Conocí a Pere Gomila en una de mis habituales estancias en  Alaior, población de Menorca, cuando me lo presentó un amigo común, Biel. Pasaron los años y este verano cuando asistí a uno de los eventos poéticos que él organiza en Menorca, Illanvers, nos volvieron a presentar. Esta vez fue una poeta menorquina, Magda Seoane. Ahí es cuando le pedí la entrevista que vamos a poder disfrutar.

Poeta y escritor, hijo del también poeta Arcadi Gomila, pronto se interesó por la poesía, y formó parte del grupo Es Musols entre los años 1977 y 1979, un grupo de creación artística que escribía y representaba obras de teatro y organizaba recitales de poesía. A los 24 años publicó su primer poemario, «Regió afòtica».  Tiene diversos poemarios publicados y mucha de su obra poética aparece dispersa en diferentes publicaciones. El año 2000 el Institut Menorquí d’Estudis publicó «Tannkas», libro que recoge los poemas publicados en la revista Druïda. Sin olvidar los libros «Els colors de l’edat», publicado el año 1992 y «Geografies del vent», publicado el año 2015. Es una persona que participa activamente en varios medios para dar a conocer la vida cultural de Menorca.

Aquí un ejemplo de su poesía:

Tannka

Per molt que vegis
els estralls en el bronze
dels anys que passen,
hi ha un delit que no cessa
en l’amarga certesa.

Traducción:

Por mucho que veas
los estragos en el bronce
de los años que pasan,
hay un anhelo que no cesa
en la amarga certeza.

Antes de pasar a las preguntas, vamos a escucharle recitar el poema Caló de Rafalet.

¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria?

Nací en Alaior en el año 1954, población en la que he vivido siempre. Estudié el bachillerato en el instituto Joan Ramis, en aquella época sin nombre, pero después de COU no continué mis estudios por varias razones. De manera que a partir de ese momento el resto de mi formación ha sido autodidacta. De pequeño ya me interesó la literatura y realicé pronto mis primeros intentos.

Empecé a escribir poesía de manera seria durante el bachillerato. Luego mi actividad literaria ha estado centrada sobre todo en la poesía. También colaboro asiduamente en prensa sobre temas literarios. He llevado a cabo una destacada labor en la organización de recitales de poesía.

¿Cuáles fueron sus primeras lecturas poéticas y qué autores le influyeron?

Mi padre era también poeta y en casa había algunos libros de poesía. Fueron las primeras lecturas antes de ir al instituto. Por ejemplo la antología de poetas del siglo XX de Triadú (recuerdo que me gustaba leer en voz alta “El comte Arnau” de Maragall) y algún libro de poesía castellana, sobre todo de Juan Ramón Jiménez. En aquella época, el catalán no existía para la enseñanza, pero cuando tomé consciencia de que debía escribir en mi lengua (debía tener 16 o17 años) descubrí la poesía de Ausias March que me impactó. Y los poetas del siglo XX: Riba, Carner, Espriu, Estellés, Foix, Martí i Pol, Vinyoli…

¿Cómo definiría a su poesía?

Siempre me resulta difícil definirla. Podríamos decir que se trata de una poesía realista, lírica en su mayor parte, que reflexiona sobre temas como el paso del tiempo, el dolor, el amor, las pérdidas, el erotismo. Aunque también me he ocupado de temas sociales o políticos o de la situación de la lengua catalana. Entiendo la poesía como una forma de conocimiento, de indagar sobre la existencia, un intento de comprender cuanto nos rodea y lo que nos acontece.

Ahora, escuchemos el poema Mirador del Toro

¿Cree que el poeta “evoluciona” en su escritura? ¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años? 

De una forma u otra todo poeta evoluciona en su escritura, porque evoluciona como persona, porque a medida que se escribe también se aprende, porque la misma ambición literaria, sin la cual no puede haber buena poesía, le induce a evolucionar, a marcarse nuevos retos. Mi lenguaje poético también ha evolucionado y espero que esta evolución continúe. No me gustaría estar escribiendo siempre la misma obra. Con el tiempo me he vuelto más exigente y he intentado dar a cada libro el carácter apropiado, por esto tengo muchos poemas sueltos que no han llegado a constituirse en libro. El estilo ya es otra cosa.

¿Cómo siente que un poema está terminado y cómo lo corrige?

Soy lento para escribir y suelo corregir mucho, incluso mientras escribo. Siento que el poema está terminado cuando me parece que ya no lo mejoro.

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

Llegar a la formulación lo más ajustada posible de lo que pretendo comunicar, la búsqueda de la belleza expresiva. Si el lector logra encontrar en mis poemas una parte de todo lo que me ha dado la poesía me doy por satisfecho.

