor, el dolor o la angustia para expresarse. Pero yo no creo que esto sea del todo así: la poesía sigue siendo la mejor herramienta para acceder a lo inaccesible y nosotros seguimos siendo seres comunitarios en un mundo convulso que no comprendemos. 

Es por eso por lo que hacer de la poesía ese espacio común donde encontrarnos y desde el que dialogar, o incluso confrontar y discutir y destruir y crear y recrear, se convierte en un acto no sé si revolucionario o de pura supervivencia -o tal vez en ambas cosas- o, simplemente, en un acto natural al que estamos abocados. 

Y es precisamente esto lo que Inés Negro con la ayuda de Desireé Monfreda han hecho de la poesía con su Festival de La Estación del Arte: un ágora en la que reunirnos, conocernos y dialogar. 

Tengo la suerte de que contaran con mi humilde y osada colaboración en esta 3ª edición del Festival y no encuentro palabras para agradecerlo lo suficiente: la experiencia ha sido tan intensa como emocionante y enriquecedora. 

Cada uno de los y las poetas que nos enviaron su obra tiene un valor no cuantificable. Con ese generoso gesto le dan sentido a lo que hacemos y por eso mi gratitud con ellas y ellos es infinita. 

¡Larga vida a la Poesía! 

Primer premio: La fuga (Sonia Nordenstahl)

Cada noche
tendida en su cama
busca grave a los muertos que fue.

Rodeada de máculas silenciosas, precisas
enfoca su mirada toda hacia atrás
se estira imposible
hacia el horizonte de soles que bajan.

Y en un desconcierto corpóreo
recurrente
corre las lápidas
los resucita.

Las palabras desencajadas
apenas audibles
como murmullos secos
en vuelo libre.

Son voces sin piel
se articulan en tonos de oruga
trazan un pacto debajo de las piedras
con melodías
que adormecen retinas.

Cada noche
es la fuga.

Segundo premio: Una Muerte (Andrés Hübner Mandiola)

Toda osadía afectiva de última hora
despierta en mí la náusea y el asco
¿De qué va el recuerdo de ése
a quien se dejó de querer?
No somos dioses para insuflar
espíritu en un cuerpo
apenas vamos entre limaduras del goce
dormidos estamos cuando despiertos.
No me dejó amarlo

porque ningún perdón suyo lavó mi nombre;
al niño indefenso decidió atarlo
al odio que es culpa para que así le honren.
Trono aureolado de agonales estrellas,
iconostasio que por religión me heredaste,
fiel creyente fui junto a las más bellas
las muertas que por generación desahuciaste.
He aquí al poeta que levanta cabeza
sobre esta fatalidad familiar,
un simple cristiano de falsas certezas,
hombre sin fe, por algo será.
¡Que no sea más una herejía!
El cuerpo del Hijo
es la tumba
del Padre.

Tercer premio: LA CORBATA NEGRA (JUANA RODRÍGUEZ MACÍAS)
En aquella tarde de verano el tejado rojizo recolectaba el calor.
La penumbra empapaba de sal nuestra casa
y una persiana dibujaba encajes en tu espalda.
Dormías.
Yo escapaba descalzo hacia la playa debajo de un gorro azul,
abanderando tu sueño y mi mar. Nuestro mar…
Hace tanto de aquello.
Qué difícil es hacer esta maleta.
No sé si hará frío o calor.
Ya sabes que mayo nunca repite patrón.
La mala estrella ha querido que sea aquí,
junto a tu habitación, donde haga el equipaje.
El dolor, que hace con uno lo que quiere,
no me deja atinar con lo que meto dentro.
Pienso en tus ojos. El dolor enturbia la mirada,
impotencia que gana a la razón.
Debo desandar el camino que tantos veranos hicimos juntos,
esta vez con la carga del alma errante.
Estos brazos vacíos solo sienten el germinar de tu ausencia.
¿Dónde coloco la maldita corbata negra?

Premio del público: Horizonte (Rafemago)

Te espero allí
donde el cielo y el mar se funden
donde las olas se pintan de algodón rosado
donde las nubes revientan en espuma infinita
allá te aguardo
donde el Sol mojado ya no quema
y la luna tiembla sin miedo en el fondo
donde los soñadores piden deseos a las ostras
donde los astros son perlas en el fondo de una
sonrisa

y los delfines fugaces se estelan
en la punta de un beso
en aquel lugar te extraño
donde los profundos silencios saben a viento
donde la brisa es de marea baja
donde las corrientes refulgen en alas plateadas
donde el amor se vuela y se hunde
donde mi estrella no es de cielo ni mar
tan solo brilla
y eso basta
te detengo allí
sumergido al borde del firmamento
veteado entre sirenas de piedra y ensenada
perdido entre un espejismo y un espejo de sal
marcado en la arena con tu nombre
y borrado al instante por la resaca de tu
ausencia

dormido en el huracán
que un destello de faro inundó en designios
y dando vueltas soñar
que haces de luna, aunque sea un deseo
que hago de mar, aunque sea un misterio
y pese a mis ganas o gracias a ellas
me atraes sin remedio caminando en tu noche
que reflejo sin llorar

te espero allí
goteando secas palabras

tostado en una promesa
para que no te arrepientas al llegar
para que pronto me encuentres
enterrado en el espacio

de tu horizonte inminente.