La Estela de la noche es un libro que recoge, en forma de diario, los días que se vivieron bajo la pandemia del coronavirus. Entremezclando prosa y poesía, el autor hace un trabajo introspectivo hacia la vida, las creencias, el amor, las persones y la muerte, tan presente en esos días que a nadie dejaron indiferente.

Se trata de un libro escrito con un lenguaje muy cercano, cosa que crea un lazo de empatía entre autor y lector, además de tratar sobre una época que todos vivimos, que todos sufrimos, y en la que todos buscamos la manera de mejorar, por dentro y por fuera.

El libro está formado por ocho partes siendo la primera Diario de un retiro en tiempos de pandemia.

Escritos en prosa en forma de diario, intercalando también algún poema, es una parte introspectiva de reflexión. El autor vive esta etapa de retiro analizando, quizás sin esa pura intención, sentimientos y emociones derivadas de esta época de aislamiento. Se suceden los pequeños detalles a los que quizás, en vida normal, no pararíamos atención a la vez que recuerda a personas que han sufrido las peores consecuencias de esta pandemia: fallecidos, personas que perdieron su negocio y, por extensión, su vida habitual, sin olvidar el homenaje a las personas, especialmente de ámbito sanitario, que lucharon para salvar el mayor número de vidas posible, exponiendo la suya propia.

Una parte íntima, escrita con el corazón, y en la que no falta la presencia reiterada de Dios, como apoyo y ayuda a la hora de superar estos días tan oscuros.

La segunda parte, Poesía del alma enamorada, recoge una serie de escritos y poemas recopilados del blog del autor, La estela de la noche. Son escritos de temática diversa, con el denominador común del sentimiento. En todos ellos el autor deja el alma de manera emotiva, hasta conseguir emocionar al lector. Siguen presentes los pequeños detalles, un río, una escoba, un árbol… cosas pequeñas que parecen sin importancia pero que en las manos de Genaro se convierten en todo un símbolo de la vida. Como si fueran las raíces que sustentan todo lo que hay encima, el amor, la vida en sí.

La tercera parte, Antología de la estela de la noche, según indica el autor, podría ser la continuación de Desde el corazón siento, su anterior obra publicada hace alrededor de un año. Una parte llena de escritos tiernos, sonrisas, poesía, amor y sentimiento. Los buenos deseos del autor, las ganas de que el mundo sea feliz y el querer aportar su granito de arena, el amar sin condiciones, y escribir este amor para regalarlo.

En esta parte encontramos también una serie de “cuentecitos con moraleja”, en palabras del propio autor. Pequeños textos que dejan una pequeña enseñanza o moraleja al final, que se intercalan con otros textos más personales.

También se incluyen aquí unos textos dedicados a su Granada natal, homenaje a la belleza de una tierra y su inigualable Alhambra, que marcan la importancia y la fuerza de las raíces, que nunca se olvidan.

La estela de la noche, de Genaro Martín Arroyo

A continuación, nos encontramos con la cuarta parte del libro, Oraciones, textos de temática religiosa, pequeñas plegarias donde se condensa la esperanza, la bondad, a lealtad, pero también tiene cabida las emociones, podríamos decir, más tristes, la pérdida, la ausencia, el recuerdo. Ciertamente, encontramos algunos textos ligeramente oscuros, pero no por eso faltos de verdad; son escritos muy puros que parten de un corazón y un sentimiento sincero.

La quinta parte, En el silencio de la noche, dos textos, La cruz compartida y Las piedras, constituyen esta parte del libro en la que reina la tierra, Dios, la creencia. Un diálogo con Dios se convierte en una reflexión sobre la realidad del “peso” que muchos llevamos en vida, una especie de lección que viene a decirnos que no estamos tan mal, que a menudo el ser humano tiene tendencia a quejarse sin un verdadero motivo, y que hay que estar agradecido, porque vivimos, porque estamos.

La sexta parte recoge algunos escritos publicados en el blog del autor Poesía del alma enamorada, bajo el título de Poesía eres tú, el cual nos trae a la mente inevitablemente, la poesía de Bécquer. Textos extremadamente sentimentales, un despliegue de emoción hacia las flores, Santa Gema, o una vez más la querida Alhambra. Son textos que parten de la pureza y el amor hacia las cosas sencillas. Entreveo cierta esperanza de que las cosas mejoren y cambien, puesto que el amor puede mover montañas, dicen, pero en el precioso poema final, La noche va llegando, hallamos un asomo de respuesta:

No, el mundo que gira en mi interior,

que parecía, pero no, no cambia.

Todo marcha igual.

Y así llegamos a la séptima parte de libro, Cartas. Textos que se me antojan ligeramente tristes y heridos, pero una vez más intuyo cierta entrega y mucho sentimiento sin condiciones.

La octava parte y última la forman textos íntimos y delicados, como Lucho, Lucho, el cual adjunta también una fotografía, donde nos habla de su perrito, un texto de una emotividad y un amor sin límites que toca el alma, así como El gato Félix, donde se nos habla del gatito que también partió, con su maleta vacía. Textos, como digo, extremadamente emotivos y cuidados.

En definitiva, se trata de un libro de temática variada, pero con el amor y el sentimiento como denominador común. Un libro puro, escrito a corazón abierto, que ayuda a canalizar y sobrellevar las emociones de la vida.

Genaro Martín Arroyo nació en Granada, y ha sido parte en diversos foros y páginas de poesía. Abogado en el ámbito profesional, espera, en sus propias palabras, tejer el futuro escribiendo. La Tiene publicado con anterioridad Desde el corazón siento, que vio la luz hace alrededor de un año. La estela de la noche es su segunda obra publicada.