Miquel Osset es una persona multidisciplinar: químico, escritor, editor, padre, poeta, … Acaba de publicar su séptimo poemario El llanto de los peces (Colección Prima Materia, Editorial Emboscall 2018). Un poemario que no pude dejar de leer hasta que lo acabé y me motivó para ponerme en contacto con él y hacerle esta entrevista.
El llanto de los peces es un poemario que ha seguido el modelo de Sharon Olds, escritora y poeta estadounidense premio Pulitzer de poesía en 2012 por su volumen de poesía Stag’s leap. Una crónica de un proceso de separación matrimonial por etapas llegando finalmente a una cierta redención facilitada en el caso de Miquel Osset por el contacto con la naturaleza.
Es un poemario dividido en cuatro secciones: La llegada del invierno, Dolor, Redención y finalmente, La página en blanco.
¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria?
Nací en Barcelona en 1963, de una familia de «inmigrantes del interior» (Castellón y Zamora). Cursé estudios de Química y Filología hispánica y he dedicado buena parte de mi dedicación profesional al mundo de la empresa privada química, mayoritariamente en España pero también en Alemania, China, México, Croacia, etc….. Mi actividad literaria ha transcurrido siempre paralelamente a mi dedicación profesional y se ha centrado en el mundo de la poesía (siete libros hasta la fecha), del libro infantil (tres) y en el ámbito de la divulgación de los Derechos Humanos (cinco). Tras muchos años de dedicación intensa en el terreno del voluntariado para la defensa de los Derechos Humanos, en 2008 puse en marcha la editorial Proteus, especializada en la divulgación de la ética entre adultos y niños, y los Premios Proteus de Ética.
¿Cuáles fueron sus primeras lecturas poéticas y qué autores le influyeron?
Mis primeras lecturas poéticas, aunque muy amplias y heterogéneas, pronto se centraron en un interés predominante por buena parte de los poetas de la Generación de la República (mal llamada «Generación del 27»), muy especialmente, por la poética de Pedro Salinas, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Vicente Aleixandre. Y también, como contraste, por ciertos poetas de posguerra: Angel González, Blas de Otero, Gabriel Celaya, Gil de Biedma, etc…
Escribí algo al respecto
Era una premonición tal vez
pero el gesto era claro:
todas las caricias
se llenaron
repentinamente de silencio
Agonizaba septiembre, sección La llegada del invierno.
¿Cómo definiría a su poesía?
No la definiría, aunque sí pretendo lograr una cierta síntesis entre la poética de la experiencia y la poética del conocimiento. Aspiro a sugerir al lector la existencia de verdades revelables a partir de la práctica cotidiana, especialmente amorosa.
¿Cree que el poeta “evoluciona” en su escritura? ¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
Hay elementos que se mantienen a lo largo de los años, como es la experiencia amorosa como tema frecuente, pero con una progresiva condensación y sintetización. He practicado también la poesía experimental, combinando el lenguaje ideogramático con el poético, la poligénesis poética o el monólogo poético en clave de escritura automática. No he abandonado la intención de seguir explorando ciertos límites de la expresividad poética.
¿Cómo siente que un poema está terminado y cómo lo corrige?
Dejo que transcurra un tiempo razonable entre la escritura y la corrección. El tiempo hace que se modifique mi papel como autor y me transforme en lector, y ese tránsito me proporciona una subjetividad diferente que me facilita la tarea de corrección.
Te veo y no estás
aquí y ahora
pero en realidad
siempre estás
y esa es la cuestión
Te veo pero no estás, sección Dolor.
¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?
Aspiro a aportar belleza al mundo, que es tal vez la tarea más noble que el ser humano puede concebir.
¿Qué lugar ocupa, para una poeta como usted, las lecturas en vivo?
Remiten al origen de la poesía. En un inicio, la poesía fue oral, no escrita. Y, a mi juicio, la poesía ha de conservar siempre un cierto tono de oralidad para ser fiel a sí misma. Ha de ser escuchada además de leída para poder ser juzgada plenamente.
¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs etc?
Todos los nuevos canales son bienvenidos, siempre y cuando se mantenga la finalidad básica, a mi juicio, de la poesía: desvelar conocimiento aportando belleza.
y observo cuidadosamente
la silueta precisa de los pétalos
como manos extendidas
pidiéndome un abrazo
y observo cuidadosamente, sección Redención.
¿Podría recomendarnos un poema de otro autor/a que le haya gustado mucho?
Muchos. Tal vez por una cuestión biográfica o sentimental, «La voz a ti debida» de Pedro Salinas
¿Qué libro está leyendo en la actualidad?
Siempre combino varios libros de poesía simultáneamente. En la actualidad, los últimos poemas de Leonard Cohen; «Ensayo general», de Francisca Aguirre; y una recopilación de poesía de Ida Vitale.
¿Qué consejos le daría a un/a joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la poesía?
Que lea mucho primero, que aprenda de los buenos poetas, y luego que indague en sí mism@ las verdades que desea revelarnos.
¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
Como siempre: saludablemente mal. Mueren editoriales y librerías y surgen otras. Es un mundo proteico, imprevisible, y que desmiente tozudamente todos los malos presagios que, racionalmente, se abaten sobre ella desde hace años.
¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiera hecho y no se la he hecho?
Me gustaría contestar a la pregunta «¿por qué escribe poesía?» con la respuesta que proporcionó a esa pregunta Patti Smith: porque no basta con vivir.
Acabaremos con unos versos del único poema que conforma la última sección, La página en blanco:
Gracias por las certezas
Gracias por las dudas
Gracias por el espacio iluminado
Y a vosotros, lectores, esperamos que hayáis disfrutado la entrevista y gracias por haber llegado hasta aquí.
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