¿Qué lugar ocupa, para un poeta como usted, las lecturas en vivo?

Las lecturas en vivo son importantes. Llevo muchos años organizando recitales de poesía porque creo que es una forma de llegar a un público más amplio del que suele leerla habitualmente. Un público que también necesita de la expresión poética y que encuentra en la voz en vivo del poeta una mejor experiencia en relación con el texto. Después siempre habrá alguien que se acerque al libro a partir de lo que ha escuchado y le ha conmovido. Además no hay que olvidar la oralidad de la poesía, el placer de leerla en voz alta aunque sea para uno mismo.

Escuchemos ahora el poema Cap de Cavalleria

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs, etc.?

Es evidente que las nuevas formas de difusión permiten llegar a un número mucho mayor de personas y que dan la oportunidad a muchos de divulgar sus escritos. El problema es que esta misma abundancia y facilidad permite la convivencia de aportaciones muy interesantes y de gran calidad con una mayoría de textos mediocres o sin ningún valor literario (ciñéndonos al ámbito de la literatura). Hace falta una educación que enseñe a buscar y encontrar en internet todo aquello que tiene valor, que muestre como separar el grano de la paja. Por otro lado es muy de agradecer que podamos acceder a revistas literarias de gran nivel con tanta facilidad.

¿Podría recomendarnos un poema de otro autor que le haya gustado mucho? 

Es muy difícil hablar de un solo poema, son tantos los que podría recomendar… Pongamos, por decir dos, “Elegia de Vallvidrera” de Joan Vinyoli y “Tots hi serem al port amb la desconeguda” de J.V. Foix

¿Qué libro está leyendo en la actualidad?

Soy de combinar varias lecturas a la vez: poesía, ensayo o no ficción y narrativa. Siempre tengo varios libros empezados. Si hablamos de poesía, en estos momentos estoy releyendo la poesía de Margarita Ballester con motivo de la publicación de su obra reunida en el volumen Després de la pluja.

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la poesía?

Lo más fundamental es la lectura. Leer mucho y sobre todo leer a fondo a los grandes poetas, aprender de ellos, de ellas. Y trabajar con rigor, no tener prisa por publicar. Corregir y corregir.

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

Ciñéndonos al ámbito de las letras catalanas, que es el que conozco, creo que se realiza un gran trabajo editorial. A veces pienso que se publica demasiado, pero hay editoriales que llevan a cabo su labor con mucho rigor y seriedad, que saben cuidar las ediciones y a sus autores. En estos últimos años, a causa de la reestructuración del mercado editorial por parte de grandes empresas, han surgido editoriales independientes que trabajan de manera admirable y publican de forma muy rigurosa.

¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiera hecho y no se la he hecho?

Una pregunta recurrente es por qué no he publicado más. En mi caso, no he sido un autor prolífico, pero no he abandonado nunca a la poesía y, de hecho, estoy esperando a mi pronta jubilación para escribir de manera mucho más intensa.

Gracias por concedernos esta entrevista. Estamos en otoño y por eso decidimos compartir con nuestros lectores el poema «Tardor» («Otoño»).

Tardor

Triomf de la llum, el lent capvespre encès
sobre un desert paisatge de tardor.
Cristalls, clapes intenses de claror
sobre d’un mar esquiu de gent, ofès

de tant d’estiu de desgavell espès,
enyoradís, als ulls, de serenor,
espai obert al goig, pura cançó,
volgut oblit de tot, afany de res.

Si el ferit de l’atzar veia aquest mar
i dels colors s’abeura i de la llum
i en la calma s’endinsa, delerós,

sabrà el repòs perfecte, el més avar
de revelar‑se, esquerp de tot costum
com el present més ric i dolorós.

Traducción:

Triunfo de la luz, incendio del lento atardecer
sobre un desierto paisaje de otoño.
Cristales, manchas intensas de claridad
sobre un mar esquivo de gente, ofendido

de tanto verano de espeso desorden,
nostálgico, a los ojos, de serenidad,
espacio abierto al gozo, pura canción,
ansiado olvido de todo, afán de nada.

Si el herido por el azar mira este mar
y de los colores se impregna y de la luz
y en la calma se adentra, ansioso,

sabrá el reposo perfecto, el más avaro
de revelarse, arisco de toda costumbre
como el presente más rico y doloroso.

Antes de irnos, volvamos a escuchar un poema de Pere Gomila, Pou de Na Patarra:

Y a vosotros, lectores, esperamos que hayáis disfrutado la entrevista y gracias por haber llegado hasta aquí.