En el panorama poético actual, a veces saturado de estruendos y grandilocuencia, el poemario Más que palabras, de José Molina Melgarejo, aparece como un oasis de paz, un lugar en el que una puede refugiarse para disfrutar de un rato emotivo y calmo, dejando una estela de paz una vez se han cerrado sus páginas.
Es un poemario que ya desde su inicio nos lleva de la mano hacia un camino de introspección; explorar esos instantes y esas emociones para los que el lenguaje a veces se hace insuficiente, y nos invita a ir más allá de lo que nuestros ojos perciben en los versos.
Con un puñado de palabras se pueden tejer versos y trazar poemas. Pero las palabras no siempre bastan para que los versos o los poemas cobren vida. En muchas ocasiones se necesitan más que palabras; se requiere un bramido de pasión, una ráfaga de emoción contenida o sin contener.
Cuando una se introduce en los poemas de José Molina, se da cuenta, poco a poco, que el autor no busca describir la realidad, sino más bien evocarla a través del hilo invisible del sentimiento; la poesía se convierte en una ventana desde la que se observan las distintas emociones: melancolía y memoria, dolor, amor…
La importancia de las palabras como camino para desgranar las emociones es innegable en este poemario. Pero ya no sólo de las palabras; sino también de todo aquello que de ellas se desprende y que no podemos llegar a percibir simplemente con nuestra mirada, sino que hay que ir un poco más allá, abrir el alma y darse cuenta de que todo lo que nos cuentan va un paso por delante de las propias palabras.
El poemario aborda temas recurrentes en la poesía; el amor, la guerra, la muerte, el dolor, el recuerdo… la vida en general, pero tratados de una manera tan sutil, tan suave, que sin darnos cuenta va adentrándose en nosotros hasta llegar, si se lo permitimos, a ser parte de nosotros mismos. El autor ahonda en estos temas de una manera profunda y madura, que “obliga” en cierto modo al lector a poner de su parte para poder sentirlos en su absoluta plenitud.
Se diluye el tiempo,
el que volaba a corazón abierto
a cualquier lugar del universo
y ahora vuela a ras del suelo,
sin poder batir sus alas,
que un soplo de aire punzante
laceró sus plumas a medianoche
y ahora se arrastra de día.
He de decir que, en mi opinión, Más que palabras es un poemario muy humano y sentido, y no solamente por las emociones y por esa incesante búsqueda del yo, de la esencia, sino también por la denuncia y la pena de ciertos temas, como desastres naturales o guerras, que convierten el poema en un grito que resuena dentro.
Quizás sea por eso que a veces se leen los poemas tras un velo de desesperanza o pesimismo, como si una negrura asediara los días, la vida, el mundo, y las palabras solas no son capaces de disipar.
Más que palabras es un poemario maduro y profundo que requiere que el lector ponga de su parte para dejarse penetrar por los poemas, y llegar a su fondo, aquel fondo que no se solamente en las palabras, sino que requiere de la pasión, del bramido, del sentimiento.
Os invito a entrar en el poemario y dedicarle el tiempo que merece; uno no puede abrir el libro, leer un poema y cerrarlo. Debemos adentrarnos y dejar que el poemario nos entre, hasta hallar esa conexión emocional que nos hará abrir los ojos, pero por dentro.
José Molina Melgarejo es miembro de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios, y colaborador de la revista Entreletras. Es autor de libros de relatos y cuentos, así como de novela y poesía. Tiene numerosa obra publicada que, dicho sea de paso, os recomiendo que investiguéis, porque no os dejará indiferente. En definitiva, un autor consagrado de gran talento, con una obra limpia y despojada de innecesidades, para traernos lo más pudro del sentimiento, de la palabra.
Ze Pequeño, también conocida como Gemma Rabaneda Sureda, nacida una fría Nochebuena en Barcelona.
Autora de los poemarios ‘Poetitzant-te’, Editorial Neopàtria (2014) y 'Setenta Lunas de Abril y un baile póstumo', Balanceo Poesía (2018).
Comentarios Recientes