Conocí a Francisco Javier a través de las redes sociales, en una página que compartíamos de Amigos de la Sierra de Aracena. Este poeta nació en un pueblo pequeñito, Cortelazor, en pleno corazón de esa maravillosa sierra onubense, aunque vive actualmente en Huelva, la capital. En esa página descubrí su poesía hermosa, que me hechizó desde el primer momento, puesto que teníamos en común (en nuestros escritos y en el día a día) el amor por la naturaleza y la defensa de la misma. Posteriormente nos pusimos en contacto y surgió esta entrevista.

Es autor de tres poemarios, todos ellos publicados por la Editorial Niebla, de Huelva. “Mar de ausencias” (2016) y “Versos de un viajero, confuso” (2018) sonlos dos primeros. 

Sacó a la luz su tercer poemario en el mes de diciembre de 2019, “…De la percepción de la lluvia y otros poemas”, una obra donde su poesía evoluciona ya hacia un compromiso social y se integra en lo que ahora se conoce como la “poesía de la conciencia”. Fco Javier Sánchez trata con su tercera obra, de “hacer consciente al lector de los problemas sociales, ecológicos y políticos del mundo.”

En estos días se encuentra preparando la próxima edición de su cuarto poemario.

¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria?

Soy maestro, licenciado en Psicopedagogía y profesor de Lengua Castellana y Literatura en varios institutos de Secundaria; miembro del MCEP (Movimiento Cooperativo de Escuela Popular). Suelo frecuentar los ambientes literarios de Huelva, participando en múltiples recitales y encuentros como participante y colaborador, “Voces del extremo” Valle del Jerte 2018 y 2019 o “Poetas del Guadiana” son dos ejemplos. Y formo parte del grupo “Poetas de Huelva por la Paz”, del cual soy secretario. 

También he colaborado como autor en diversas antologías, como Combinados Poéticos de Punta Umbría, Poetas de Huelva por la Paz, Versos para la vergüenza, Huelva en verso, Homenaje a Miguel Hernández, Conciencia en llamas, Las mil y una noches del 1900 o La noche de San Luis, entre otras.


¿Cuáles fueron sus primeras lecturas poéticas y qué autores le influyeron?

Ya de jovencito me interesó la poesía. Mis primeras lecturas se centraron en Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Walt Whitman, Neruda, Cesar Vallejo, Vicente Huidobro, José Martí, Miguel Hernández, Constantin Cavafis, León Felipe, Gabriel Celaya….todos estos poetas me han marcado e influenciado mucho.

¿Cómo definiría a su poesía?

Aunque en mi primer poemario cultivé mucho el verso octosílabo y alguna composición clásica como sonetos, me he inclinado hacia el verso libre y mi poesía además de los temas clásicos como el amor, la nostalgia… es una poesía muy identificada con el paisaje y la defensa de la naturaleza (ecopoesía) y con los problemas sociales y políticos de nuestra sociedad (poesía de la conciencia).

¿Cree que el poeta “evoluciona” en su escritura? ¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años? 

Creo que evoluciona de forma natural. Desde mi primer poemario, que es una poesía que miraba mucho mis adentros, a una poesía implicada en los problemas de la sociedad que tenemos (“la poesía no puede ser, sin pecado, un adorno” Celaya). En cuanto a mi lenguaje poético se ha producido una simplificación, una búsqueda de lo sencillo, suprimiendo muchos adjetivos, evitando términos demasiado cultos para acercar el poema al gran público, hacerlo cercano al fin a la gente.


¿Cómo siente que un poema está terminado y cómo lo corrige?

En principio hay poemas que son pura inspiración; otros, sin embargo, son poemas trabajados alrededor de una idea, o de una noticia que surge. De todas formas y en ambos casos, suelo corregir mucho mis poemas y, a veces, en más de una ocasión. Últimamente esta corrección se está concretando en un proceso de desnudar y simplificar el poema originario suprimiendo adjetivos innecesarios y cultismos.

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

En realidad escribo porque creo que tengo algo que decir y aportar a este mundo, y lo hago desde la poesía porque ha sido mi inclinación desde pequeño. La poesía es mi visión del cosmos.

¿Qué lugar ocupa, para una poeta como usted, las lecturas en vivo? ¿Las practica?

Mucho, amo los recitales con el grupo “Poetas de Huelva por la Paz”, colaboramos también con “Poetas del Guadiana” con los compañeros portugueses; asisto a encuentros, como ya cité, y doy recitales a nivel personal en ámbitos culturales (ferias del libro, bares, bibliotecas…) En realidad es una actividad frenética que últimamente se ha visto frenada por el confinamiento.

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs…?

Es necesario utilizar las nuevas reglas del juego, pero hay que hacerlo con mesura. Participo en foros virtuales, tengo un muro en Facebook (poesía fresca), mis poemas han sido publicados en muchos blogs personales de compañeros poetas, en revistas virtuales… estamos en ello, aunque tengo mucho que mejorar en mis actividades en las redes.

¿Podría recomendarnos un poema de otro/a autor/a que le haya gustado mucho? 

Cito dos: “Espergesia” de Cesar Vallejo (Yo nací un día que Dios estaba enfermo…)  e                 

“Ítaca” de Cavafis.


¿Qué libro está leyendo en la actualidad?

Son varios:

“Las personas del verbo” de Jaime Gil de Biedma.

“Poesia completa” de Cesar Vallejo.

“Salirse de la fila” de Antonio Orihuela.

“Tienes que irte” de José Luis Piquero.


¿Qué consejos le daría a un/a joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la poesía?

Que dedique un horario fijo a escribir o corregir todos los días y que escriba, aunque la mejor respuesta está en un poema de Charles Bukowski:

Así que quieres ser escritor
Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.

A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.

Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.

Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.

Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.

Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.

Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.

Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar
a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti,
haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.

Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.

A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.

A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.

Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
o hasta que muera en ti.

No hay otro camino.

Y nunca lo hubo.


¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial en general o en concreto en Andalucía?

Se están generando editoriales locales y están surgiendo muchos escritores. Es una gran eclosión. El tiempo separará al grano de la paja, pero creo que estamos en un momento de extraordinaria creatividad.

¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiera hecho y no se la he hecho?

¿Qué autor consideras que ha influido más en tu poesía?

Te daré dos nombres, Antonio Machado y Walt Whitman.

Muchas gracias, Francisco Javier por tu buena disposición y amabilidad para hacer esta entrevista. Y mucha suerte con la edición del nuevo poemario que estás preparando.